Capítulo 13

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Narra Alicia

Dos días han pasado desde aquello. Las cosas van bien con Sofia...y ¿Maria? Pues...quizá por suerte divina la vida me sonrió y sus padres se quedarán por toda esta semana.

-Hola chupa conchas.-Dijo Andres llegando con una gran sonrisa.

-Te equivocas chupa picos.-Dije molesta.

-Ah, cierto...tu eres la pasiva...Hola concha chupada.-Dijo riendo, provocando que me sonroje.

-¡Cállate!-Grité molesta.

-¿De qué hablan?-Preguntó Maria llegando a su asiento.

-De nada que te interese.-Dijo Andres con seriedad.-Oh, Alicia...Coddy te invitó a cenar.-Sabía que decía eso para que Maria no se diera cuenta de que saldría con Sofia.

-¿Otra vez? Mis padres te quieren conocer.-Dijo Maria molesta.

-Lo siento, pero mi obligación como amiga esta primero, no les puedo fallar, además, tu y yo solo somos amantes, no tengo obligaciones contigo.-Dije con una sonrisa.

-Esta bien, supongo que tengo que aceptarlo.-Dijo suspirando.

-Bien, objetivo completado.-Pensé viendo a Andres con alegría, quién asintió.

-Muy bien niños a sus asientos.-Dijo el maestro, por lo que Andres inmediatamente se dirigió a su asiento.

Narra Sofia

Suspire mientras terminaba de ordenar la mesa para el desayuno.

Hoy entraría tarde al trabajo, así que por fin podría cumplir la promesa que le había dicho a Alicia. Hoy terminaría con Estela.

Quizá será cruel terminar con ella después de hacerle el desayuno, pero quiero hablar con ella teniéndola tranquila.

-Despierta Estela.-Le dije moviendola suavemente, a lo que despertó.

-¿Qué pasa amor?-Preguntó sonriendo.

-Como odio que esa palabra salga de sus labios.-Pensé.-Epa, eso no.-Dije evitando que me besara.-Levántate, es hora de tomar desayuno.-Dije para después salir de su habitación y volver a la cocina.

Diez minutos pasaron para verla llegar, y ella, al ver el desayuno se alegró.

-Amor, hace mucho que no hacías esto, es hermoso.-Dijo sentándose, por lo que inmediatamente servi el desayuno. Un buen trozo de pastel hecho a mano.

-Hace mucho que no hacía uno.-Pensé.

-Esta delicioso.-Dijo alegre mientras comía el pastel.-¿Te acordaste de nuestro aniversario?

-Mierda...¡¿Nuestro aniversario?! Vaya regalo que le voy a dar.-Pensé mientras me sentaba.-En realidad. Quería hablar de otra cosa contigo.-Dije con seriedad.

-¿Eh? ¿De qué quieres hablar?-Me preguntó con curiosidad.

-Estela...Lo que te voy a decir no es nada fácil. Te va a doler.-Inicié la conversación, logrando llamar completamente su atención.

Para el amor no hay edadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora