CAPÍTULO TRECE. RAYO DE LUZ

2K 175 24
                                    

Gretel.

—¿Gretel?, ¡Gretel!

Escuché a lo lejos los gritos de la señora de Erne y rápidamente me encaminé hacia ella.

En mi panorama visual aparecieron dos figuras: la pequeña y robusta señora de Erne y el rubio galán, primo de Rania.

—Gretel, por favor muéstrale a Aleix su habitación y mantente al tanto de sus comodidades—ordeno con voz suave, asentí mirando al joven de no más de 23 años.

—Con gusto. Acompáñeme por favor, señor Erne—musité obediente, cuando el joven se posó al lado mío ambos comenzamos a subir las escaleras de mármol, de repente él habló:

—Me puedes decir Aleix si lo deseas—comentó con una sonrisa— lo de señor Erne suena... tan formal— agregó con una risilla. Yo sonreí de lado, amablemente.

—Es por respeto, no creo que a sus tíos les agrade la idea de que la criada lo tutee—admití, su expresión cambio y se detuvo en el pasillo.

—No te llames de esa manera, por favor—comenzamos a caminar de nuevo— nos prestas un servicio honrado y digno.

—Sin embargo, así es la forma en la que debo de decirle, por respeto y...—traté de protestar, su voz ronca me interrumpió.

no, we are civilized people, it doesn't matter if I have a better economical status, we're the same!, so please call me Aleix! — (no, los dos somos personas, no importa si yo tengo un mejor estatus económico, somos lo mismo, así que por favor llámame Aleix) determinó, en un inglés incomprensible para mi. Mi cara se tornó roja ante mi ignorancia y él sonrió reconfortándome— Esas estupideces de clases sociales nunca aplicarán en mi ¿sabes? Ambos somos personas.

—Se lo agradezco, jo... Aleix. —Susurré torpemente, cuando por fin llegamos a la habitación de huéspedes sentí un alivio en mi pecho— Está es la habitación.

El rubio suspiro observando la habitación sin emoción alguna. Sus maletas ya estaban en el piso, y él se dispuso a sentarse en la cama.

Con el propósito de huir, me adelante en anunciar mi salida.

—Bueno, si no necesita ayuda en algo más, me retiro— comenté nerviosamente, dando la vuelta para irme cuando su voz interrumpió mi escape.

actually... —( de hecho) voltee— Si podrías ayudarme. Realmente no tengo ganas de estar encerrado con este montón de ropa por desempacar, ¿podrías mostrarme la casa, Gretel?— Dijo con una enorme sonrisa, marcando en todas las palabras su bello acento.

—Claro que si... Aleix—respondí y su sonrisa se ensanchó.

[•••••]

—Entonces a los 12 años comencé a ir a clases de piano. Nunca me atrajo el piano, pero aprendí—confesó riendo— i have to admit it, I'm a terrible pianist! —(tengo que admitirlo, soy un pianista terrible!) me uní a su carcajada, al ver sus enormes hoyuelos me fue imposible no contagiarme de alegría.

—Debo de admitirte—imite su tono juguetón— que me gustaría verlo tocar alguna vez.

—Bueno, a menos de que estes dispuesta a quedarte sorda, será un honor, my lady. —Comentó riendo, con una reverencia ridícula que me provocó una carcajada.

—Mm, estoy dispuesta a correr el riesgo—musité con una sonrisa, mirando al suelo.

—Pero bueno—habló, haciendo notorio su acento inglés— we've been talking about me for hours, let's talk about you— (hemos hablado de mi por horas, hablemos de ti) — ¿Qué me cuentas de tu vida, Gretel?—Pregunta con una mueca amistosa. Yo me tensó un poco.

—Meh, creo que debería volver al trabajo—admití. Él niega con la cabeza— Bueno, no hay mucho. Dejé mis estudios para trabajar, ya que mi padre se dedica a cuidar a mi madre y bueno, no lo considero un talento pero puedo dar saltos mortales con mucha facilidad—digo, tratando de desviar la atención de mi situación económica.

—¿De verdad? Me encantaría verte dando unos cuantos brincos—Dice con amabilidad.

—Bueno, si estas dispuesto a salir con un ojo morado...

—Estoy dispuesto a correr el riesgo—me imita y no puedo evitar sonreír.

[Cinco días después]

—No deberías de ilusionarte mucho con su presencia, ¿Sabes?—Murmura de la nada Mikaela, mientras doblamos la ropa.

—No te entiendo—murmuré, ella echó un suspiro ruidoso.

—Aleix siempre se va después de terminar unos cuantos trámites aquí. Dura a lo mucho dos o tres semanas. —Aclara— Es muy amable, pero se va.

—¿Y eso por qué me afectaría?—Pregunto,  mirándola.

—Vamos, vi las sonrisillas que se mandaban—confiesa riendo. Yo me sonrojo un poco.

—Un rayo de luz en esta tempestad no está mal ¿no crees? —Murmuró, con una pequeña sonrisa al recordar al joven.

Y es porque así lo sentía, poco a poco Aleix fue entrando a mi vida como eso: un rayo de luz.

_____________
ESPERO LES GUSTE MUCHÍSIMO ESTE CAP, ME PONE SÚPER MEGA FELIZ LEER SUS COMENTARIOS SOOOOO:

VOTEN
COMENTEN
Y DISFRUTEN

ALL LOVEEE

PIEL MORENA. ®️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora