entonces, ¿jugamos? || emiliaco

Capítulo 4

—Entonces, tú y Emilio, ¿eh?

Joaquín miró hacia arriba luego de tomar los apuntes de biología sobre descomponedores y productos. Miró a los ojos a Fede que se mantenía golpeando su lápiz sobre la mesa distraídamente.

—Sí.

—¿Por qué? Lo último que supe de ustedes dos es que eran enemigos. Quiero decir, él siempre estuvo rodeado de chicas y...

—¿Chicas? —preguntó riendo —. He estado con Emilio antes de terminar lo nuestro.

Algo cambio en su expresión facial, pasó de sarcástica y arrogante a una de sorprendido y confundido. Joaquín seguía consciente de que esto era para que Fede volviese con él, pero Fede se comporta como un idiota a veces, también desagradable y grosero.

—No actúes sorprendido, Fede —negó —. Tú tienes a Milly, ¿No es así?

Al pronunciar su nombre, Milly miró hacia su dirección.

—¿Escuché mi nombre?

—No te preocupes, amor —contestó Fede, aunque su mirada seguía sobre Joaquín —, todo está bien.

Ella miró a ambos confundida antes de volver a su trabajo.

Y Joaquín iba a hacer lo mismo y terminar esa horrible conversación cuando justo sonó el timbre. Se puso de pie comenzando a recoger sus cosas a toda prisa, al momento de salir de clase agarraron su brazo. 

—Yo no te creo —susurró Fede, bruscamente Joaquín tiró su brazo —, que estabas con Emilio antes de que rompiéramos.

—Tal vez tú no eras el único que se aburrió.

—Creo que deberíamos tener una cita —le propuso a Emilio en el almuerzo, éste levantó una ceja y rio —. Hablo en serio, Emilio. Tenemos que ser vistos fuera de la escuela también, de lo contrario van a sospechar. Estoy pensando que puede ser el viernes, ¿Bolos? ¿Cine? ¿Centro comercial?

—Bien. Uno: ¿Bolos? Claro que no, detesto usar esos zapatos. Dos: El cine es demasiado oscuro, no tiene sentido. Tres: Centro comercial, ¿En serio, Joaco? Es mejor irnos a pasear al parque.

—¿Tienes una idea mejor?

—Bueno —dijo con una sonrisa —, tengo unas cuantas... 

—Si se trata de romper una ley, robar o alcohol, entonces es un no.

—Tú no eres divertido —hizo un mohín —, pero no es eso.

—¿Entonces, qué?

—¿No lo recuerdas? El viernes por la noche es el partido de baloncesto. Piénsalo por un segundo, tú puedes venir a apoyarme a mí, más Fede está en el equipo.

—Luego me invitas a comer.

—Está bien, vamos a Rogger's la escuela se reúne ahí siempre.

—¿Qué debo ponerme?

—No lo sé... ¿Zapatos, pantalones, alguna camiseta linda?

—¡Oye! Es una primera cita con mi novio, no puedo ir casual.

—Joaquín, te he visto y veo cómo vas vestido. Realmente no creo que importe lo que tú usas.

—Esto es diferente...

—Diferente porque lo que tú quieres es impresionar a la escuela.

En eso llegaron Ryan y Marco.

—¿Qué pasa? —preguntó Marco.

—Nada, sólo hablamos sobre lo del viernes.

—¿Qué hay el viernes? —preguntó Ryan.

—Nuestra cita —respondió Emilio sonriendo.

—Sí —Joaquín le sonrió dulcemente a Emilio —. Iré a apoyar a mi novio en su partido, ¿Cierto, pastelito?

La sonrisa de Emilio se borró. Las carcajadas de Marco no tardaron en aparecer. Ryan escupió toda el agua que estaba a punto de consumir, mientras Emilio golpeó su cabeza contra la mesa.

Joaquín esperaba que le haya dolido.