Capítulo 8.

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Escuche un golpe en la ventanilla y voltee rapidamente y asustada.

Era Michael, ¿Ya habíamos llegado? Rayos, eso fue rápido, aunque no recuerdo gran parte del trayecto, solo que abundaban los árboles a lo largo de la carretera.

Me abrio la puerta y dijo preocupado

-¿Esta todo bien?

-Seguro, lo siento- respondí apenada -¿Este es el lugar? -ahora estaba curiosa

-¿De qué hablas?- rio un poco -claro que no Ally, es solo que hasta aqui llega el auto, no te molesta cierto?

-No, para nada- mire mis pies y despues a mi alrededor.

Mal díapara usar zapato abierto. Y mal día para venir a escalar una montaña.

-Oh lo siento, no pense en eso- dijo apenado al darse cuenta de mi expresión.

Nota mental: disumular mejor.

-No hay problema, pero debes de decirme a dónde vamos- mis ultimas palabras fueron reprimidas por un fuerte y extraño sonido, pero lo mas raro era que Michael estaba sonriendo.

-De qué te ries- le pregunte mientras dramatizaba un poco.

-Vamos, si quieres te cargo para que no te ensucies- me dijo, ignorando de nuevo lo que yo le decía.

Así no vas a ganar puntos Michaelcito.

-Esta bien no me digas, vamos a donde quieras- dije, esta vez algo molesta.

Comenzó a caminar tomandome la mano buena para que no fuera a caer y me rompiera otra cosa.

Subíamos y subíamos entre grandes y frondosos árboles hasta que llegamos. Era algo así como la cima solo que desde ahi se tenía una amplia vista al aeropuerto.

-¿No crees que es hermoso?- me dijo sin despejar los ojos del frente.

Lo mire y me di cuenta como brillaban sus ojos, parecia realmente emocionado.

A falta me mi respuesta me miro a los ojos levantando las cejas como esperando a que mis labios se despegaran.

Sonreí.

-Lo es- gire mi vista a aquella escena.

Entonces BOOM! nuestras manos seguian sujetadas. Rápidamente saque mi mano de ahí provocando una reacción sorpresiva en él chico apuesto.

-Perdoname- me dijo.

-De qué hablas- conteste.

-Ya sabes- miro su mano, parecia realmente avergonzado.

Sólo le ofrecí una sonrisa amigable e intente romper la tensión

-Porqué me has traido aquí- pregunté curiosa

-Am veras, es mi lugar favorito, creo que es hermoso y facinante ver como semejantes mounstrosidades pueden levantarse del suelo con tanta facilidad- sus ojos volvian a brillar -y bueno como vi que no estas bien quise compartir contigo este lugar, sólo que te pido una cosa- hizo una pausa en la que asentí- no le cuentes a nadie sobre esto, el humano es experto destruyendo cosas por lo que no confió en nadie para traerlo aquí- de nuevo una pausa -bueno, no confiaba.

Creo que mi intento de bajar intensidad no ha funcionado, esto es todavía más incomodo.

-Am, gracias- dije algo dudosa.

Él solo miraba al frente con total profundidad.

Después de varios minutos callados, con esa clase de silencio que no es nada incomodo me decidí a hablar.

-¿Porqué yo?

-¿Ah?

-Sí, porqué yo. Porqué me trajiste aqui, a mi

-Ah bueno, no lo se- dijo pausado

Voltee a verlo -Se que lo sabes-

Me miró,  suspiro y no dijo nada, se puso de pie, me tendio su mano, me paré y sujeto mis brazos fuerte, talvez mas de lo necesario, y por fin, hablo, con sus profundos ojos negros clavados en los mios...

-¿Porqué no?

Su mirada era muy intensa, me dejó helada. Creo que no estaba parpadeando.

Su agarre comenzo a molestarme, por lo que moví un poco mis hombros sin despegar la mirada y dije su nombre con una voz claramente sofocada.

Me soltó y empezó a caminar de regreso al auto, lo seguí.

Abrió mi puerta y sin esperar a que yo estuviera dentro, dió la vuelta al auto y lo encendió. Parecía realmente molesto. Pero porqué. No lo se.

Don't judge meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora