Karissa, aunque parezca ser la persona más normal, no lo es. Es parte de mundos fantásticos por una unión que causo su nacimiento, pero son peligrosos. Es una de las pocas personas con esta clase de accesibilidades, pero corren más peligro por las a...
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PARTE DOS ღ CAPÍTULO TREINTA Y OCHO
"LECCIONES"
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Actualidad
Astoria, Queens
Karissa
—Chimmy —grito mi hija menor entre risas.
Deje de lavar los platos para ver como jugaban los pequeños a través de la ventana de la cocina. Observe como Gavyn, Galyna, Harry, Daniel, Louis, Ethan, Grant y Astrid jugaban con el perro que había adoptado unas semanas atrás Abby. Mientras que June al lado de las más pequeñas —Evangeline y Annie— los cuidaba sentada en una banca en la sombra del jardín.
El pequeño Bulldog corría de un lado a otro junto a los niños que lo miraban con adoración, causándome risa. Al terminar me dirigí hacia la sala en donde estaba toda mi familia.
—¿En que tema van? —le dije a Abby.
—En el cinco, ya pasaron el tema de las materias, las reglas a seguir, los enemigos, las armas, y ahora está en el depósito de la confianza —habló Rosa metiéndose en la conversación.
—Y eso que aún faltan temas —dijo Verónica desde el sofá, al lado de Lily y Amelia.
—Dejenlos ser —dijo Ginger con diversión.
Desde que los niños entraron a Hogwarts, un día antes John, Mark, Frederick y Richard les daban una plática con referente a todo y siempre tenía algún apoyo de nosotros. Cada año. Sin falta.
—Es repetitivo sino contamos que aportan cosas nuevas de su estadía —dijo Lily.
—Es divertido de cierta forma —dijo Seth—. Para ellos y para los niños.
—Tiene razón —dijo James mientras abrazaba a su esposa.
—Entonces nunca deben desmayar a una persona para interrogarla si les parece sospechosa —dijo Richard mirando a los niños y luego a nosostros con mirada de reproche lo cual nos hace reír solamente a los que estuvimos presentes esa vez.
—No nos puedes culpar, eran órdenes de Quirón —dijo Mark.
—¿Y también era orden de él que me amarraran como secuestradores? —dijo el Romano.
—Eh —dijo Frederick mirando a otro lado.
—Bueno, eso si lo hicimos nosotros —dijo John—. Pero no queríamos toparnos con un durmiente Jackie Chan Romano.