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"I gave your girlfriend cunnilingus on my couch".
-Ey Lisa, ¿sabes algo de Jisoo? No sé nada de ella desde el viernes, ¿no iba a dormir en tu casa?
-Ahm, hola Jin, yo bien ¿y tú?- Dijo ella con desinterés, Jin no era precisamente de su agrado, y realmente lo menos que le apetecía era hablar con el fastidioso novio de su mejor amiga. -No sé nada de Jisoo desde el sábado, ¿por qué no la llamas? Es tu novia al fin y al cabo- soltó lo último con ironía y una pequeña risita.
-Entonces durmió en tu casa ¿no? Lo que pasa es que aunque la llamo no me contesta. ¿Qué hicieron el viernes?
-Mmm bueno, cosas de chicas, era una pijamada, ya sabes...
-¿En serio? No hicieron nada raro, asumo, son mejores amigas ¿no?
Lisa se detuvo de golpe en el pasillo de la universidad y observó al chico con enojo, ya sabía que a él tampoco le agradaba ella, menos aún al saber que a ella le gustaban las chicas, bueno, le gustaba su chica para ser más claros.
-Mira Jin, realmente no sé cómo explicarte.
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Lisa miraba a su amiga embelesada, Jisoo se veía hermosa con aquella pijama de satín con lencería. Le gustaba su amiga y el poder tenerla allí en su casa, con una pijama tan pequeña y sugerente, sentada junto a ella, era un total privilegio.
-¿Por qué te sonrojas, Lisa?
-Soy tímida, ya lo sabes- bajó la mirada con vergüenza, no quería que ella supiera todo lo que imaginaba en su cabeza.
-Lalisa, sé que me estás mirando los pechos, no soy estúpida- bromeó Jisoo con diversión, mientras tanto, Lisa se sonrojó aún más para después dar un vistazo rápido a los pezones sobresalientes de su amiga, sus muslos se tensaron de inmediato.
-No voy a ser tímida ahora Jisoo, te lo diré- tomó aire antes de seguir-, siempre me has parecido hermosa, te he imaginado desnuda más de una vez, tu piel es tan lisa y perfecta, me imagino lo increíble que sería si me dejaras pintarte- sugirió mientras acariciaba su brazo.
-¿Si?- Se levantó de la nada y comenzó a quitarse la ropa frente a la tailandesa. -Entonces busca tus óleos y píntame, ¿quién sabe? A lo mejor hago que saques un sobresaliente en tu clase de arte.
Lalisa no dudó ni un segundo en buscar su materiales para pintar.
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-Ya terminé de pintar Jisoo, ya puedes vestirte- anunció Lisa con cierto sonrojo, en realidad no quería que su amiga volviera a vestirse, por lo que sonrió cuando ella dijo:
-No te preocupes es una noche de chicas, da igual si no usamos ropa, tenemos lo mismo al fin y al cabo ¿no?
-Bueno, supongo que sí- respondió con timidez.
-¿Sabes lo que hacen los chicos cuando duermen juntos?- Lisa niega con la cabeza. -Sencillo, hablan de chicas, se intercambian nudes y se masturban juntos... ¿Quieres que lo intentemos?- Jisoo se acomodó en el sofá y abrió sus piernas, enseñándole su entrepierna descubierta a Lalisa.
-Jisoo, estas muy borracha, mejor dejemos esto y vayamos a dormir...
-Las cosas se están poniendo calientes aquí, ¿verdad Lisa? Vamos, no te hagas la boba, sé que te gusto...
Ya te dije que estás borracha, deja de hacer esas bromas- pide Lisa con la boca seca.
-Tú también estás borracha, además, ¿Por qué quieres que pare si sigues viendo mi entrepierna?
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-Mm Lisa...
Los gemidos de Jisoo animaban más a la tailandesa, quien saboreaba la entrepierna de su amiga mientras ésta se aferraba al borde del sofá.
-Mierda, no pares...
Lalisa levantó la mirada para encontrarse con los ojos entornados de Jisoo, brillantes y más negros que nunca. Eso era algo que quizás Jin, su estúpido novio, ni siquiera sabía, Jisoo parecía Wensday Adams cuando tenía un orgasmo.
-Ven aquí Lis- la pelinegra tomó el rostro de Lisa y unió sus labios acariciando su lengua con la suya. Lisa probó la saliva de su amiga, era dulce como jugo de frutas.
De la nada Jisoo se recostó en el sofá y le pidió a su amiga que se colocara boca abajo sobre ella, quedando su cabeza entre sus piernas y la de ella entre las de Lisa.
-Jisoo...- Lisa se mordió los labios al sentir a su amiga saboreando su entrepierna. Las uñas de Jisoo rasgaban su espalda y a veces sus dedos apretaban sus nalgas.
Dios, eso sí era una buena noche de chicas.
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-¿Qué no sabes explicarme?- Preguntó el chico con su típica arrogancia. -¿Qué le hiciste a mi novia maldita bollera?
Lisa rió con más arrogancia aún para después mirar al presumido de Jin con Lástima:
-Tú novia y yo tuvimos una fiesta de pijamas en mi casa...
-Esa parte ya la sé- interrumpió.
-Bueno, le di un oral a tu novia en mi sofá- lo tomó de la camisa y se acercó a su oído: -me pude dar cuenta de que nunca se lo has hecho, debiste verla apretando sus pechos y gimiendo mi nombre.
-Enredaste y confundiste a mi novia, Manoban- ladró.
-Confundida no estaba, precisamente. De hecho, creo que le gustó, incluso me preguntaba si podía meter su lengua en...- Jin la apartó de un empujón.
-Maldita bollera, ya veremos si de verdad me vas a quitar a mi novia.
-Creo que ya lo hice cariño, y sin que te dieras cuenta, además.
