Capítulo 14

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Hermione despertó horas más tarde miró el reloj, eran las siete de la mañana. Bajo la cabeza y volvió a cerrar los ojos estaba cansada y no precisamente por el trabajo, sonrió para sí misma. Volvió a abrir los ojos y un olor inundó sus fosas nasales, ¿eso es olor a tocino?-se preguntó levantándose de la cama. Tomó la blusa y se la colocó, abrió la cajonera y tomó un pantalón de chandal y salió de la habitación para encontrarse a Draco cocinando. Se movía de aquí para allá sin parar, traía puesto un delantal mientras tarareaba una canción.

_Se te da muy bien lo de cocinar, ¿verdad?-preguntó Hermione acercándose a la cocina.

_Tengo dos niños, que dependen de mí-dijo él dándose la vuelta para poner el tocino y los huevos en el plató.

_Ahora serán tres le corrigió-ella algo ruborizda.

_Tienes razón-sonrió él dejando las cosas de lado y caminando hacia ella para ponerse de rodillas. Tú papá casi se olvida de ti, pequeña-apoyo las palmas en su vientre. Hermione sintió una ternura al ver cómo él le hablaba al bebé.

_Cuando regresé, te enseñaré a volar en escoba, a jugar Quuddicth.

_Ni sueñes que te dejaré que mi hija, se suba a una escoba.

_Ya veremos eso-contestó él poniéndose en pie para tomarla de la cintura y mirar su ceño fruncido.

_Estoy hablando en serio, ella no se subirá nunca a una escoba, porque...-pero no pudo terminar por que él la silencio con un beso.

Draco la silencio con un beso pasional de esos que te dejan sin aire, y te hacen perder la cordura. Cuando el beso termino ella se apoyó en su pecho, las piernas le temblaban y sentía que iba a desmayarse. Él la sujeto de la cintura y mantuvo firme junto a su pecho.

_¿Estás bien?-le preguntó Draco.

_Sólo fue un mareo, pero estoy bien.

_Sientate, necesitas comer, has gastado mucha energía-le dijo Draco corriendo la silla para que tomará asiento.

Hermione se puso roja por aquellas palabras.

_Es gracioso, pero no deberías ponerte a sí. Cuando dije la verdad.

_Disculpame por ser tan promiscua.

_Te acostumbraras. Mañana debemos ir al registró para casarnos.

_¿Qué? ¿Tan pronto?

_Me iré en menos de una semana. Necesito dejar todo en orden y hablar con los niños, mis padres ya está informados. Hermione quiero que cualquier cosa que necesites, siempre acudas a mi madre, padre sólo se quejará, pero él te protegerá al igual que a los niños.

_¿Por qué hablas cómo si no fueras a volver?

_Está la posibilidad de que no vuelva.

_¡Tienes que volver!-le gritó ella con un tono exigente. Debes regresar.

_¿Tú estarás esperándome cuando regresé, Hermione?-le preguntó con una mirada esperanzadora.

_Aquí estaré cuidando a tus hijos.

_No me refiero a eso. Si no de que tú estarás aquí para mí, cuando vuelva.

_¿Quieres que esperé por ti?

El asintió con la cabeza y la miró como un cachorro que suplica cariño. Ella estiró su mano y acarició su pálido rostro, recorrió la punta de su nariz, sus pómulos, sus mejillas y por último sus labios.

_¿Qué haces?

_Quiero memorizar todo tu rostros, para que cuando regresés no encuentre nada raro-dijo ella.

La indicada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora