Para el amor no hay edad

Capítulo 28

Narra Nicol

Sonreí al ver que por fin Sofia podía levantarse, después de dos largas semanas. Semanas en las que ha pasado de todo, empezando por el caso de Ronaldo.

Ronaldo desapareció, nadie lo ha podido encontrar, por lo que a nosotros nos han recomendado tener cuidado y proteger a Alicia a como de lugar.

Raul esta en la cárcel actualmente, cumplió su promesa, pues a penas nos vio llegar con Alicia se estaba preparando para entregarse, claro que no se fue sin disculparse con Alicia, quién después de varias horas con miedo y duda decidió aceptar.

La madre de Alicia escapó, algunos creen que se fue con Ronaldo pero nada es seguro, solo esperamos que no se vuelva a aparecer.

Laura ha estado mejor desde que vieron lo de su brazo, no fue tan grave, aunque aún así le impusieron un reposo de un mes.

Emilio se sintió devastado al saber que su tío seguía igual. Por lo que me contó el día de nuestra cita, el esperaba que su tío cumpliera la promesa de "Voy a ser un hombre nuevo". Estuvo llorando varias horas, y yo como amiga lo console cuanto necesitara.

-Se siente bien el volver a salir de acá.-Dijo Sofia con una gran sonrisa.

-Jaja, pues es algo bueno.-Dijo Alicia con una leve sonrisa.-Ahora podremos estar en casa tranquilas.

-Si.-Dijo Sofia algo desanimada, pues desde que vio el estado en como llegó Alicia se ha estado odiando.-Vamos a disfrutar.

-¡Abran paso, que vengo por la elegida!-Se escuchó el grito de Belén, quién venía en el asiento del copiloto, gritando a todo pulmón con la mitad del cuerpo fuera a través de la ventana, mientras que en el asiento del piloto se encontraba Fernanda, tocando la bocina una y otra vez.

-¡Fuera de mi camino idiotas!-Gritaba Fernanda a través de la ventana que estaba en su lugar.

-Les dije que vinieran de forma normal.-Le critiqué a Belén que salió con un cartel gigante que decía felicidades.

-Para nosotras esto es normal.-Dijo Belén sonriendo.

-¡Estas loca!-Gritaba un chófer molesto a Fernanda, quién le levantó el dedo medio y grito molesta.

-¡Cállate viejo de mierda!-Suspire.

-Definitivamente...esto no es normal en ningún sentido.-Pensé.

-¿Nos podemos ir?-Le pregunto Sofia a Fernanda, quién seguía gritando a todo pulmón cuanto insulto se le cruzara por la mente.

-Oh, claro hermanita, sube al auto.-Dijo Fernanda con una gran sonrisa, abriendo la puerta del copiloto, por lo que Sofia tomó su lugar y las demás nos sentamos atrás. Belén a la izquierda, Alicia en medio y yo a la derecha.

-¡De vuelta a casa!-Gritó Belén con alegría.

Narra Estela

-¡¿Se puede saber que haces aquí?!-Me gritó molesta la madre de Sofia.

-Me enteré del accidente de Sofia y no tuve tiempo de ir a verla al hospital, he venido aquí con la esperanza de encontrarla ¿Se encuentra en casa?-Pregunté seriamente.

-¿Y por qué deberíamos decirte?-Me preguntó Kathy seriamente mientras tenía a un bebé en sus manos.

-¿Será por qué estoy preocupada?-Pregunté con molestia.-Es mi esposa aún, así que tengo derecho a saber de ella.-Contesté esta vez, a lo que el padre de Sofia negó.

-Lo siento, pero estoy seguro que mi hija tampoco tiene el deseo de verte, ella quiere ser feliz, y contigo aquí le vas a arruinar el día.-Aquellas palabras me habían dolido, habían sido una apuñalada a mi alma.

-¿En serio va a estar mal con mi presencia?-Pensé con algo de dolor, no quería aceptar eso.-Solo quiero verla, quiero saber que esta bien.-Dije esta vez con un tono de voz mas tranquilo.

-No vas a verla, y punto.-Dijo Martha seriamente.

-¿Qué haces aquí?-Me volteé, logrando ver que Sofia bajaba del auto de Nicol con ayuda de una joven.

-¿Quién es ella?-Solte sin más.

-¿Eh? Yo...-Aquella chica estaba en silencio, y entonces recordé.

-Tu eres la chica que estaba en casa el otro día.-Dije analizando aquello.-¿Alicia?-Ella no emitió sonido ni gesto, solo observó a Sofia, quién la acercó a su cuerpo y me observó con seriedad.

-¿Qué haces aquí?-Volvió a hacerme la pregunta del principio, pero esta vez con más seriedad.

-He venido a verte.-Contesté, a lo que ella negó.

-Vete, no tienes nada que hacer aquí.-Suspiro, para después tomar la mano de aquella niña, y entonces todo me cuadro.

-Ella es tu novia ¿Verdad?-Le pregunté, a lo que ella solo me observó fríamente, sin decir palabra alguna.-Ya veo, así que por esa niña me has cambiado.-Sonreí.-Me cambiaste siendo mejor que ella.

-¿En que eres mejor?-Me preguntó con seriedad, a lo que yo contesté.

-Yo soy legal, terminé de estudiar y ya trabajo. Ella tendrá que depender de ti.-Dije riendo, a lo que ella alzó su mirada como implorando piedad.

-No me importa si debe depender de mi, yo la amo, y eso es suficiente.-Dijo molesta.

-Y segura ella te ama. Apuesto a que esta contigo porque no va a necesitar trabajar. Con la vida de mierda que tiene, tu podrás cuidarla cuando se quiera ir de su casa.-Dije riendo.-Y si, ya me se su historial, lo leí en tus documentos. Ronaldo García es quién mas abusó de ella ¿O me equivoco?-Pregunté con burla, recibiendo una molesta mirada de su parte.

-Vete.-Dijo seriamente, pero no obedecí y me acerqué a ella.-¡Te dije que te vaya...!-Intentó gritar, pero yo se lo impedi, sellando sus labios con un beso. Extrañaba esa sensación.-¡No me vuelvas a besar!-Gritó molesta golpeandome fuertemente en la mejilla.

-Será mejor que te vayas.-Dijo Nicol molesta, observando fijamente, por lo que suspire.

-Meterme con ella será un problema.-Pensé al ver que ella apretaba sus puños fuertemente, conteniendo su ira.-Esta bien, me iré, pero que les quede esto grabado en la mente. Voy a volver, recuperaré a Sofia, y a ti.-Dije mirando fijamente a Alicia.-Te haré sufrir a como de lugar.-Y al decir aquello me retiré del lugar.