Narra Belén
Estaba muy alegre hablando con los padres de Sofia mientras mi mujer hablaba con Nicol y Fernández.
-Me alegro mucho de que al fin hayan podido iniciar una familia.-Decía el padre de Sofia alegre.
-Si, no hay nada mas hermoso que verte feliz con tu nueva hija.-Dijo la señora Martha con una gran sonrisa.
-Gracias a ambos por apoyarnos.-Agradeci con una sonrisa.-Pero ahora quien falta con familia son sus hijas...especialmente Sofia.-Dije con una sonrisa coqueta, a lo que ambos asintieron.
-Es verdad, ya quiero que Sofia me de nietos.-Dijo su madre con ánimos.
-Yo ya tengo un montón de juguetes para ellos.-Dijo su padre con emoción.
-Ellos tendrán unos muy buenos abuelos.-Dije sonriendo.
-¡Amor! ¡¿Me puedes ayudar?!-Gritó Kathy, por lo que disculpandome con los padres de Sofia fui hacia ella.
-¿Qué paso amor?-Le pregunté al ver que ella mecía a nuestra hija en sus brazos, tratando de calmar su llanto.
-¿Puedes prepararle la leche?-Asentí.
-Claro, no hay problema.
-Eres una muy buena madre.-Dijo Nicol con una sonrisa.
-Yo creo que será un buen padre.-Dijo Fernanda riendo.
-Como me vea mi hija lo aceptaré.-Dije, para después disponerme a preparar la leche.
Los minutos pasaron. Mi bebé ya se había tomado su leche y se había quedado dormida, mientras que Sofia aún no llegaba.
-Si esto sigue así me voy a aburrir.-Dijo Fernanda, quién estaba hechada, literalmente, en el sofá.
-Yo me voy a quedar dormida.-Dijo Nicol con pereza.
Y mientras todos hablaban de la ausencia de Sofia, mágicamente la puerta se abrió, y por ella Sofia y Alicia entraron.
Perdón por la tardanza.-Dijo Sofia mientras cerraba la puerta.-Tuvimos un problema que atender.
-¿Qué problema?-Preguntó Fernanda con picardía.-¿Un problema sexual?
-¡Claro que no idiota!-Gritó Sofia molesta mientras que Alicia solo se sonrojaba.
Narra Alicia
Sonreí al ver la bienvenida de preguntas raras que Fernanda le estaba haciendo a Sofia, era lindo ver una familia tan feliz.
-Hola Alicia. Ha pasado tiempo.-Dijo Nicol abrazandome con fuerza, provocando que mis heridas dolieran.
-Suelta a mi mujer.-Dijo Sofia mirando con molestia a Nicol, quién solo sonrió enseñándole la lengua con burla.
-Ñooo. Ella es mía.-Dijo de forma infantil mientras me apretaba a sus pechos.
-Son muy blandos.-Pensé.
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Para el amor no hay edad
RandomUna alumna con muchos problemas en su vida se enamora de una profesora ¿Qué pasará?