Capítulo 36

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Narra Alicia

Mi mirada solo estaba puesta en el cadáver debajo de Sofia, las manos me temblaban, y mis labios no podían cerrarse.

-Yo...No...¿Qué hice?-Preguntó a la nada con sus manos temblando, estaba aterrada con su propia acción.

-¡AHHHHHHHHHH!-Dirigí mi mirada hacia aquella chica que gritaba, y yo solo me percaté de que estábamos pérdidas, pues al gritar, llamó la atención de la gente, y con ellos...llegaron los oficiales.

-¿Qué a pasado?-Preguntó aquel oficial, y grande fue mi sorpresa al oír la seriedad en la voz de Sofia.

-Yo he matado a esta mujer, eso es lo que ha pasado.-Dijo, provocando que el oficial rápidamente tomará las manos de Sofia y las esposara.

-Usted esta detenida por matar a un civil, y será mejor que guarde silencio, porque no estoy dispuesto a escuchar los argumentos de una asesina ¿Y usted?-Me preguntó esta vez a mí, y antes de que pudiera decir algo, Sofia habló por mí.

-Ella intentó detenerme, es inocente.-Dijo, provocando que mi pulso se acelerara.

-¡Sofi, espera!

-Aléjese señorita.-Dijo él impidiendo que me acercará a Sofia.

-Es mi esposa, por favor déjeme.-Le rogué, pero el hizo caso omiso y sólo obligó a Sofia a entrar al coche.

-Aléjese, es la segunda advertencia.-Dijo seriamente al ver que yo quería entrar al auto.

-¡Quédate afuera!-Me gritó molesta desde dentro, sabía que no podía contradecirla o se enfadaría mucho.

-Vamos, váyase.-Hice caso a las palabras del oficial, y me alejé del auto, viendo como él se subió al auto y se llevó a Sofia, dejando a su compañero cuidando el cadáver.

Decidí solo irme de ahí, era lo mejor.

Horas Después
Narra Sofia

Estaba en la celda de aquel lugar, oscuro y siniestro...Así era como lo veía.

-¿Estás bien?-Me preguntó una mujer, quién se sentó a mi lado.

-No muy bien.-Respondí con tristeza, realmente estaba muy mal.

-¿Qué ha pasado? ¿Qué has hecho?-Negué.-Tienes que haber hecho algo malo para estar aquí.-No quería hablar.-Yo asesine a mi esposo.-Susurró, sorprendiéndome.-Pero no es como que lo haya hecho porque quise...el violó a mi hija...lo encontré en ello...No pude soportarlo.-Dijo mirándome con una leve sonrisa.-Pero la ley me ha tomado a mí. Solo espero que no me den una sentencia tan larga, tengo que cuidar a mi hija.

-Yo tengo una hija en camino.-Le dije con tristeza.

-¡¿Estas embarazada?!-Me preguntó, a lo que negué.

-No...Mi esposa esta embarazada.-Dije con una leve sonrisa.

-¡Vaya!-Dijo alegre.-Te felicito mucho.

-Gracias.-Dije con una sonrisa.

-¿Y bien? ¿Me dirás que fue lo que hiciste?-Me preguntó nuevamente, a lo que suspire.

Para el amor no hay edadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora