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"Can you let me stretch that pussy out, or nah?"
-Ahhh- gimió la tailandesa con fuerza.
¿Te gusta la forma en la que muevo mi lengua, o no?
El chico puso su mano en el vientre de ella y hundió más su rostro entre los delicados y delgados muslos. Los gemidos y jadeos que salían de sus labios lo volvían cada vez más loco. La deseaba, la necesitaba, quería todo de ella, quería escucharla jadear Agust D hasta la muerte.
-Mmm Yoongi...- jadeó.
-Agust D para ti, muñeca- besó su abdomen y la tomó de las caderas para sentarla sobre su cara. –Vamos nena, puedes montar mi cara hasta venirte- le indicó con su sensual indiferencia mientras que con sus felinos ojos le suplicaba que lo hiciera.
-Mmm...- volvió a soltar mientras meneaba sus caderas sobre él.
Yoongi estaba totalmente embelesado, el sabor de Lalisa, los ruidos de placer que producía, no podía hacer más que volverse totalmente loco. Y el no era para nada del tipo que te folla y te llama al día siguiente, pero dios, la manera en que Lisa lo envolvía era un completo problema. Ya la había cogido unos días antes, justo en la cocina, la había tirado sobre la mesa y se lo había hecho ahí mismo. No podía dejar de pensar en cómo ella gritaba su nombre hasta venirse, cómo la había hecho sudar, cómo la había hecho explotar en el mejor orgasmo de su vida.
Y ahí estaba de nuevo, follándola, como hacía mucho tiempo había deseado. Aunque para qué mentir, deseaba follársela a ella y a sus amigas, pero ya tendría tiempo para ello, por el momento todo él era únicamente para Lalisa.
¿Puedes tomar una verga, nena, o no?
El chico la quitó de su cara y la puso de rodillas frente a él dejándole claro lo que deseaba que hiciera:
-¿Puedes lamer la punta y luego meterte mi polla hasta la garganta, o no?- rió. –Vamos preciosa, muéstrame lo que puedes hacer.
-Sí, señor Agust D- soltó ella con su voz tierna e inocente antes de darle placer al chico con sus labios.
-Argh... Sigue así nena- echó la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.
Oh pequeña... ¿Montarías a un cantante, o no? ¿Morirías por un cantante, o no? Vamos cariño, dame todo lo que tienes.
-¡Ahh, Suga!- gritó al sentirlo dándole por detrás.
-Vamos nena- gruñó en su oído. –Te daré por detrás y de milo formas que nunca has experimentado- soltaba al ritmo de sus embestidas.
-¡Sí, Yoongi!
-¿Quién te está follando nena?- volvió a gruñir.
-¡A-Agust D!- gritó al sentirlo dentro de ella.
-Mmm ¿quién se está apoderando de tu cuerpo?
-¡Tú!- cerró los ojos con fuerza, podía sentir sus piernas flaqueando por los escalofríos y el placer que el chico le causaba.
Mmm pequeña, vas a rodar la cama conmigo, sentirás algo que nunca has sentido, pero eso sí, si quieres estar conmigo deberás mantenerte al cien.
-¿Montarías a un cantante, nena, o no?- preguntó embistiéndola con más fuerza.
-¡Sí!
-¿Morirías por un cantante, o no?- soltó entre gruñidos.
-¡Sí! ¡Por ti sí, Suga!
-Agh...Vamos nena, vente para mí. Te quiero escuchar gritar mi nombre muy fuerte.
-Ahh...
-Vamos bebé, grita mi nombre- los dos estaban al borde del orgamo.
-Ahh ¡Suga!
-¡Lisa!
Y finalmente la chica se desplomó sobre la cama con el cuerpo del famoso Agust D sobre ella, besando sus hombros y acariciando su cabello.
-Ahora nena, ¿puedo traer a otra perra y seguimos, o no?- soltó con una sonrisa sintiendo de nuevo una erección entre sus piernas.
La tailandesa levantó la cabeza de golpe mirándolo con el ceño fruncido bajo su flequillo sudado y pegado a su frente:
-Espera ¿qué?
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