1.2

4.6K 642 35
                                    

"And I don't want your pityI just want somebody near me"Nobody, Mitski

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"And I don't want your pity
I just want somebody near me"
Nobody, Mitski.

~

     Peter Parker observaba la ciudad desde la altura de un edificio, esperando oír o ver algo que le indicara que alguien necesitaba la ayuda del gran superhéroe, Spider-Man.

     Al chico le gustaba ese momento de su día. Al despertar en las mañanas, pensaba que al terminar la jornada escolar podría salir a hacer su patrullaje. Cuando comía su desayuno u almuerzo, pensaba en las energías que obtenía para poder combatir el crimen. Y cuando aprendía algo nuevo en la escuela, pensaba en cómo le podría servir para acabar con el crimen en Nueva York.

     Cualquiera que supiera la verdadera vida del joven Peter Parker podía saber y apreciar que el adolescente había dejado todo de lado para volverse un héroe, hasta una vida común de adolescente. No salía con amigos, no iba a fiestas, había empezado a salirse de la mayoría de sus actividades extra curriculares con la excusa de su pasantía Stark. La única razón por la cual seguía en el decatlón era porque era más difícil dejarlo, y además estaba Liz Allan como capitana del equipo, siendo su única oportunidad para interactuar con ella.

A veces, el chico se preocupaba tanto por el bien de los ciudadanos que olvidaba que él también era un joven humano –con superpoderes– y que debía olvidar, al menos por unos momentos, ese gran peso que cargaba en sus hombros.

     El adolescente Peter Parker estaba desapareciendo bajo la sombra de su alter ego.

Un extraño escalofrío recorrió el cuerpo del joven héroe antes de oír lejanamente unas voces junto con alguien silenciándolas. Spider-Man se acercaba sigilosamente por sobre los edificios a donde provenían los murmullos, encontrándose con un grupo de personas con mochilas y pañoletas cubriéndoles el rostro pintando sobre el muro de un pequeño local de comida. Mientras el grupo de personas discutían por el uso de colores, el héroe arácnido se percató que era el mismo equipo de hace unas noches. Su vista se posicionó en la chica que él creía que eran Joan, ella se encontraba pintando en la esquina superior derecha junto a un rubio a su lado ayudando en el mismo sector. Peter Parker esperó a que la mano de la joven llegara al punto más alto del muro para lanzarle una telaraña a su muñeca y mano, dejándola atrapada y pegada a la superficie.

—¡¿Pero qué?! — Dijo ella en voz alta, alertando al grupo.

— Salgan de aquí ¡Ahora! — Gritó Bruce al resto del equipo, cada uno tomando lo que más podían de sus cosas y huyendo de allí.

Spiderman bajó del tejado encontrándose a Joan asustada en el lugar. La joven pensaba en que iba a estar en grandes problemas y que no había manera de salir libre como la otra vez, pero una lata de pintura que fue lanzada desde detrás de ella la hizo dar un pequeño grito ahogado.

—¡Aléjate de ella, raro! — gritó el rubio que Peter no conocía.

Bruce se acercó al héroe de la ciudad e inició un combate cuerpo a cuerpo con este, dejando confundida a Joan. El chico que no le importaba su existencia, la de nadie en realidad, estaba allí luchando con la persona de mallas que media ciudad amaba y la otra mitad odiaba. Ella intentó sacarse la sustancia pegajosa que la aprisionaba, pero cada vez que su mano libre tocaba la tela, esta se adhería al material.

Peter Parker pensaba en que si Joan, una adolescente, era parte de esa "pandilla", los demás integrantes también podían ser jóvenes. Así que, cuando esquivaba los golpes de Bruce, intentaba no sacar de su mente el hecho de que el rubio también podía ser un adolescente como él y que no podía ni debía golpearlo con todas sus fuerzas.

En unos momentos cuando Bruce se desestabilizó por unos segundos, Spiderman aprovechó el momento para empujarlo contra el mismo muro de Joan y apresarlo allí con sus famosas telarañas. Peter libro a la chica por unos momentos antes de rodear su cuerpo con otra tela y junto a él, subirla hasta la azotea del edificio, dejando a un rubio hecho furia y, aunque él no lo admita, algo preocupado.

Joan cayó sobre la azotea del edificio dando un par de vueltas sobre este. Antes de que ella pudiera reaccionar, su mano había sido nuevamente adherida al suelo.

—Al fin atrapé a uno de ustedes — dijo el superhéroe con una sonrisa bajo su máscara.

— ¿Porqué te preocupas tanto por atraparnos? — Preguntó la chica intentando ocultar el miedo en su voz, no quería demostrar debilidad ante el héroe — ¿No deberías estar atrapando a personas que cometen crímenes?

— Ustedes cometían un crimen.

— Técnicamente el arte no es ilegal.

— Técnicamente ustedes hacían vandalismo — Peter soltó un bufido, la chica estaba a la defensiva — ¿Porqué hacen eso?

—¿Porqué te preocupas tanto por nosotros? Ni que estuviéramos robando un banco.

— Solo intento entenderlos.

     Joan miró a su alrededor, observando las pocas estrellas que se podían apreciar en el cielo.

— No lo harías, eres distinto a mi, a nosotros.

— ¿A qué te refieres?

— Eres Spider-Man, toda la ciudad sabe quién eres, todos te ven, todos te escuchan aunque te odien — la joven observó a su alrededor nuevamente, algo paranoica de que alguien la oyera. — A mi nadie me ve, nadie me oye, se olvidan de mi a los segundos. Tengo este "superpoder" de invisibilidad y decidí usarlo para el bien, para ayudar a las otras personas como yo, como nosotros, que sus voces no son escuchadas y que deberían serlo.

     Peter Parker no sabía cómo reaccionar. Si bien el propósito de sus acciones era bueno, seguía siendo considerado como vandalismo ante los ojos de la ley.

    Gracias a su súper audición, Spider-Man pudo oír varias sirenas de policías a lo lejos. Y a juzgar por la cantidad, sabía que algo malo estaba sucediendo.

— Karen ¿Qué sucede? — Preguntó el chico a su inteligencia artificial.

—¿Quién es Karen? — Joan pensaba que él había perdido la cabeza y que solo era un loco en mallas.

     El superhéroe oyó las indicaciones de su IA, entendiendo que lo necesitarían.

—Debo irme, hay problemas — Peter se estaba dirigiendo al borde del edificio cuando la voz de la adolescente lo detuvo.

— ¿No piensas sacarme de aquí?

     El chico nerd pensaba en que no podía dejarla allí sola, pero que tampoco podía dejarla libre de castigo, y muy dentro de si sabía que no quería entregarla a la policía. Joan era su compañera de clase y, en una manera extraña, algo así como su amiga.

     Peter se acercó a la joven y liberó su mano del suelo, ganándose una mueca de confusión por parte de la chica.

—Te juro que si te vuelvo a ver, no te dejaré libre una tercera vez.

     Spiderman se alejó de ella a paso rápido y saltó del edificio para emprender rumbo a donde provinieran las sirenas policiales. Joan quedó allí confundida, tuvo que bajar por el costado del edificio por las escaleras de emergencias llegando al mismo lado donde se encontraba el rubio furioso intentando sacarse la sustancia de su mano.

—Tranquilo, Bruce, yo te sacó de allí — dijo ella recogiendo del suelo un clavo y acercándose a él. La chica, con cuidado de no pasar a llevar la piel de su compañero del club, empezó a romper la tela con la punta filosa del objeto logrando liberar al rubio. La adolescente iba a decir algo, pero la voz del joven la detuvo.

— Vámonos de aquí, busquemos a los demás — dijo Bruce antes de alejarse, siendo seguido por una Joan confundida.

Status quo. | Peter Parker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora