CAPÍTULO XXIII

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Dentro del ojo de un huracán (Parte 2)

Leo comenzó a ver como varios guardias y trabajadores se dirigieron hacia la parte trasera de estructura por órdenes de Lilia. No tardo mucho para recibir un mensaje de su esposo indicándole la entrada con éxito, era hora de comenzar con el plan.

- Gran señor, tengo que ir al baño – dijo muy sin pena. Su suegro en vez de avergonzarse tan solo asintió, de igual manera los hombres a su alrededor (aunque de manera disimulada) – espero que mis bebés se estén portando bien con la niñera – pensó Leo en voz alta, algo triste, pues él nunca se alejaba más de sus hijos más que la jornada de trabajo y ya. Como padre era un excelente modelo y como esposo igual.

Con sonrisa encantadora en el rostro camino con entusiasmo hacia las puertas del baño en el burdel, mirando con atención los movimientos de los guardias y demás... notando una pequeña entrada secreta hacia la parte de atrás. De seguro siendo el lugar donde harían los privados o pasarían la noche... su respuesta llego más rápido de lo que esperaba al notar como una mujer pelirroja llevaba con alegría a un hombre hacia allá.

Se mezcló entre un tumulto de personas y se adentró a ese mundo no tan diferente, pero con secretos inimaginables. Era una casa de tamaño considerable, el salón parecía recepción de hotel fino y una vecindad de la alta en el país de su familia natal. Sin llamar mucho la atención Leo subió las escaleras... nunca noto dos ojos siguiéndolo desde abajo y al notar su "invisible presencia" para los demás no desaprovecho en reprenderlo.

- Muy bien, amigo rarito – "ya valió" pensó Leo cuando lo tomaron por el saco de su traje – ¿buscas a alguien? – el hombre se estaba exasperando.

- Hey, aleja tus manos de mi cliente – un doncel de mayor a la mayoría se acercó con suma molestia, quitándole los brazos del enemigo y acariciando su cabeza como si fuera un niño – mi lindo baby se pedio mientras iba por nuestros juguetes... debería darte vergüenza asustar así a los clientes – Chris le regalo un lindo pero sorpresivo beso a los labios de Leo, dejando al hombre y al mismo Leo atónitos.

- Chris, que asco... te vi mamándosela a alguien hace como quince minutos – ahora Leo tenia asco y ganas de vomitar – solo dile a tu cliente que no merodee como tonto sin tu presencia de nuevo, ¿está bien? – el hombre se alejó. Entonces Chris se puso serio sin importarle que el muchacho al que habia salvado se estuviera vomitando en una maceta por el beso que le habia proporcionado.

- Quien eres y que estás buscando – Chris fue directo.

- Soy Leo de la Iglesia, y como acabo de notar que eres buena persona te diré todo a cambio de que me contestes una pegunta – Leo tampoco parecía una persona mala para alguien como el doncel suizo, pero las apariencias engañaban... se arriesgó, asintió para darle seguimiento al chico de la Iglesia – ¿Yūri se encuentra en este lugar? – la expresión del rubio cambio.

- ¿Eres amigo de Yūri o de Viktor? – pregunto Chris algo asustado, tendría que deshacerse de él si actuaba sospechoso.

- Soy esposo de un amigo de Yūri Katsuki – respondió Leo como si nada – venimos por él y un tal Yuri Plisetsky, creo que también conocerás a Otabek Altin... él es nuestro amigo y quiere que lo ayudemos el día de hoy para sacarlos de este sitio – entonces Otabek estaba diciendo la verdad cuando decía que salvaría a Yuri de este sitio, Chris no podía estar más contento.

- Te ayudare, pero debes ayudarme tu a cambio –  Leo acepto, sin darles mucho tiempo de hablar después de eso, ya que los gritos de varias chicas comenzaron a sonar... disparos comenzaron a opacar a la música del lugar y hombres caían al suelo entre charcos de sangre – Qué demonios... –

Metamorfosis (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora