La indicada.

Capítulo 9

Draco llegó cansado y agotado a su casa, su madre lo estaba esperando en la sala recostada en el sillón con los ojos cerrados.

Él se acercó a su madre y tocó su mano despertandandola.

-Madre-movió su mano.

Narcissa abrió muy lentamente sus ojos y vio a su hijo. Su cabello estaba desordenado y su rostro estaba cubierto de raspones.

-¿Cómo te encuentras, hijo?-dijo ella levantándose. 

-Bien, no te preocupes sólo son un par de raspones y golpes.

-¿Cómo no voy a preocuparme?-preguntó su madre.

-¿Dónde está ella?-preguntó Draco mirando la habitación.

-Ella está con los niños. Scorpius la llevó a su habitación.

-¿Con ambos niños?

-Sí. Regulus no ha querido soltarla-contestó su madre.

-Ire a verla, ya regresó.

-Draco-hablo su madre.

-¿Sí?-dijo el girándose hacia ella.

-Debemos hablar, es algo muy importante.

-Cuando regresé.

-Pero necesitamos hacerlo.

-Bien, volveré enseguida.

Draco salió de la sala y camino por el pasillo hasta llegar al dormitorio de sus hijos. La puerta estaba entreabierta y él se asomó para encontrarse con la imagen más tierna que había visto.

Hermione estaba sentada en la  mecedora que estaba aún lado de la ventana y Regulus estaba recostado en su pecho mientras ella tarareaba una canción.

Scorpius ya se había quedado dormido en su cama. Hermione tenía los ojos cerrados mientras tarareaba la canción y pasaba su mano por la espaldita del pequeño.

Él ingresó en la habitación, Hermione abrió los ojos mirando a Draco y se puso en pie inmediatamente llegando a su lado con el pequeño en brazos.

-¿Te encuentras bien?-preguntó ella levantado una mano para posarla en su mejilla.

Draco cerró los ojos y se dejó arrastrar por aquel contacto que ella le propinó. Volvió a abrirlos y se encontró con aquella mujer que le había hecho olvidar por completo todo sus problemas aquella noche.

-Yo estoy bien-dijo él apartandose de ella.

-¿Qué sucedió en el Ministerio?-le preguntó ella meciendo a Regulus.

-Logramos detener el ataque, pero hubo muchos heridos y no logramos atrapar a ninguno.

-Debo volver al Ministerio-dijo Hermione recostando al bebé en la cuna.

-No, no puedes-contestó él.

-No digas tonterías, soy la ministra de magia e iré a donde se me de la gana, Malfoy-dijo ella dándose la vuelta para mirarlo desafiante.

-Potter me ordenó que no salgas de aquí.

-No me interesa lo que ha dicho Harry, soy dueña de mi vida y me iré, ¿entendido?

Draco se plantó frente a la puerta.

-Quitaté de ahí Malfoy, no quiero gritar y despertar a tus hijos. Así que apartate.

-Apartame tú-le contestó él.

-No seas infantil, y quítate.

Draco se corrió y la dejó salir de la habitación, pero cuando ella cruzó el pasillo él la cargo en su espalda y la llevó por el corredor.