Metamorfosis (FINALIZADO)

ESPECIAL II

Aquellos bellos sueños que deseamos con el corazón...

Las olas del mar chocaban contra una pared de rocas, los sonidos de las piedras siendo arrastradas por las mismas, el ciclo se repetía sin parar haciendo un sonido lleno de tranquilidad... perfecto para relajarse en aquel país como lo era Tailandia.

- Ummm – Phichit comenzó a despertar tras escuchar con más atención aquel sonido descrito. Miro el techo de su habitación con pereza, analizando cuidadosamente en donde se encontraba – mierda... tengo dolor de espalda – se quejó. "De seguro fue por dormir de más", pensó al ver el despertador a lado de su cama.

Comenzó a notar cosas extrañas en el lugar. El ambiente era más cálido y playero, ¿no se suponía estaba en las montañas de China?... además, la habitación pareciera una de hotel. Su ropa no era la misma que recordaba, comenzó a tener desconfianza y se acercó a la puerta con cautela para investigar más el lugar.

Efectivamente, era la habitación de un hotel. Pensó que tal vez es una de sus desmayos a consecuencias de la fatiga y la depresión los chicos lo llevaron a ese lugar... se lo pagarían después por el susto.

- Muy graciosos, pero ya es hora de salir – comenzó a hablar sin importarle quien lo escucharan, aunque nadie respondió – Leo... Guang... ¿Seung?... – nadie respondía y era muy extraño. Un ruido en la cocina altero más a Phichit, molesto se acercó – esto ya no es gracioso, saben perfectamente que odio las bromas de este gusto, tu más que nadie Seu... – sus ojos se abrieron con sorpresa, no podía creer ni expresar el shock que sintió al ver la figura frente a él.

- Phichit, buenos días. Al parecer estás enojado aun por el sitio que escogimos... pero no tienes que gritar como loco por algo así – las lágrimas de Phichit fueron incontrolables, lo que altero a su compañero – PHICHIT – y más fue su sorpresa al ver al tailandés caer de rodillas al suelo mientras cubría su cara.

- N-No puede ser cierto... esto no es verdad – sollozaba con incredulidad, tomo entre sus brazos la cara de la persona frente a él sin creerlo posible – Yūri – y ese nombre de tan solo pronunciarlo lleno el hueco vacío en su pecho, sus emociones se alteraron y mezclaron.

- Si no te sientes bien deberíamos ir a la enfermería del hotel, está a pocos metros del cuarto... – pero Phichit no dejo que este se parara o se alejara de su lado, rápidamente lo atrapo entre sus brazos con mucho cuidado... temía que Yūri desapareciera si lo dejaba ir – en verdad me estas preocupando – Yūri comenzó a revisar la temperatura de su compañero.

- No estoy enfermo... solo algo aturdido por verte aquí – su corazón no dejo de latir y en ocasiones su mirada quedaba fija sobre el rostro del japonés – Leo y Guang... ¿ellos te trajeron aquí? – pregunto con duda.

- De que hablas... ¿Quién es Leo? – y todo lo extraño comenzó a aparecer – no sé si recuerdes que Guang y yo no tenemos contacto desde que se retiró del patinaje hace seis años – Phichit lo miro con sorpresa, ¿estaba diciendo la verdad?...

- P-Pero hace unas semanas me encontraba en su casa... planeamos tu escape, Seung y yo ayudamos para al final fracasar – y ese nombre lo hizo mirar a su alrededor, buscando a aquella figura pálida y de cejas tupidas – Seung – dijo sin pensar, asustado de que se hubiera ido.

- Seung Gi Lee, ¿no es el patinador sobre hielo coreano? – de nuevo la sorpresa de Phichit fue grande – no sabía que lo conocías... tal vez se tomó un descanso en este hotel como nosotros – Yūri llevo con cuidado al tailandés para que descansara sobre una de las sillas de la sala – aquí estarás bien, iré por unas pastillas al botiquín –

Phichit siguió con la vista al doncel, todo esto lo confundía... pero, nunca espero ver algo que lo volvería más paranoico. Un retrato donde Yūri y él vestidos con esmoquin se veían muy felices... atrás un letrero que decía: "Feliz matrimonio".