—¿Ahora vas a explicarnos tu plan? —preguntó Marco. Esa tarde los tres estaban reunidos, sentados en el borde de la cama, como siempre, fingiendo estudiar.
—Lo sé, debí decírselos antes.
Miró por la ventana y sonrió cuando se topó con Emilio, él estaba de espaldas solo siendo él. Joaquín negó con la cabeza, estaba observando a Emilio, a su cuchurrumin.
—Joaco, Joaco, ¡Joaquín!
Se aclaró la garganta y sacudió la cabeza. Se volvió hacia Ryan que lo miraba suplicante.
—Ya cuéntanos.
Les comentó rápidamente el plan y la idea sobre el juego de celos. Les contó acerca de que le demostraría a Fede que aún lo ama y no a Milly. Con Emilio pretenderán ser una pareja hasta que Joaquín gane. Simple y eficaz.
Cuando termino, Ryan y Marco lo observaban con expresiones de sombro, difícil de explicar.
—¿Qué?
—Así que, ¿Tú elegiste a Emilio? —sonrió Ryan.
—En realidad, no había nadie más que me ayudara. Quiero decir, no conozco a nadie más, a pesar de todo lo que paso, confió en Emilio.
—Pensé que se odiaban.
—Hubo un tiempo en donde éramos los mejores amigos, fueron buenos tiempos. Lo conozco como la palma de mi mano.
Una vez más, Ryan y Marco lo miraron con sonrisas coincidentes.
—No entiendo por qué me miran así, ¿Qué pasa?
—Realmente eres muy ingenuo, Joaquín —rio Marco.
El viernes por la mañana alguien llamaba suavemente su nombre junto a unos crujidos. Joaquín se levantó y se acercó a la ventana que se encontraba entreabierta.
Era Emilio.
—¿Qué quieres?
Emilio se sentó en el balcón de su ventana como si no tuviera miedo de caer.
—Es viernes.
—¿Y qué?
—Es viernes y noche de baloncesto, ¿Sabes que te pondrás?
—... ¿Qué? ¿Estás preguntándome sobre lo que me voy a poner?
—Conozco esa mirada, no pienses mal. Estoy aquí para ayudarte y para hacerte un cambio de imagen.
—¿Crees que soy feo?
—No —bufó —. Lo que digo es que, tienes que estar más que lindo en el partido.
Sabía que no había forma de evitar esto. Joaquín sabe de las novias que Emilio ha tenido. La primera era una chica boba llamada Marley con bronceado falso, cabello blanqueado y una voz como si tuviera la nariz tapada. La segunda fue Liz, llena de tatuajes y el maquillaje suficiente para llenar un barril. Y él, él es su primer novio y no es nada.
—¿Qué tienes en mente?
—Recuérdame, ¿Por qué estoy haciendo esto?
—Fede. Vas a ver que con esto vas a quedar divino.
—Eso sonó raro —rio.
Era la millonésima vez en esa noche que se daba la vuelta para echar un vistazo al espejo, pero los brazos de Emilio cubrían la vista.
—Espera un rato —lo regañó. Joaquín se cruzó de brazos analizando la situación: Está dejando que Emilio, su ex mejor amigo y ahora novio falso tocar su cabello, él podría salir de esto pareciendo un monstruo de feria —... Esto es lo mejor que te has visto en años.
Emilio dio un paso atrás. Joaquín se levantó y giró inconscientemente sonrió.
—Él no sabe de lo que se perdió —dijo Emilio. Joaquín se volvió hacia él observando su estado de shock, su rostro se transformó en una mirada de: lo acabo de decir en voz alta —. Digo, te ves bien, decente...
Luego de ponerse el atuendo que Emilio eligió fueron a su auto.
—Deberíamos pensar en un plan —dice Emilio dando unos golpecitos al volante al ritmo de la canción que pasaban en la radio. Como Joaquín solo podía preguntarse por qué se siente tan a gusto.
—Sí.
—¿Estás bien?
—¡Brillante!
—Pero...
—El plan.
—Oh, sí, tenemos que actuar como una pareja enferma de amor, y estaba pensando que, si me caigo tienes que actuar preocupado, por favor no te rías. Además, si tengo el balón deberías actuar un poco orgulloso.
Una vez que llegaron y pasaron por el estacionamiento, ambos se dirigieron a las gradas. Frente a todos, Emilio se inclinó y beso su mejilla.
—Recuerda lo que te dije.
Asintió y tomó asiento. Emilio desapareció por detrás de las gradas para prepararse para el juego. En pocos minutos salieron los jugadores, Joaquín saltó como todos y comenzó a gritar el nombre de Emilio. Él miró y sonrió.
El resto del partido fue normal, trató de concentrarse en Emilio, pero sus ojos siguen dirigiéndose a Fede. Milly estaba en primera fila. Hasta que algo ocurrió: Emilio cayó, se formó un silencio y Fede corrió hacia él ayudándole a levantarse.
Diez minutos después las puntuaciones era iguales. Todo el mundo estaba tenso, esperando quién daría la victoria, hasta que lanzaron el balón y Emilio lo atrapo; corrió hacia el otro extremo y anotó.
Joaquín corrió hasta las primeras gradas, Emilio lo vio venir y frunció el ceño. En pocos segundos él lo estaba abrazando. Los brazos del más alto inmediatamente cruzaron su cintura y Joaquín escondió su rostro en su cuello.
—Buen trabajo.
De reojo vio a Fede mirándolos. Así que hizo algo que nunca pensó hacer en toda su vida. Se inclinó hacia adelante y puso sus labios sobre los de Emilio.
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entonces, ¿jugamos? || emiliaco
FanfictionDonde Emilio finge ser el novio de Joaquín.