Capítulo 23: Rayo de esperanza

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Narra Shinya

Aun con el poder de aquella bruja no puede manipularme, pero por el momento tengo que fingir, si no quiero que me eche, tengo que salvar a todos, y tengo que ir a buscar a mi familia.

No puedo dejar que nadie los dañe.

Por eso mismo tengo que fingir que estoy bajo su poder, ella cree que puede hacerlo todo, pero poco a poco con mi poder de sanación logre sacar aquella sustancia y borrar todo rastro de manipulación en mi.

Aunque al hacerlo me causo un enorme agotamiento, ahora entiendo que fue lo que paso.

Al imbécil de Shinou lo está controlando esa bruja, y esta está con los estúpidos de la corte.

Lo tenían planeado, sabían que se negaría y lo hicieron antes de que pudiera hacer algo.

Al ser el vampiro más poderoso que existe puede que no sea tan fácil de liberar, pero primero debo ayudar a Mika, y a Wolfram.

A lo lejos vi llegar a Wolfram, parecía molesto, al parecer tiene una misión absurda que si lo consigue solo traerá guerra entre especies.

Esta mujer sí que está loca.

Corrí hacia donde estaba, parece realmente confundido.

--Wolfram, puedo hablar contigo- le dije y solo me miro.

Comenzamos a caminar a la salida del castillo, adentrándonos a la ciudad, creo que será lo mejor.

--¿Qué es lo que quieres?, y espero que sea bueno, porque no puedo perder el tiempo- dijo mirándome, en sus ojos no había expresión alguna, ya no tienen ese brillo que lo caracteriza.

--Wolfram, quiero que escuches con atención y necesito que me creas, esto es importante... Esa mujer los está manipulando, ella es la culpable de que ellos se hayan ido, y ahora es la que los maneja cono si fueran títeres- dije y él solo me miro sorprendido.

Me acerque a él y lo jale hacia un callejón, no había nadie, lo cual facilitaba mi misión.

Coloque mi mano en su cabeza, y comencé a hacer mi deber.

Al parecer está sufriendo, sé que duele, pero pronto me lo agradecerá.

A los pocos minutos perdió el conocimiento, pero no puedo detenerme.

Tengo que liberarlo de este poder.


Narra Yuuri

Llevamos más de dos semanas aquí, y mis hijos ahora parecen niños de 2 años, son realmente traviesos, y es agotador cuidarlos solo.

Me encantaría que mi amado Wolfram estuviera aquí con nosotros, pero pronto lo estará.

Lo extraño.

Pronto iremos a España, ahí es donde viviremos, pues al ser hijos del nuevo rey, es nuestro "derecho", aunque aun con todo esto lo cambiaría por poder estar con mi familia unida de nuevo.

Cuidar a cuatro híbridos de vampiro y lobo, es más difícil de lo que esperaba, y además me preocupa el cómo reaccionaran al saber lo que paso con su madre.

Lo que más temía paso, que a mi familia le pasara lo mismo que a mí y mis hermanos, y ahora a mis hermanitos les paso lo mismo.

Espero que todo se pueda resolver, no podíamos huir todos, pues sería malo, para ellos, sería peor que morir lentamente.

España será un buen lugar para vivir, tengo que concentrarme en lo que ahora es mi presente mientras dure.

Wolfram en donde quiera que estés y sea lo que estés haciendo, ten presente que te necesitamos y te amamos.


Narra Yuichiro

Ya no puedo, me siento muy cansado, aquel trió de cachorros tienen demasiada energía, no recuerdo que Yuuri y yo hayamos sido así, pero cada uno era muy diferente.

Aun habiendo crecido con la creencia de ser primos, siempre nos vimos como hermanos, aunque nuestra madre no sabía de la existencia de ninguno, pues nunca supo de que seriamos tres.

Y luego esta Mika, él es mi hermano, y mi pareja, aunque por ahora no podamos estar juntos, esta con mi madre, y nosotros al ser lobos, en más de un 80% tuvimos que salir de ahí, sería peligroso para nosotros estar en un lugar así, además que igual para los niños.

Pero el saber que no volveré a ver a mi amado, me siento morir, es algo que siempre temí, y ahora es más real que en mis peores pesadillas.

Pero el ver a mis hijos me da un poco de fuerza para poder seguir adelante.

Sí es nuestro destino, con el pesar en mi corazón aceptare todo, solo quiero que mis hijos sean felices.

Pronto iremos a España, y será más difícil el vernos, pues no podremos salir fácilmente de aquel lugar, Mika en donde sea que este, te amare con la misma intensidad que ahora.


Narra Shinou

Le dije a Anne que ella sería la encargada de cuidar del castillo, pues tengo muchas otras ocupaciones, además que no la quiero cerca.

De alguna manera no la soporto, y es ridículo pues aunque suene demente, no tengo la mas mínima idea del porque me case con ella.

Cuando estábamos en la ceremonia, y la celebración, la miraba y no podía sacar de mi mente aquel chico, creo que en verdad cometí un error, y ahora no sé qué hacer.

Pues algo me impide irme de su lado, es como una especie poderosa de imán.

Mi cabeza está hecha un lio, parece que quiero algo, pero a la vez no, es confuso.

Siempre me considere una persona fuerte, pero ahora parezco literalmente un juguete.

Ella es caprichosa, vanidosa, egoísta, sanguinaria y sobre todo, NO LA AMO.

Creí que podría compartir mi vida con ella, pero no puedo, es algo inevitable, aunque trate mi corazón jamás la aceptara.

Y cuando pienso en aquel chico me duele el pecho.

Camine hacia un lugar que siempre me ha tranquilizado, es como un escape para mí.

Entre y me sorprendí de ver colgados en las paredes muchos retratos de aquel chico junto a mí, nos vemos tan felices, pero él me mintió, me uso, y yo caí en su juego.

Pero al ver aquellas fotos, parece que todo fura una pesadilla.

Nos miramos felices, y sobre todo enamorados.

Un amor que pareciera de cuento de hadas, aquel en donde los personajes se enamoran para toda la vida.

Me adentre al lugar y en una de las mesas pude ver a ese chico de nuevo, estaba cargando a un bebe, al parecer acababa de nacer, se miraba tan feliz, con una paz en su mirada, que me hace sentir tranquilo.

Sin entenderlo, las lágrimas comenzaron a salir, mi pecho duele, mi cabeza no logra comprender que pasa, se supone que me engaño.

Entonces porque siento esto.

Es un dolor en mi pecho, seguí llorando hasta el amanecer, este dolor solo aumenta con los segundos.

Salí de ahí, y me dirigí a mi habitación de nuevo.

Y la vi, por inercia, camine hacia ella, la tome del cuello, y la arroje por la ventana, cayó al jardín principal del castillo, no quiero verla.

Daga en el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora