Confesiones

224 11 1
                                    

Mis manos inquietas al contacto de tu piel, mis ojos incrustados en tu silueta perfecta. Mi mente divagando por la magnífica escultura que yace frente a mi. Invitándome a deleitarme en un frenesí de pasión desbordada. Cada recóndito punto de tu cuerpo es colonizado por mi incesante deseo de hacerte mía. La muestra de ello es el grado de unión entre los dos. El sudor recorriendo y brotando en cada parte oculta de ti y de mi. Las implacables embestidas y la curvatura contorsionista que muestras es increíble. Tanto como esos gemidos ensordecedores, que prácticamente nublan mi mente, hasta llevarla al límite. Ni decir de los lascivos besos que derriten la piel y las manos lujuriosas decidiendo conquistar tus cumbres, praderas y mucho más.

Hasta tu cuello paso a ser parte de mi boca. Somos como un puzzle que encaja perfectamente. A eso le llamo sincronía sexual. El ver aquellos movimientos involuntarios de tu cuerpo, me encienden a sobre medida. Placer naciente y espectacular, proyectado a través de, espasmos, sonrisas, ruido, humedad. No podría pedir mejor regalo que tu propio deseo hacia mí. No podría querer mejor incentivo que tus ganas de consolidar tus más instintivos pensamientos. No podría estar más satisfecho por aquella pasión desbordada que destila tu ser.

Me confieso ante ti. Te entrego carne, espíritu y pensamiento, envueltos en un solo molde. Soy tu deseo, soy tu pasión, soy quien despierta tu anónimo y escondido apetito sexual.

Me confieso.

¡Pasión Desbordada!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora