Narra Alicia
Han pasado dos semanas desde que Sofia entro en coma, las peores dos semanas de mi vida, pero nada se podía hacer, mi único objetivo era ir a ver a Sofia cada vez que pudiera.
En estas semanas no he vuelto a mi casa, la familia de Sofia estaba mas tranquila estando en su casa, por lo que no me dejaron volver a la mía.
No he sabido nada de mis padres, ya que Nicol no me ha dejado contestar las llamadas de mi madre.
-Hey Alicia ¿Puedo pedirte un favor?-Me preguntó Fernanda.
-Claro ¿Qué necesitas?
-Necesito que me acompañes al supermercado a comprar algunas cosas, algunas para Sofia y otras para mamá.-Asentí ante su petición.-Gracias.-Me dijo.-Bueno, esperame en el auto, voy ahora.-Asentí e hice lo que me dijo.
No tardó demasiado en subir al auto y empezar a conducir.
-Hey Alicia...¿Como te has sentido? Se que no estas muy bien por lo de Sofi, a nosotros también nos afecta pero es tu novia y no demuestras estar mal, ahora es tiempo de que me digas. Puedes confiar en mi.-Sonreí al ver la preocupación en su mirada.
-Definitivamente amo tu familia Sofia.-Pensé.-Sabes que estoy mal, es la mujer que amo.-Dije sonriendo.-Pero mi único deseo en estos momentos es poder estar ahí para el momento en que ella despierte.
-Ella será la mujer mas feliz si te ve a ti al despertar.-Sonreí.
Los minutos pasaron entre conversaciones de distintos temas hasta que llegamos al supermercado.
-Bien, vamos.-Dijo Fernanda bajando del auto, por lo que la imite.-¿Te subo al carrito?-Me preguntó riendo después de cerrar el auto y tomar aquel carrito de supermercado.
-No creo que una persona de mi edad deba estar sobre un carrito.-Dije con un poco de gracia ante su gesto.
-Venga ya, tampoco es pecado.-Dijo alegre mientras caminaba, por lo que empecé a seguirla.-Apuesto a que te subes si es Sofia quien te da la idea.-Dijo riendo.
-Tampoco lo haría, no quiero verme infantil.-Dije seria.
-Vamos, si aún no eres tan grande.-Dijo ella desordenando mis cabellos.
Sonreí ante su acción, pero entonces sentí algo extraño, sentía que me observaban, por lo que volteé.
-¿Qué pasa?-Me preguntó Fernanda.
-Oh, nada.-Dije sonriendo al no ver nada extraño detrás de mí.
-¿Segura? Volteaste muy asustada.-Dijo ella insegura de mi respuesta.
-Segura, así que tranquila.-Le dije.
Ella decidió aceptar mi respuesta y seguimos con nuestra misión mientras que íbamos haciendo una que otra travesura y riéndonos de cada cosa que se nos ocurría.
-Alicia...¿Puedes seguir tu con las compras?-Me preguntó Fernanda, por lo que curiosa le pregunté.
-¿A dónde vas?
-Voy al baño.-Dijo sonriendo.
-Ok, yo me encargo.-Le confirme tomando el carrito para que ella pudiera ir al baño.-Bien...entonces...-Tomé la lista de las compras y observé lo que faltaba.-Frutas y leche.-Pensé, para después empezar a empujar el carrito hacía el pasillo de las frutas, que era el que tenía mas cerca.
-Hola jovencita...¿Me necesita?-Abrí mis ojos sorprendida al escuchar aquella voz, y peor fue al ver al dueño.
-¿Ro...Ronaldo?-Susurre con miedo, a lo que el asintió.
-Así es.-Dijo acercándose a mi rostro para después con su mano izquierda acariciar mi cuerpo, hasta la altura del estomago...lo bueno es que lo hizo sobre la ropa.
-Po-Por favor déjame...aléjate.-Le rogué.
-Jejejeje, ok tranquila.-Dijo alejándose de mi con una sonrisa, pero entonces entendí porque lo hizo.
-¿El te esta molestando?-Volteé sorprendida al escuchar la pregunta de Fernanda.
-¿Eh? No.-Dije nerviosa. Sabía que mentir era malo, pero no quería tener más problemas, solo quería ir a casa.
-Ah, bueno, entonces vamos.-Dijo ella tomando el carro y mirando seriamente a Ronaldo.-No quiero ofenderlo, pero es de mala educación acercarse así a la gente.-Dijo ella molesta, para después empezar a caminar.
No compró las frutas ni la leche, creo que en serio le preocupó lo que paso con él. Pagamos todo y lo subimos al auto.
-¿Quién era él?-Me preguntó cuando encendió el auto.
-No lo se.-Dije intentando que me creyera aquella mentira.
-No me mientas, se que lo conoces.-Dijo segura.
-¿Y por qué estas tan segura de eso?-Le pregunté.
-Lo estabas mirando con miedo.-Dijo ella.-Lo mirabas aterrada, y estabas temblando.-Dijo mientras empezaba a conducir.
-Solo me dio miedo que se me acercará tanto.-Dije.-Si te hubiese pasado a ti no creo que hayas estado tranquila.
-Jejeje...el ya estaría muerto si fuera yo.-Dijo de forma macabra, provocandome un poco de miedo.-Ahora que lo pienso...mamá me va a matar, no compré ni ñas frutas ni la leche.-Dijo nerviosa.-No podemos volver porque ese hombre podría seguir ahí.-Dijo tomando su teléfono y marcando un número.-¿Belén? ¿Irás a casa?-Preguntó al momento en el que le contestaron.-¿Podrías llevar manzanas y duraznos? Oh, y algo de leche ¿Si? Es que mamá lo necesita, aquí les devolveré el dinero. Gracias, nos vemos.-Dijo sonriendo.
-¿Irán las chicas?-Le pregunté con una leve sonrisa.
-Si. Y mamá quiere hacer varios dulces.-Dijo ella riendo.
Narra Ronaldo
Sonreí al salir del supermercado para después tomar mi teléfono e ingresar a la aplicación del mapa, por lo que inmediatamente active el gps y encontré su señal.
-Al fin podré tenerte.-Pensé para después llamar a la mujer.-Buenas...encontré a su hija.-Dije sonriendo.
Ese dispositivo de rastreo...no pensé que sería tan fácil ponerlo.
Flash Back
Al acercarme a ella y empezar a acariciar su estómago aproveché de introducir mi mano en su bolsillo y dejar aquel dispositivo.
Fin Flash Back
Suspire.
-Al fin podré poseerla y usted será recompensada, tal como le prometi.-Dije sonriendo.
-Me parece bien.-Dijo finalizando la llamada.
-Alicia...ya quiero estar dentro de ti.-Pensé con morbo mientras mi miembro empezaba a alborotarse.-Supongo que por hoy buscaré una zorra.-Pensé subiendo a mi auto y empezando a manejar hacía cualquier lado, esperando encontrar diversión para esta noche.
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Para el amor no hay edad
عشوائيUna alumna con muchos problemas en su vida se enamora de una profesora ¿Qué pasará?