Capítulo 2.

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-¿Hola? - Conteste con voz de dormido. Hace poco que me había acostado, me quede hasta muy tarde en la computadora.

-¿No pensas responderme los whatsapp? - Dijo Ale del otro lado del telefono con un tono algo enojado. Alejandro es mi mejor amigo, desde pequeños. 

-Perdona tío, no se ni que hora es, me he quedado en el ordenador toda la noche- Dije mientras trapaba de sentarme en la cama.

-No pasa nada chaval. Oye, ¿Cuándo viajamos? Supongo que necesitare preparar mis cosas.

-Mmm.. Creo que partimos el viernes a las dos de la madrugada. -Dije dudoso. -Dentro de unas horas llegara mi madre del trabajo y te aviso con detalles.

-Vale, vale. ¡No te olvides tío! - dijo riendose.

-¡Claro que no pringado! Aunque si me olvidara... -Siempre me gustaba bromear con el. 

-!Guillermo! Eres mala gente chaval. 

-Anda tonto, que solo era una broma, ahora dejame dormir de nuevo. - Todavía no podía abrir los ojos. 

-Son las tres, tío ¿Vais a seguir durmiendo?

-¿¡Las tres?! - dije alarmado. -¿Tanto he dormido? Ale, disculpa pero te tengo que cortar.

-No pasa nada, me avisas luego!

Ale es uno de mis mejores amigos, lo conocí cuando empece la primaria y desde siempre fuimos muy unidos. En tres días partiamos hacía Madrid y yo quería llevarlo para que conozca la ciudad.

Eramos amigos desde muy pequeños, estos últimos dos años nos habíamos distanciando un poco... No tengo que reprocharle, yo me aleje de el, por el solo de hecho de que lo envidiaba, lo amo, es mi mejor amigo, pero siempre quise ser como el, su vida es perfecta, sus padres lo aceptan tal y como es, hace que todos lo miren. Tiene amigos por donde va. Es el chico más simpatico que había conocido, pero eso no me ayudaba, si alguien me hablaba era para preguntare si era su amigo, o por defecto si andaba con el. Siempre fue un gran peso para mi, no me sentía seguro de mi mismo, lo veía como esa imagen superior, esa persona que yo quería llegar a ser, dificilmente lo podría lograr, pero era lo que quería y estando cerca suyo nunca lo iba a conseguir, por eso decidí alejarme por un tiempo. Y no, no sirvió en absolutamente nada, había perdido a mi gran amigo, por varío tiempo, siempre se sintió muy culpable por la situación, pensaba que yo me había apartado de el por otra razón y no creo que nunca sepa que es esta la verdadera. Siempre me decía que soy muy bonito y que mi personalidad le encantaria a cualquiera. Pero no, el solo me veía así, es mi amigo y supongo que ningun amigo diría lo contrario. 

-¡Guille! Ya llegue. - Escuche gritar a mi madre desde la cocina. Siempre estaba alegre, era muy graciosa y simpatica.

-Ma, me llamo Ale... ¿Cuándo nos vamos? 

-El viernes a las dos de la madrugada - Estaba muy feliz con este viaje, le encantaba Madrid.

-¿Eh? ¿Va a ir Ale? - Pregunto muy sobresaltada mi hermana Carol, siempre le había gustado Alejandro.

-Si, pero va a estar todo el día conmigo, te aviso. - Le dije en tono de broma. 

-¡¿Qué?! Vale tio, que a mi no me gusta Alejandro. - Dijo. Sus mejillas parecían tomates de lo colorada que estaba. 

Mi madre y yo nos descojonamos de la risa al escucharla, eramos demasiado unidos. Pero nunca llegue a tener la suficiente confianza para contarle lo que sentía, lo que pasaba conmigo.

Me fuí a mi habitación dentro de tres días partiamos a Madrid y no había preparado nada. Mi tiempo libre lo pasaba en la computadora. Guarde un poco de ropa, siempre usaba lo mismo, no necesitaria llevar demasiadas cosas. Iba a guardar mi portatil... Me reí solo. ¿A quién engaño? ?¿Dos días antes?

Me tire nuevamente a la cama, rutina que repetia día tras día. Mirando el techo, una vez más. Pensando en una vida perfecta. ¿Perfección? ¿Qué es eso? Nunca había llegado nadie a mi vida para que yo diga que es perfecto. ¿Y si...? No, mejor me olvido. Me sorprendia con que facilidad podía inventarme historias falsas en mi mente. Pero... Tal vez tenga razón, en realidad la tenía, para que esa persona aparezca solo tenía que buscarla ¿Donde? El único lugar que conocía era el de los videojuegos, y no creo que así pueda encontrar a nadie que haga que mi vida cambie. Siempre soñe con que aparezca esa persona que pueda sacarme de esta vida tan miserable que tengo, algo así como un hada madrina, pero que me ame, que este siempre para mi y que sepa valorar lo que soy y lo que nadie podía ver en mi. 

Después de horas inventandome una vida perfecta, me quede profundamente dormido. 

La mejor decisión - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora