Capítulo 6: Primer contacto visual

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Narración normal

Una pequeña parte de la manada de lobos de Canadá estaba llegando al castillo de vampiros en Japón, todos aquellos seres eran observados por los que en el castillo se encontraban.

En especial dos vampiros rubios, los cuales estaban muy atentos a todos los movimientos de aquellos recién llegados.

No tardaron mucho en llegar a la gran puerta de aquel castillo siendo recibidos por la guardia real, esperando ordenes de atacar a los lobos; sin embargo esa orden nunca llego, en lugar de eso, la guardia fue retirada y ofrecieron una disculpa a aquellos extranjeros, siendo guiados hasta el salón del trono.

Aquellos dos rubios habían quedado extrañados por tal acción, por ello siguieron de cerca a esos "intrusos", ya que era sospechoso que alguien como ellos pudieran entrar y sin un solo rasguño.

Cuando llegaron a aquel salón, en donde estaban todos los vampiros que vivían ahí, todos se sorprendieron al ver a quien entraba por aquellas grandes puertas.

--A ¿Qué has venido ahora?- dijo el rey cortante.

--Solo vine a pedir explicaciones, no crees que después de todo las merezco- dijo el líder de la manada viendo con rencor a los vampiros.

--No tienen nada que hacer ustedes aquí, además no puedes venir a pedir explicaciones de algo que no te corresponde- dijo de nuevo el rubio mirándolo enojado.

--En eso si te equivocas, pues da la casualidad que fui yo quien cuido de aquellos cachorros que sobrevivieron- dijo sin apartar la mirada de aquel rey.

--Creo que en ese punto tiene razón, pero eso no fue culpa nuestra, aquellos vampiros simplemente perdieron el control y sucedió aquella lamentable tragedia, pero por esas acciones fueron severamente castigados- dijo el chico de anteojos que estaba al lado de su pareja.

--Bien, creo que eso está bien... Por ahora- dijo el lobo, mirando a uno de los vampiros que se encontraban ahí.

--¿Qué es lo que intentas con esta estupidez?- dijo nuevamente el rey.

--También quiero saber a qué se refiere con eso- dijo un rubio de ojos azulados que iba entrando a aquel salón, junto a su hermano.

--No les importa, ahora quiero que ambos vallan a recoger sus porquerías que dejaron el día de la fiesta- dijo molesto el rey mirando a ambos rubios.

Los chicos solo se quedaron ahí parados, sin siquiera mover un dedo, no se atrevían, pues su rey se miraba realmente molesto y no querían enfurecerlo más.

Los que también observaban la escena frente a ellos eran dos lobos jóvenes de cabellos negros, y la curiosidad por saber de aquellos rubios los invadió, era una sensación extraña.

Los rubios por su parte al percatarse detenidamente de la presencia de aquellos dos lobos, los examinaron y a los pocos minutos sus miradas se encontraron.

Al notar esto uno de los vampiros presentes, llamo la atención de todos, diciendo que tendrían que conversar de todo lo sucedido en la comida.

A las 12 del día pasaron al comedor, el cual estaba en condiciones poco deplorables debido a la fiesta que se realizo la noche anterior.

Ya todos ahí comenzaron a comer pero lo que realmente querían era saber el verdadero motivo de todo... Que secreto era el que se ocultaba. 

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