CAPÍTULO XIII

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Pesadilla, dolor y deseos rotos

- ¡Hola, soy Phichit!

- PHICHIT... –

- En estos momentos no puedo atenderte, lo siento... pero puedes dejar un mensaje después del tono y cuando pueda te atenderé con mucho gusto... *PIIIT* – Yūri sintió un fuerte dolor en su pecho al ser interrumpido por la contestadora, rápidamente tomo valor para dejar su mensaje.

- Phichit... soy Yūri – con voz quebradiza intento siguió hablando – he tratado de comunicarme a tu celular... has ignoras mis llamadas y mensajes. Y-Yo en verdad siento haberte decepcionado nuevamente, pero no puedo dejar mi matrimonio de una manera tan a la ligera... Iván a estado más feliz que nunca desde aquel día; además que Viktor y yo hemos tenido más comunicación. Creo que en esta ocasión toda ira de... –

- *PIIIIIIIIT* – ese sonido de la grabadora llena se escuchó en su celular, suspiro resignado. Desde aquel día Yūri había tratado incontables veces en comunicarse con el tailandés, sin éxito alguno – con este día se cumple dos meses – susurro para el mismo, Yūri se levantó del sillón y miro el reloj de su pared – ya casi es hora –

- Yūri, ¿estás preparado? – Viktor salió de la habitación, acomodando su corbata y vistiendo un traje gris muy elegante. Yūri vestía algo menos glamuroso, pero igual de elegante, con una camisa manga larga color beige y unos pantalones negros entallados – estas muy... apretado – dijo Viktor al mirarlo con aquella ropa.

- ¿Tú crees? – Yūri se juzgaba nuevamente frente a un espejo. Era verdad que últimamente había engordado un poco y había comenzado a verse nuevamente en los espejos – creo que tienes razón, mis pantalones haces que mi estómago se salga por los lados... me veo gordo –

- No, no exageres – cuando el doncel dijo aquello una sensación de temor invadió los pensamientos de Viktor... "rayos, dile algo" – tan solo tenemos que acomodar un poco tu camisa y el pantalón – Viktor se acercó, al final había arreglado el problema – tal vez la lavadora comenzó a encoger la ropa.... ¿lo ves?, te vez sexy – para evitar que aquellas dudas comenzaran de nuevo en la cabeza de Yūri, comenzó a darles besos por las mejillas – ¿mejor? –

- Si, mejor – aquel gesto alegro un poco a Yūri, sin tomar más en cuenta aquella imagen suya frente al espejo prefirió tomar su abrigo y encaminarse hacia la puerta del departamento. Viktor cerro, junto a ellos venia Makkachin... los tres subieron al auto para dirigirse hacia la presentación de su hijo.

Era una tradición de Yakov hacer una presentación de los niños que estaban bajo su cargo como pupilos. El centro deportivo se llenaba por los padres y conocidos de los niños que estaban deseosos de ver a sus pequeños sobre el hielo. Había una pequeña competencia, una para determinar quién tenía mejor avance... y quien un futuro podía dedicarse a este deporte. Obvio también había un pequeño premio monetario y un regalo sorpresa para el niño o niña. Eran dos competencias, una para cada sexo.

- Viktor, Yūri... me alegra verlos a tiempo – dijo Yakov, recibiendo con alegría al joven doncel de su pupilo mayor – te vez hermoso, tenía mucho tiempo sin verte –

- Gracias, Yakov... también extrañaba verte – Yūri siempre considero a Yakov como un segundo padre, y era la única persona que podía escucharlo y hacerlo sentir especial; además de su marido, claro... aunque no de manera sexual.

- Iván ya está listo para la presentación, se encuentra demasiado emocionado... y ansioso por usar la rutina que su padre creo – Viktor expreso una risa agradable, rara vez en él.

Metamorfosis (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora