Estas ultimas semanas he tenido un sueño recurrente. Uno muy explicito, que tiene mi mente dando vueltas... Gracias a esa particular fantasía, despierto sudoroso, excitado y con el poderoso deseo de tener a la culpable de mi actual estado muy cerca de mi.
Constantemente me siento como un volcán a punto de colapsar. Mi ritmo cardíaco está a la par con una locomotora a toda marcha; era el reflejo del éxtasis que experimentaba en ese curioso momento. Lo peor es, que minuto a minuto se volvía más lujurioso, pasional y pecaminoso, al punto de proporcionarme un orgasmo tan placentero, equiparable a probar las mieles de una doncella en su etapa de florecimiento.
¡El jodido sueño fue tan real! Aun puedo sentir el sabor de sus labios recorriendo los míos. La calidez de su piel y lo suplicante de su voz ante la colonización de su cuerpo. El penetrante y embriagante aroma que destilábamos ante tales movimientos y perversiones sobrepasaba cualquier idea que mi mente tuviese. Perderse entre gemidos incontrolables y la agitación extrema provocada por lo prohibido, hacia más llamativo mi ya loco sueño.
Recordar mi pequeña aventura en el territorio de morfeo, me incita de manera exponencial a llevarlo al plano real... Pese a las mil excusas y reprimendas sobre mi dudosa ética. Sigo alimentando esta necesidad interna de poseerla en todo los sentidos. A pesar de conocer de antemano que podría representar mi sentencia y mi crucifixión...
Deseo a mi hermanastra y es algo inevitable... Ese es mi pecado Incontrolable.
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¡Pasión Desbordada!
RomanceEl irresistible magnetismo de la atracción nos lleva inevitablemente hacia el contacto sexual. Tarde o temprano, nos rendimos ante este instinto primordial que desafía cualquier resistencia.