Una historia donde la espera y distancia consigue romper el alma de los protagonistas, las ilusiones y aquellos sentimientos que creyeron eternos.
Taehyung se cansó de esperar, aunque inconscientemente lo siga haciendo con el pasar de los años.
Jun...
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Febrero, 2022
Los labios de Taehyung son humedecidos nuevamente, y el esperado suspiro que viene dos segundos después de dicha acción, abandona su garganta sin demora alguna. Sus ojos cafés que se miran cansados y enrojecidos más seguido de lo normal, siguen perdidos en un punto cualquiera del ventanal que posee el pequeño apartamento, como si verdaderamente pudiese encontrar las respuestas a todos sus problemas en el.
Hoseok que está sentando en el mueble contiguo, deja su cuaderno a un lado y se permite observa con atención la manera en que su mejor amigo se hunde cada vez más en sus pensamientos, y no en lo que sinceramente amerite de su atención; su vida, su carrera que tanto ama, su familia, y todo lo que le debería de dar felicidad, pero contrariamente a lo que se espera, todo lo ha dejando a un lado desde que él, está lejos.
—¿Qué es lo que lees, Tae?—decide preguntar, notando que al menos está haciendo el intento de distraerse con un libro.
Los ojitos tristes del peliazul abandonan su observación inútil a la ventana, y viajan a su anaranjado amigo que cuestiona con su mirada su estado de abatimiento. Carraspea su garganta, llevando sus orbes castaños al montón de líneas que ni siquiera se ha preocupado en leer en las más de tres horas que lleva en la misma página.
—¿Entonces?—insiste Hoseok.
—Es una historia de romance—farfulla apenas, presionando sus dedos más fuerte sobre la pasta azulada del libro—. Un amor que estaba destinado al fracaso, pero que aun así los protagonistas decidieron continuar.
—Se escucha como el típico cliché, ¿La acabaste ya?—Taehyung asiente un poco, volviendo sus labios una fina línea—. ¿Cómo termina?
Taehyung odia esto. Detesta que su corazón duela de esa manera, que sus ojos ardan y que tenga la sensación de estar perdiendo toda su vida. Sus ojos se llenan de lágrimas y tiene que tensar su cuerpo para no comenzar a temblar debido al llanto.
—Ellos... E-Ellos se separan un tiempo, con la promesa de volverse a reunir—hace una pausa para evitar que su voz le impida continuar—, y uno de los protagonistas esperó por él. Esperó, Esperó... Y siguió esperando; hasta que sus lágrimas se secaron, hasta que su corazón simplemente dejó de doler y comprendió que no iba a morir por su ausencia. Incluso sabiendo eso, él siguió esperando.
—¿Qué sucede después?
—Ya no pudo seguir haciéndolo.
—Y...
—Simplemente dejó de hacerlo—menciona, permitiendo el libre tránsito de sus lágrimas por el camino ya marcado de sus mejillas—. L-Lo hizo cuando comprendió el verdadero significado de la palabra final. Ese era el fin que tanto temió ver. El final que decidió ignorar.
—¿Ese es tu final, Taehyung?—la pregunta hace que el menor eleve sus ojos llorosos a los contrarios, y un pequeño sollozo rompa el silencio del apartamento—. ¿Es así?
Sus manos dejan caer el libro a cualquier lado, para llevarlas hasta su en un intento absurdo de callar sus jadeos agónicos. Realmente siente que está muriendo.
—E-Ese es mi final, Hoseok. El... Final de un ''Jungkook y yo'' que creí eterno.
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