Capítulo 29: El comienzo de una eterna felicidad

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Narración normal

Luego de mucho esperar, por fin aquel vampiro estaba listo para cumplir con su misión, no tenía nada más en mente, era como un zombi.

Era una mañana como cualquiera, estaban desayunando, y tratando de hacer entrar en razón a un vampiro un poco testarudo, que estaba en una depresión profunda, se sentía culpable de la muerte de su amado, de no haber podido hacer nada.

Todo aparentemente normal.

Sin poder reaccionar un vampiro apareció de los arboles, abalanzándose al rey de los lobos; todos quedaron sorprendidos, no entendían que era lo que pasaba, se suponía que aquel ser estaba muerto, pero estaba frente a ellos tratando de matarlos.

--Parece que hubiesen visto un fantasma... Bueno da igual, porque pronto ustedes serán unos- dijo el chico mirando a todos.

--K-ken... Amor, en verdad eres tú- dijo Shinou, tratando de acercarse a él.

Este percatándose de lo que planeaba hacer el vampiro, salto sobre él, tomándolo del cuello con fuerza.

--Eres un maldito infeliz, pagaras todo lo que has hecho, nunca debiste nacer, pero no te preocupes acabare con tu patética existencia- decía el chico con ira, y rabia.

--No me importaría morir si es en tus brazos, siempre fue mi sueño estar contigo eternamente y si por mi causa sufriste quiero que sepas que t amo, y que no hare nada para herirte, si es lo que deseas hacer hazlo, te amo, y siempre lo hare, lamento haber sido un desgraciado, no supe valorar aquel amor que incondicionalmente me tenias, no supe diferenciar entre tu amor y lo que me decían, solo quiero que sepas que nunca deje de pensar en ti, aunque de mi boca salieran palabras diferentes a lo que sentía, era estar en una pesadilla, que aun sigue porque no estas a mi lado. TE AMO- dijo el rey mirando a su pareja con adoración, amor, y bondad.

Aquella mirada que solo era digna de dársela a la persona que ocupaba su corazón.

Los demás al observar eso salieron corriendo en busca de los niños, no querían que nada malo les pasara, los encontraron jugando en su salón.

Los tomaron y los llevaron a un lugar seguro.

Regresaron a donde habían dejado a esa pareja ahora con bastantes problemas.

--Shinou, debes hacer algo, si continua así te matara, y ESO NO SOLUCIONARA NADA- decía Shinya.

--No, nunca lo volveré a lastimar, jamás y les ordeno que pase lo que pase no hagan nada en su contra- dijo el rey mirando a los vampiros ahí presentes.

El chico de cabello oscuro, por alguna extraña razón no podía terminar con lo que le habían pedido, su pecho comenzaba a doler, y sus ojos comenzaron a derramar pequeñas lagrimas, no entendía la razón.

Miro a los demás y lentamente soltó a Shinou para volver a dirigirse a Guren pero esta vez se interpusieron dos vampiros, no dejaran que nada pasara.

--Basta, esto no resolverá nada, que es lo que paso contigo, se supone que habías muerto- dijo Mika tratando de acercarse a él.

--Eso quisieran, tengo ordenes especificas de terminar con su patética vida, y eso es lo que haré. Terminare con ustedes- dijo golpeando fuertemente a Wolfram que estaba cerca de él.

Sin pensarlo dos veces Yuuri se le fue encima, dando así comienzo una pelea donde solo uno terminaría victorioso.

--Se lo ordenaron... Eso quiere decir que están manipulándolo, por eso no podía sentirlo.... Tengo que hacer algo- dijo Shonou acerándose a Guren.

--Tienes que tomar una decisión, no dejare a mi hijo morir en sus manos, y sé que tu no dejaras que nada le pase- dijo el lobo.

--Necesito que llames a tu hijo, necesito que Ken este cerca mío, voy a salvarlo de todo esto- dijo el rey.

El lobo capto lo que el vampiro quiso decir y eso hizo, con el poder que tenia sobre los lobos ordeno a su hijo separarse del vampiro incluso si esto dañaba su orgullo.

Ken al ver esto, trato de atacar a Yuuri, pero fue interceptado por Shinou.

--Escucha bien esto no es lo que realmente quieres, liberare tu ser de tu sufrimiento. Te amo- dijo para colocar sus manos en el pecho del otro.

Todos vieron lo que pasaba, era algo impresionante, nunca antes su rey había usado uno de sus muchos poderes.

Aquel poder consistía en poder contrarrestar cualquier poder, y absorberlo.

Una luz azul rodeo a ambos y poco a poco fue disminuyendo, hasta hacerse nula.

El chico de cabellera negra quedo inconsciente, pues al tratar de resistirse había gastado mucha de su energía.

Pero ya estaba a salvo.

--Por favor llévenlo a descansar, ya no les hará daño... Guren ven conmigo- dijo el vampiro para salir corriendo de ahí.

El lobo observo a sus hijos y estos entendieron, se despidieron de sus parejas, y salieron tras el vampiro.

Corrieron por mucho, hasta que llegaron a un castillo noble de vampiro.

--Que demonios hacemos aquí- dijo Guren.

--Aquí se esconde la peor rata jamás existida en el mundo, es el culpable de todo. Planeo todo desde un inicio- dijo el vampiro copn furia.

Los lobos se miraron y luego al vampiro, y por órdenes de este ultimo, solo entraron Guren y él, los otros dos esperaron a que salieran.

Adentro de aquel lugar se encontraba un hombre de cabello negro y ojos naranjas.

Sin dudarlo ambos se le fueron encima y con furia lo golpearon, lo mataron, y luego fueron tras las mujeres que junto a él habían planeado todo.

Daphne y Anne.

Los tres murieron en ese lugar.

Salieron de ahí, quemando todo ese castillo, y regresaron a donde habían dejado a sus familias.

En ese castillo, un muy confundido vampiro observaba todo a su alrededor, incluyendo a las personas ahí presentes.

--Como te sientes- dijo finalmente un chico de pelo claro.

--Bien, dentro de lo que cabe- dijo triste.

--Descuida ahora estas a salvo- volvió a decir.

--Y esta vez sin preocupaciones de que algo malo pueda ocurrir- dijo Mika.

--Eso espero- respondió Wolfram.

Tras un rato llegaron los lobos y fueron directamente a sus amados.

Mika fue y abrazo posesivamente a su hermano, no quería que nada les sucediera.

Ambos se miraron con amor, y cerrando aquella promesa de que siempre estarían juntos no importaba que se besaron.

Guren fue en busca de su amado vampiro, que a pesar del tiempo y las adversidades que habían pasado siempre había algo que perduro, y es que en todos esos años, su amor solo había ido en aumento.

Yuuri camino hacia Wolfram y este lo abrazo sin importar que cayeran al suelo.

Ambos comenzaron a besarse, ganándose una mirada de más de uno.

Shinou sin perder tiempo abrazo a su amado, a quien le debía mucho, y a quien protegería siempre.

El pelinegro miro al rubio y sabían que las palabras sobraban se besaron, pues hacia mucho que no lo hacían.

Daga en el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora