Okumura Rin tiene doce años cuando conoce a Kerberos y las cartas.
Las cartas mágicas suenan como algo salido de una historia de fantasía, pero eso es con lo que Rin tiene que lidiar. Peor aún, debido a un accidente, tiene el deber de capturar a tod...
Muy por encima de la ciudad, las estrellas brillan intensamente. A medida que uno se acerca al suelo, las luces de la ciudad oscurecen las estrellas. Pero todavía se pueden ver algunas brillando, a pesar de la contaminación lumínica y es una de esas estrellas la que Yue mira.
Luego se gira, mirando al candidato, quien parece perdido y aún en estado de shock. Aunque es alto para su edad, Yue sabe lo joven que es. Sin embargo, no sabe más que eso, habiéndole dejado esas cosas a Sekki. Pero mientras duerme, ella sueña y Yue sabe que ya se preocupa mucho por él.
'Pero ahora no es el momento'. Yue empuja con frialdad los sentimientos suaves y gentiles que lo harían dudar y se prepara.
"Hay alguien que desea convertirse en su maestro". Yue continúa, atrayendo la atención de Rin hacia él. "Un niño elegido por Kerberos el Selector. Se llama Rin. Para ver si es realmente digno de ser nuestro maestro, yo, el Juez Yue, lo pondré a prueba en el Juicio Final".
Rin se tambalea frente a él y se gira para mirar a Kerberos mientras habla del desastre. Yue frunce el ceño más profundamente, dándose cuenta de que una vez más, la naturaleza suave de Kerberos le hizo olvidar explicar las nuevamente.
"No importa" dice Yue en voz alta, haciendo que Rin se gire hacia él. "Este Juicio comenzará".
Yue extiende la mano hacia Rin y observa cómo sus ojos se atenúan. Rin levanta el báculo y una brillante Carta flota a su lado. "Jump". Dice aturdido, las alas aparecen en sus botas y luego lo llevan al escenario.
La barrera cae y luego se eleva nuevamente, Rin parpadea rápidamente mientras su mente se aclara y mira a Yue.
Yue le devuelve la mirada fríamente. "Debes derrotarme. Demuestra que tienes la fuerza para ser el Maestro de las Cartas. Demuéstralo, o este mundo a tu alrededor sufrirá una gran catástrofe".
Rin tiembla, con las manos sobre su báculo y no se mueve, simplemente mira a Yue con los ojos muy abiertos y tristes.
Por un momento, Yue duda.
Y luego lo hace todo a un lado a favor de levantar la mano y reunir energía en ella. Energía que toma la forma de un fragmento de cristal rectangular. Yue se encuentra con los ojos de Rin, quien lo mira en estado de shock, liberando esa energía en forma de fragmentos de cristal directamente hacia Rin.
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Rin sabe que debería esquivar el ataque que viene hacia él. Pero está congelado, atrapado entre múltiples revelaciones y el deseo de no lastimar a Sekki. No a una de las pocas personas amables en su vida, no a una amiga.
Rin grita cuando los cristales perforan su piel, enviándolo de regreso y cortando su ropa. Rasguñan la piel, simplemente rasguñan, pero sangran visiblemente y se extienden para cubrir su piel. Rin jadea, sosteniendo un corte particularmente profundo con su mano libre mientras que la otra todavía agarra su báculo. Lentamente, Rin logra ponerse de pie y enfrentar a Yue nuevamente.
