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"I wanna make you come".
Jennie Kim. Je-nnie-Kim. Un metro sesenta y tres centímetros de estatura. Cabello largo y castaño. Ojos felinos y dominantes. Cuerpo delgado y curvilíneo. Labios gruesos y rojos. Yo era simplemente una chica perfecta. Siempre había sido una buena alumna, buena hija, buena amiga. Nunca le habían faltado amigos, ni mucho menos conquistas, los chicos revoloteaban a mi alrededor como moscas, pero siempre los rechazaba... ¿Y cómo no hacerlo? Si yo ya tenía hecha una promesa.
Desde pequeños habíamos sido amigos. Jimin, NamJoon, Suga y yo habíamos estado juntos en todas, en las buenas, en las malas y hasta en lo puto peor. Siempre apoyándonos, escuchándonos, disfrutando de cada experiencia que la niñez y la adolescencia nos brindara. Y justo en ese momento íbamos a dar un paso sumamente importante en nuestras vidas, quizás el más importante en nuestros diecisiete años de vida.
Todo empezó cuando teníamos doce años, fue una tarde de verano, después de nuestro último día de clase, en la casa de Jimin, yo les había dicho muy emocionada cómo había aprendido a darme placer en mi habitación dos días atrás. Ellos me escucharon atentamente, luego me pidieron que me tocara ahí frente a ellos. Con algo de vergüenza lo hice, me quité mi ropa interior, levanté mi falda hasta dejarla arremangada en mi cintura, me senté en el suelo frente a ellos y abrí las piernas de par en par, dejando a su completa vista mi intimidad desnuda, luego de eso simplemente llevé mis dedos a mi vulva y comencé a tocarme como había aprendido que me gustaba.
Llegué al orgasmo frente a ellos, mis tres mejores amigos.
Después de ese día los cuatro hicimos una promesa, que la tarde después de mi último día de clase de instituto iríamos todos de nuevo a casa de Jimin, comeríamos juntos como hacíamos de pequeños, nos subiríamos al ático de su casa mientras todos hacían la siesta y entonces perdería mi virginidad con ellos, mis amigos y amores de toda la vida.
Con ellos tres había tenido mi primer beso, mi primer manoseo, mi primer sexo oral... Ellos eran los únicos para mí y yo era la chica de los tres.
•
-Joder...
Namjoon y Suga acababan de entrar de lleno en mí. Namjoon estaba apoyado de espaldas en la cama conmigo encima, mientras que Suga estaba apoyado en sus rodillas frente a mí. Cada uno de ellos entrando en diferentes partes de mi cuerpo. Se sentía doloroso tenerlos a ambos dentro, pero al mismo tiempo me gustaba, ambos me habían preparado para el momento y cada vez sentía que el dolor se iba apagando.
Mientras tanto, Jimin me acariciaba los pechos y me besaba el cuello ferozmente, sabía que eso me excitaba y así lubricaría más para Nam y Suga.
-¿Te duele Jen?- Susurró Jimin a mi oído.
Yo solo negué con la cabeza, me mordía los labios y tenía los ojos entornados.
-¿Quieres más fuerte nena?- Preguntó Suga mientras me miraba a los ojos. Yo asentí y lo sentí moverse más rápido dentro de mí.
-Ah...
-¿Así pequeña?
-¡Sí!
Estaba apoyada en mis manos, de espaldas al pecho de Namjoon, con las piernas abiertas de par en par, el miembro de Nam penetrándome desde atrás, el miembro de Yoongi penetrándome de frente, mis pechos balanceándose de atrás hacia delante, mi clítoris expuesto e hinchado era acariciado por los dedos de Jimin, mientras que mis labios se encargaban de saborear su glande y frenillo.
-Dios Jen, quiero hacer que te corras...- jadeaba Jimin mientras hacía círculos sobre mi clítoris.
-Mm... Más...- me sentía en el cielo al tener a esos tres chicos estimulando cada zona sensible de mi cuerpo. Haciéndome sentir cosas que nunca había sentido, haciéndome pedir cosas que nunca pensé que pediría.
•
Esta vez yo estaba de pie apoyada en el respaldo del sofá del ático. Ahora era mi mano la que se encargaba de darle placer al miembro de Suga. Nam seguía adentrándose en mi parte posterior y Jimin tenía la cabeza hundida entre mis piernas, su cabello se mezclaba con mi vello púbico y su lengua se adentraba en mí una y otra vez.
Los cuatro estábamos tan extasiados que no sentimos aquellos pequeños pasitos que se dirigían al ático. No fue sino hasta que oímos su voz que nos dimos cuenta de su presencia:
-¿Jiminnie?- Todos volteamos a verla con horror en nuestros ojos. -¿Qué están haciendo?
La hermanita de seis años de Jimin estaba justo frente a nosotros, con sus ojos abiertos de par en par, con expresión de sorpresa y curiosidad, con su cabello largo y pelirrojo enmarañado y su peluche de ardilla colgando de sus brazos. La nena se acababa de despertar de la siesta.
-Rosie, nena, ¿por qué no estás dormida?
Jimin se levantó pero la pequeña se tapó los ojos al ver a su hermano desnudo. De la nada la niña empezó a llorar y corrió hacia la parte de debajo de la casa.
Los cuatro nos quedamos mirándonos sin saber qué hacer y reímos nerviosamente, quizás nos habían arruinado el momento, pero estábamos seguros de que ya veríamos cómo solucionarlo y cómo hacer para repertirlo.
...
Alguien me lo pidió así que lo hice.
Últimamente he estado escribiendo solo de ships que me habían pedido y no había hecho, los iré subiendo por lote, si me pidieron uno o quieren algún ship en especial, escribánmelo aquí o al privado o por la vía de su preferencia. Con cariño, la administración ;)
