Runaway || Treesbros [EDITANDO]

Ocho

Al llegar a mí casa, intenté contactar a Jared por todos los medios a se me pudieron ocurrir; Instagram, WhatsApp, Twitter, etc., pero aún nada. Simplemente se había desvanecido de las redes y sin explicación.

-Tranquilizate Hansen, seguro está bien -repetió Connor, calmado como siempre, recostado en la punta de mi cama.

-Ambos sabemos que eso fue inusual, Connor.

Logré escuchar como el castaño bufaba por lo bajo. ¿Por qué le molesta tanto?. Solo quiero saber si el patán de Jared está bien, y ya. De mala gana Connor se incorporó, tomó lugar a mi lado y me arrebató la laptop de las piernas.

-¡Connor! -chillé.

-Déjame intentar, sí?

Me crucé de brazos y suspiré frustrado mientras observaba como arrastraba el mouse hacia el ícono de Discord y llamaba a Jared. Al poco tiempo respondió. Si hubiera sabido que era tan fácil no habría estado horas como un tonto, observando los chats, esperando una respuesta.

-Hey, pequitas -dijo Jared, a forma de saludo, distraído sin observar la cámara.

-¿A caso me viste pecas, Kleinman? -preguntó Connor, retóricamente, con el ceño fruncido.

Jared se volteó bruscamente y le dedicó una mirada de mala muerte a mi compañero. ¿Qué les sucede a estos dos últimamente? Quiero decir, nunca se llevaron tan mal hasta este punto de dedicarse miradas de odio.

-¿Qué haces con la laptop de Evan? -formuló entre dientes.

-Maldición, relajate un poco -me tomó del antebrazo y me acercó a él-. Está justo aquí. Saluda pequetias -rozó su nariz contra mi mejilla con mimo.

Pude sentir como el calor se apoderaba de mi rostro. El ceño de Jared se frunció al presenciar la escena.

-Connor, d-dame la laptop -murmuré, posicionando el aparato nuevamente sobre mis piernas. Connor puso los ojos en blanco y se recostó nuevamente al filo de la cama.

-¿Qué quieres? -preguntó Jared desviando la mirada.

-¿Te encuentras bien?

--¡Claro! Estoy perfectamente bien.

Puedo ser ingenuo, lo sé bien, pero no soy idiota. Está mintiendome, algo descarado, si me dejan decir.

-¿Puedes si quiera mirarme y no mentirme? -guardó silencio. Su ojos no se desviaba de la ventana-. Jared, por favor.

-Estoy ocupado.

-¿Al menos me dirás lo que planeabas decirme en el parque?

-Adiós, Evan.

Acto seguido, la llamada se cortó. Suspiré frustrado y cerré mi computadora para enfrentar a Connor, quien me observaba con incredulidad. El castaño ladeó su cabeza levemente.

-¿Tú estás bien? -me encogí de hombros y le dediqué una sonrisa forzada-. De acuerdo, leamos un libro.

Entonces, Connor se levantó y caminó por mi cuarto hasta mi biblioteca. Pasó sus dedos por los libros hasta encontrar uno que le convenciera lo suficiente como para que logre distraerme.

[...]

Narra Jared...

Colgué la llamada lo más rápido que pude y cerré la laptop con algo de brusquedad. Estaba frustrado y, tal vez, no medí mi fuerza. Finalmente, arroje mis lentes hacia mi escritorio repleto de papeles y oculté mi rostro entre mis manos.

-¡Idiota, idiota, idiota! -grité-. ¿Por qué dices lo que sientes? ¡IDIOTA!

Permanecí con mis manos entre mi rostro por un tiempo. Los pensamientos comenzaban a abrumar mi mente. Me coloqué los lentes. Ya me estaba hartando de como me sentía. De todo lo que me hacía sentir.

Luego de meditarlo por casi una hora, decidí lo que sería mejor para ambos. Tomé mi teléfono y le escribí a Evan, nuevamente, mentí.

Jared

hey, solo quería decirte
que necesito ayuda para
estudiar química

Evan

Seguro, pondríamos
estudiar juntos

Jared

genial
semana que viene, en mi casa

Evan

De acuerdo