Carta #1

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14/02/2015

¿Recuerdas cómo nos conocimos?

Fue una noche de abril, lo recuerdo perfectamente, acudimos a la misma fiesta que dio la universidad, aquella noche iba demasiado pensante debido a que había terminado recientemente con Jonghyun, nuestro noviazgo fue algo fallido según él y decidí dejarlo porque aunque lo quería no era nadie para mantenerlo atado a mí.

Reí, bebí y bailé como nunca, disfruté de olvidarme un segundo de mis problemas y entonces apareciste tú, tan guapo, varonil y sonriente, portabas en tu mano un vaso de cristal con una bebida de sabor desconocido para mí, charlabas con quienes te encontrabas y sonreías alegremente, no pude evitar fijarme en tus hermosos ojos que pese a ser grandes eran como dos cuencas misteriosas para mí.

Te acercaste a mí con la intensión de preguntarme la hora y aunque fue un pretexto demasiado tonto fui yo quien decidió sonreír y ceder ante tus encantos, fue tan mágico y especial para mí el convivir con alguien que no conocía pero que me agradaba que no me daba cuenta que estaba cayendo en tu trampa, la mortal trampa llamada Choi MinHo el conquistador, sí, que tonto fui.

Bailamos, bebimos más y reímos ante cualquier tontería, me presenté como Key más bien pedí que me dijeras así ya que KiBum era un nombre demasiado común, accediste a ello con una sonrisa y nuestra propia fiesta continuó entre sonrisas y ligeros coqueteos.

No negaré que aquella noche lo que sentí por ti fue meramente físico, eras muy guapo y esa voz atravesaba mis sentidos, eras peligroso, adictivo y aun así decidí arriesgarme a retarme a mí mismo para comprobar que había olvidado a Jong.

La mañana siguiente a la fiesta casualmente te encontré en el mismo supermercado al que yo acudía, te acercaste a mí como un cazador hacia su presa y me disparaste con el dardo de tu sonrisa, el impacto fue tanto para mí que mi corazón fue profundamente perforado por aquel gesto que causó en mí un extraño cosquilleo en mi interior, debí haber sabido que no me amaba lo suficiente como para caer tan bajo pero no pasó, no sabía que podía perder mi dignidad al hablar contigo, al rogar internamente algo más que una conversación, mi interior bullía por abrazarte y mi mente solo pensaba en que eras demasiado guapo para estar conmigo pero confié demasiado e ignoré todas las palabras que los universitarios decían de ti.

Que solo usabas a las personas para tu beneficio.

Ciegamente caí sin darme cuenta de que yo era uno más en tu larga lista de parejas de un solo rato... y ahora... ahora quiero que leas lo que mi corazón había escrito día a día antes de tu cumpleaños.

Con amor, KiBum~ 


Cartas a un amor no correspondido «MinKey»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora