Con el otoño arrasando por completo a través de Southern Cross, Rin actualmente está tomando una taza de té caliente y un trozo de pie de arándanos en Sugar Bell, como un regalo de agradecimiento por su ayuda al cubrir a un empleado desaparecido.
"Ese idiota. Reprenderé a Kurosawa más tarde". Se queja Rio frente a Rin, viéndose agotada. Es el final del día, por lo que Rio no ve ningún problema en sentarse para un descanso de cinco minutos antes de ir a terminar de limpiar.
"No decirles estuvo muy mal..." Rin se detiene para tomar un trozo de pie. "Eso sucedió en mi último trabajo y apestó".
"¿Euh? ¿Ya has tenido un trabajo?" Rio mira fijamente a Rin. "No me extraña que te las arreglaras para cubrir bien a Kurosawa... lamento haberte arrastrado a esto, por cierto".
"¡No es problema!" Dice Rin alegremente. "¡Incluso me dieron un pie gratis!"
Rio se ríe y saca su teléfono, desplazándose a través de su lista de contactos y frunciendo el ceño ante un mensaje. "Ese asunto del undōkai... es importante ¿verdad?"
Rin se detiene, un poco confundido por la pregunta y luego recuerda que Rio es originalmente de América. "UH Huh. Tu escuela lo tendrá mañana también, ¿cierto?"
"Sí... ugh, qué fastidio. Dado que me mudé recientemente, no tuve mucha práctica en..." Rio suspira y cierra su teléfono. "Aah bueno, hare mi mejor esfuerzo. ¿Qué tal tú mocoso?"
Rin frunce el ceño automáticamente ante el comentario de mocoso. "No soy un mocoso. Y no sé..." Rin mira su pie. "No estoy seguro si alguien querrá que haga algo..."
"Pero tienes que participar, ¿no?" Rio se ve confundida cuando Rin sacude la cabeza. Entonces ella se encoge de hombros. Se ha acostumbrado a la forma en que este chico pasa de ser feliz y despreocupado a un humor melancólico en un abrir y cerrar de ojos. No es su problema realmente.
"De todos modos, termina tu pie rápido. Si me ayudas con la limpieza final obtendrás algunas de las cosas que normalmente habríamos tirado para llevarte a casa". Rio se estira y sonríe cuando Rin inmediatamente se anima y acepta rápidamente el acuerdo.
'Por eso me gusta Japón...' piensa Rio alegremente. 'Eso y el hecho de que todos limpian su mesa cuando se van. Mucho mejor que Estados Unidos en eso'.
Con pensamientos alegres en mente, Rio se arremanga la camisa y se pone a trabajar.
El día del deporte amanece brillante y claro, con buenos informes meteorológicos que apoyan un día soleado y cálido con una brisa agradable y fresca para el festival. Esto anima de inmediato a todos los estudiantes -desde los de primaria hasta los de secundaria- que participarán en el festival.
Incluso Rin, quien ya está casi seguro de que va a ser apartado de la mayoría de las actividades, está de muy buen humor cuando ingresa a los terrenos de la escuela con Yukio a cuestas.
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Herencia de las Cartas
FantasyOkumura Rin tiene doce años cuando conoce a Kerberos y las cartas. Las cartas mágicas suenan como algo salido de una historia de fantasía, pero eso es con lo que Rin tiene que lidiar. Peor aún, debido a un accidente, tiene el deber de capturar a tod...