Narra Alicia
La noche había llegado, y con ello, la hora de acostarse, por lo que junto con Nicol llamamos la atención de Sofia. Era hora lo que ocultaba.
-¿Qué sucede?-Nos preguntó Sofia una vez nos encerramos en la habitación de Nicol.
-Sofi...Alicia debe decirte algo importante, pero espero que no reacciones mal. Ella no necesita verte molesta, necesita apoyo, y espero que se lo vayas a dar.-Fueron las palabras que soltó Nicol.
-Hey...me asustas ¿Qué pasa?-Preguntó Sofia con curiosidad, y al parecer con algo de preocupación.
-Sofia...En realidad...tengo algo que mostrarte.-Dije con miedo.
-¿Q-Qué es lo que debes mostrarme?-Preguntó ya más asustada de lo normal.
Empecé a desvestirme. Retiré cada prenda de mis cuerpo lentamente, y al quedar en ropa interior, Sofia enmudeció.
No salía palabra alguna de sus labios, solo me observaba conteniendo sus lágrimas.
-Sofia...di algo.-Dije con miedo, pero su única reacción fue sentarse en la cama, con la mirada clavada en el suelo.
-¿Qué quieres que diga?-Me preguntó en sollozos.-¿Cómo quieres que de mi opinión de algo como esto? Mírate.-Dijo mirándome, por lo que al fin podía ver sus ojos...sus hermosos ojos derramando lágrimas.
-Sofi...se que es duro para ti ver esto ¿Para quién no?-Dijo Nicol acariciando la espalda de Sofia.-Pero no puedes dejarte caer así. Tienes que apoyarla.
Sofia asintió ante las palabras de Nicol.
-Se que debo apoyarla. No es necesario que me lo digas...pero no entiendo ¿En qué momento le paso esto?-Dijo apretando sus puños con ira.-¡¿Quién te ha hecho esto?!-Gritó molesta.-¡Dime!
-Fueron...mis padres.-Susurre, y al ver a Sofia, logré ver que estaba sorprendida.
-¿Tus padres te hicieron eso?-Asentí ante su pregunta.-¿Como es posible?-Preguntó abrazandome, teniendo el cuidado de no tocar ninguna zona afectada de mi cuerpo.-¿Hace cuanto lo hacen?
-Desde hace mucho tiempo...desde que confesé mi orientación sexual. Los golpes han sido constantes desde entonces.-Dije sonriendo.-Ya estoy acostumbrada a los golpes...Aunque hoy fueron mucho peor.
Sus ojos se abrieron a mas no poder y sus lágrimas solo caían.
-¿Por qué no me dijiste antes?-Preguntó.
-¿De qué serviría? De nada. No puedes hacer nada.-Dije con la misma sonrisa.-Esto no tiene solución.
-Si la tiene...puedo salvarte...traerte aquí...mis padres no dirán que no.-Dijo Sofia rogando que aceptará lo que decía, pero solo negué mientras correspondía su abrazo.
-No puedo. No quiero meterte en problemas Sofia.-Dije con la misma sonrisa que tenía desde el inicio.
-¿Como es qué puedes seguir sonriendo? ¿Como lo haces después de esto?-Me preguntó aún con sus lágrimas cayendo por sus mejillas.
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Para el amor no hay edad
RandomUna alumna con muchos problemas en su vida se enamora de una profesora ¿Qué pasará?