Runaway || Treesbros [EDITANDO]

Siete

Una dulce brisa de verano acariciaba mi rostro y podía sentir como mis cabellos se movían un poco. El sol me deslumbraba provocando que mis pecas se hicieran más notorias. Las aves cantando me transmitían paz, por fin estaba relajado. Es bueno tener un momento para ti luego de... tantas cosas.

-¡Oye, debilucho!

Pude reconocer aquella molesta voz al instante. Seamos honestos la voz de Jared Kleiman es el tipo de cosas que uno no puede olvidar.

Corrió hasta la banca donde me encontraba. Parecía algo acalorado, ya que en su frente se podían distinguir algunas cristalinas gotas de sudor.

-Hola, Jared -le sonreí amablemente.

-¿Qué sucedió con el School Shoter? -preguntó, directo al grano. Me encogi de hombros. Debí verlo venir; Jared no me llamaría para solo juntarse conmigo, él solo quería enterares de cada cosa cual vieja chismosa-. ¡Vamos, tú sabés toda la mierda!

Al ver que no conseguía una respuesta por mi parte comenzó a picar mi mejilla una y otra,y otra, y otra vez, repitiendo la palabra "dímelo." Debo confesar que algunas de sus actitudes me disgustan, pero esto está colmando mi maldita paciencia.

-¡Ya basta! -exclamé, apartandolo de mí-. Si tan interesado estás en Connor, ¿por qué no vas tú mismo y le preguntas?

Jared permaneció en silencio, observándome con su mirada fija en la mía. Su respiración continuaba siendo entrecortada.

-¿Crees que hubiera venido hasta aquí para preguntarle a Murphy? -preguntó-. Si hubiera querido que Connor me contara lo hubiera llamado a él, genio.

-Entonces, ¿por qué me llamaste a mí?

Antes de que Jared pudiera darme una respuesta alguien me tomó por los hombros y me sacudió levemente.

-¿Alguien dijo Murphy? -preguntó con una voz ronca cerca de mí odio, casi como un susurro, provocando que se me erizaran los cabellos y que un calor se apoderara de mi rostro.

-¡C-Connor! -se rió tomando asiento entre Jared y yo-. ¿Q-qué haces aquí?

-Quería verte -su mirada se fijó en Jared-. Hey, Kleiman.

-Hey Murphy-formuló entre dientes.

Un silencio reinó. Carraspie un poco, llamando la atención de ambos chicos.

-¿Jared, qué ibas a decirme?

-Nada, olvidado -se incorporó-. Debo irme.

Entonces, se marchó tan rápido como llegó. Mi compañero y yo nos limitamos a verlo alejarse a la distancia.

-¿Cuál es su problema? -murmuró Connor luego de un rato.

-Yo... No lo sé -me encogí de hombros y posé mis ojos sobre Connor, quien parecía igual de confundido.

Ambos, más allá de no ser amigos de Jared, sabíamos con exactitud que aquello no fue una reacción común de él.