La indicada.

Capítulo 2

-¡Scorpius se hace tarde!-gritó su padre desde la cocina.

Scorpius parpadeó varias veces y vio el reloj, eran las siete y media de la mañana. Aún falta hora y media para sus clases, pero su padre había ganado un fanatismo por llegar puntual a su trabajo. Y todo por quién, por la señorita Granger, pero hoy le pondría fin a está situación cómo que se llamaba Scorpius Hyperion Malfoy.

Se levantó y tiró la colcha a los pies. Tomó sus lentes y se los puso, camino hasta la cuna de su hermanito que lo esperaba despierto con una sonrisa en su pequeño rostro.

-Hola, Regulus. Hoy papá está más loco que antes, pero no te preocupes arreglare esto muy pronto. Sacó la barandilla de la cuna y tomó a su hermano en brazos y lo bajo al suelo. Busco su chupete y volvió a cargarlo hacia la salida de la habitación.

-Ya era hora. Llegaremos tarde-dijo Draco con un delantal gris que traía puesto y se leía. "Para el super papá" un regalo que le había regalado su amigo Blaise.

-Damelo y apurate a vestirte que el desayuno ya está-hablo su padre tomando al pequeño en brazos.

-¿Te quieres calmar, Lucius?-le dijo su hijo yéndose al baño.

-Y no me llames Lucius, soy tú padre más respeto, jovencito-le regaño Draco. Tú si quieres a papá, ¿verdad?-le preguntó a su pequeño hijo.

-¡Tata!-fue el gritó del pequeño.

-Creo que lo tomaré como un sí-dijo colocandolo en la sillita de bebé.

Scorpius volvió veinte minutos después vestido, y peinado y traía la mochila, y el bolso de su hermano y en la otra una muda de ropa para Regulus.

-Ya estoy, y aquí esta su ropa-dijo Scorpius.

-Bien, siéntate y desayuna. Mientras yo cambio a tu hermano-dijo su padre tomando la ropa de sus manos.

Su hijo se sentó en la mesa y comenzó a desayunar.

-¿Papá?

_¿Sí?-preguntó Draco tomando a Regulus en brazos para llevarlo hasta el sillón y comenzarlo a desvestir.

-Ten cuidado con la sorpresa-dijo su hijo.

-¿Cuál sorpresa?- pregunto Draco abriendo el pañal. ¡Ahg! ¡Por Merlín!

-Esa sorpresa-contestó su hijo carcajeandose.

-Sí, si burlarlate de tú padre. ¿Qué es lo que comes pequeño?-le preguntó a su pequeño hijo.

Draco tomó una toallitas higiénica y un pañal limpió, quitó el sucio y comenzó a limpiar la colita de su hijo aguantadose las arcadas. Tiró las toallitas limpias sobre el pañal y tomó otras limpias, volviendo limpiar para poder entalcarlo.

-¿Papá?

-¿Qué?

-No dejes que tomé mucho frío.

-¿Por qué?-preguntó él. Y su respuesta fue contestada cuando sintió algo tibio en el delantal.

-Por eso-dijo Scorpius señalado la fuente de pipi de su hermano.

-Gracias, por bendecir a tu padre, Regulus. Pero me gusta más la ceremonias tradicionales-exclamó Draco tomando unas toallitas para limpiar a su hijo otra vez.

Scorpius siguió en su desayuno muy concentrado mirando las noticias desde el pequeño televisor de la cocina.

-Bien, terminamos-dijo Draco bajando a su hijo al suelo para que comenzará a gatear. Iré a lavarme y a cambiarme de camisa. Vigilalo. Vuelvo enseguida-dijo él  corriendo al cuarto de baño.