ღ 33 ღ

219 19 18
                                    

ღ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PARTE DOSCAPÍTULO TREINTA Y TRES

"ESCRITOS"

Actualidad

La Madriguera, Inglaterra

Karissa

Tome asiento en el suelo fuera de la Madriguera. Suspire mientras miraba el cielo, para luego beber de la taza de té que Molly me había ofrecido minutos atrás.

El aire limpio era refrescante al igual que la tranquilidad del momento.

Mis hijos estaban dentro de la casa junto alguno de los pelirrojos que habían nacido de la unión entre Arthur y Molly.

Octubre ya había llegado, y como siempre había atraído algunos malos recuerdos en personas que sufrieron durante esos días, yo no era la excepción.

La imagen de Sirius la podía encontrar casi en cualquier lugar por donde miraba, o hasta en mis propios hijos. Eso apenas hacia poder dormirme en la noche, o al menos hasta que mis párpados se cansaran de estar abiertos y seguir con el razonamiento de seguir despierta.

Dejando la raza de té a medio terminar, agarre una libreta con gran volumen y empece a hojear las hojas. Todas estaban llenas de palabras, imágenes e incluso dibujitos. Pero todo eso estaba hecho para una persona, para él.

Eso me saco una pequeña sonrisa, alguna vez pensé que esta sería la única forma en la que Sirius podría recuperar momentos con sus hijos, pero no había forma de dárselo, o de verlo a el.

Trague duro, para seguir viendo lo que hace unos años había escrito. En las hojas se encontraba nacimientos, momentos que a el le hubieran dado tanta risa, cumpleaños.

Aun mi mente apenas podía sostener es tema, de que el este en Azkaban, sufriendo por algo que —muy pocas personas compartimos en opinión— hizo.

Mis hijos crecían sin alguien que era tan importante en mi vida, no lo verían, ni hablarían y apenas ese tema era tocado por la fragilidad que se sostiene en el para casi todos mis conocidos.

¿Por qué la vida siempre era injusta con las personas que mayormente sufría en su vida, que clase de juego para los dioses era ese?

El día después de mi mudanza a la que ahora es mi actual casa en Queens, recuerdo haber intentado de que mi madre habla conmigo por horas, nunca obtuve una respuesta mientras esperaba llorosa en alguno de los rincones de mi casa, casi gritando, para que me escuchará, aunque sabía que era una oportunidad muy baja.

Pero al soñar, porfin pude tener aquella conversación que tanto había estado esperando durante esas horas.

«Me levante del suelo verde que formaba el pasto, estaba fuera de mi casa, en la parte trasera y fruncido mi ceño confundida del come termine parda ahí.

Dispuesta a regresara dentro me detuve por la mi madre que estaba parada a solo unos centímetros mía.

—¿Qué haces aquí? —le dije pregunte inmediatamente.

—Crei que me llamaste, ¿o no, hija?

La mire unos minutos, negando ante su mirada. —¿Por qué hasta ahora, y no antes, en esos momentos en donde sufría?

—Me alegro que te encuentres bien Kassie, mis nietos igual. Una adoración digna de belleza, y aún no crecen, espera y verás co...

La mire dolida y sin poder contenerme hable. —No estoy bien, mis hijos no estarán bien y tu no puedes nisiquiera atender a una de tus tantas hijas, ¿por qué, alguno de tus amantes divinos o mortales te tenía?

—Kassie...

—Kassie nada, madre —le dije con lágrimas—. Mi esposo esta en una prisión mágica por un crimen que se que no cometió, no me dejan verlo y nunca me dejaran. Estoy embarazada, tengo una hija que pregunta por su padre y un hijo que llora porque su padre no puede cargarlo o hablarle.

»No estoy bien madre, no lo estoy. ¿Tu sabias que algún día esto pasaría?, porque yo tenía una extraña sensación de que no podía dejarlo ir, como si alguien me lo hubiera dicho alguna vez, pero se que no fue un Dios, ustedes no pueden estar presentes.

—Deja de llorar, tu...

—Si dices algo acerca de mi rostro será mejor que te vayas de mis sueños.

—Hija, si sabía que pasaría algo malo, pero no esto. Solo quería saber cómo te encontrabas, será duro Karissa, tal vez pienses que ahora lo es pero lo será y algún día, volverás a disfrutar tu vida. Lo empezaron a hacer cuando los fragmentos se emoeizen a unir, que no tarada tanto, pero no lo harás hasta que todo se vuelva a unir.

Ella se dirigió hacia mi, paso sus dedos por mi rostro, secando algunas gotas de mi llanto para luego besar mi frente, y todo se desvaneció después.»

Sin duda ella tuvo razón, como siempre.

—Mamá, ¿me ayudarias a ponerle el sello a una carta? —me pregunto Gwendolyn quien había aparecido derrepente a mi lado, sobresaltandome.

—Claro cariño —dije para hacer rápidamente lo que me pidió—. ¿Y podría saber para quien es?

Mi hija apretó los labios para luego mirar a otro lado. —Para Bill.

Sus mejillas se tornaron rojizas, luego agarro la Carta y se fue hacia la Madriguera, pero a medio camino se volvió hacia mí.

—La tía Molly te hablará en cualquier minuto para comer.

Agarre mi taza y mi cuaderno para empezar a caminar hacia la casa, casi al llegar Molly sale y me mira sonriendo.

—Kass a ti te buscaba, ya vamos a comer.

—Lo sé, Molls. Gwenny me dijo.

—Esa niña —sonrió la pelirroja para luego meterse a la casa junto a mi.

Otro suceso que anotar en la libreta, en donde había hojas con escritos que nunca se enviaron al destinatario, nunca.

Otro suceso que anotar en la libreta, en donde había hojas con escritos que nunca se enviaron al destinatario, nunca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[ESPECIAL D. O. 1/2]

Aquí esta este capítulo, mañana publicaré el siguiente capítulo en honor al mes del orgullo 🌈.

¿Ustedes han escrito algo para alguien pero que nunca entregaron? Yo si, pero todos son borradores de cartas para días especiales o mis sentimientos.

Las quiero, personitas.

KSLHistorias

𝓛𝓮𝓳𝓪𝓷𝓸𝓼 𝓡𝓮𝓬𝓾𝓮𝓻𝓭𝓸𝓼 | 𝘴. 𝘣.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora