Capítulo 5: ¿Destinados?

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Narración normal

En un pequeño y lejano poblado de Canadá se encontraban dos chicos tratando de huir de su tutor, porque literalmente los quiere matar; la razón, es fácil ambos chicos están en edad de buscar su pareja, y como es de esperarse en dos chicos a los cuales nunca les ha interesado ese tipo d cosas, no quieren hacerlo, por lo que aquel lobo, trato de casarlos a la fuerza, pero ellos sutilmente (aventaron a las chicas hasta la salida de aquella aldea) las rechazaron, esa era la razón por la que ahora corrían por su vida.

--Espera, ya no puedo más, tomemos un descanso- dijo un chico de ojos verdes tratando de regular su respiración.

--Ok, pero sabes que tarde o temprano tenemos que volver, no podemos estar aquí siempre- dijo el otro chico de ojos oscuros.

Estaban tan sumergidos en sus propias frases que no se percataron del hombre que se acercaba sigilosamente hacia ellos, cuando por fin pudieron divisarlo, fue tarde para salir huyendo.

--Esto fue demasiado, solo tenían que decirme que no querían casarse y ya- dijo aquel hombre.

--Te lo dijimos, pero como siempre haces lo que te da la gana- dijo un muy irritado chico de ojos verdes.

--Bueno, en fin, solo quería decirles que mañana saldremos hacia Japón, tenemos muchos asuntos que atender ahí, y sí tienen que ir- dijo mirando a ambos, quienes querían negarse.

Sabían a lo que ese hombre se refería, pero eso jamás había pasado por su mente, pues aunque había sido culpa de aquellos seres, nunca pensaron en hacerles algún daño, pues no todos eran igual, y más sabiendo el secreto que ocultaba aquel hombre frente a ellos.

Pero por el momento no les quedaba más que ceder.

Ya luego tendrían tiempo de hablar de manera clara, además que querían ayudar a ese hombre que siempre los ha apoyado, a su manera, pero saben que los quiere.


Narra Cecilie

Ver la forma en cómo actuaron Wolfram y Mikaela, me dolió, y no por el hecho de haberlo hecho frente a mis ojos, si no porque el ver que es lo que son capaces de hacer, y que estaban en un tipo de trance, nunca en mi vida había visto algo similar, no puedo creerlo, pero es verdad.

Ellos al parecer están cansados, y Gwendal y Conrad gastaron mucha de su energía para poder llegar a controlarse, yo sé que lo hicieron para no causarme más sufrimiento, pero no puedo evitarlo, son mis hijos, y no quiero que nada les suceda, tengo que saber qué es lo que les sucedió.

Salí de aquella habitación sin hacer ningún ruido, y me dirigí al estudio de Shinou, no sé porque pero creo que ahí me pueden ayudar.

Llegue y entre sin tocar la puerta, mire a aquel rubio mirarme y luego seguir en lo que estaba.

--Shinou, necesito hablar contigo- dije y él me miro.

--Es sobre lo que causaron Mikaela, y Wolfram- dijo y yo afirme.

--Bien, explícame qué demonios paso, porque se supone que todos estaban bien alimentados para evitar este problema- dijo mirándome serio.

--No tengo idea que fue lo que paso, pero cuando trate de acercarme a ellos simplemente no pude, era como si estuvieran en otro mundo, como en un shock, es difícil de explicar- dije y él me miro sorprendido.

Antes de que pudiera decir algo más, entro Ken el cual solo nos miro por unos instantes y se acerco más a nosotros.

--Creo que yo tengo la respuesta a lo que sucedió esa noche- dijo y ambos lo miramos.

--A ¿Qué te refieres?- dijo incrédulo Shinou, pero estoy igual que él.

--A que la forma en cómo ese par actuó, viene de su destino, es decir, que la persona a la que están destinados, estaban en aquel trance, debido a que ambos han alcanzado la edad de encontrar a aquella pareja, pero no será fácil que ambos acepten a esa pareja- dijo, pero ambos seguíamos sin entender.

--Explícate mejor, porque la verdad, es algo confuso, como que la persona a la cual ellos están destinados, han llegado a la etapa de unirse a ambos- dijo Shonou mirando a su amante.

--A que desde que sus parejas eran niños, sabía que algún día pasaría esto, las parejas a las cuales están unidos, Wolfram, y Mikaela son aquellos dos lobos que quedaron huérfanos- dijo sin más.

Ambos lo miramos sorprendidos, yo no me opondría a que ninguno de mis hijos fuera feliz, pero no con un lobo, no ahora, no con ellos.

Narra Mikaela

Me levante de la cama de mi madre, y camine a la puerta, antes de salir de ella, pude ver a un grupo de lobos dirigiéndose al castillo, no eran muchos, pero eran lobos, no parecían estar enojados, al contrario, se miraban felices, algo extraño.

--Mika... Mika... Mika...MIKAELA- dijo Wolfram.

--Sí, que sucede- dije con la mirada perdida.

--Pareces en otro planeta, o es que...- no termino la frase, pues sabia perfectamente lo que pasaba.

--Lobos se acercan, vienen al castillo aunque no parece que vengan a pelear pues no vienen armados solo vienen ellos- dije aun con la mirada perdida.

Salí de aquella habitación, pues quería ver quiénes eran esos lobos y como se atrevían a venir aquí, solos.

Al parecer a mi hermano le pareció buena idea seguirme así que esperamos a que aparecieran, pues según lo que vi, no tardaran mucho en llegar. 

Daga en el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora