Capítulo 10.

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De repente estaba en la plaza de Madrid, completamente solo. No podía distinguir el momento del día que era, el cielo tenía un color morado, algo rosa. No había ningun árbol ni nada que me hiciera creer que se estaba tratando del parque, pero se encontraba allí el banco en el que solia pasar mis tardes cuando era pequeño, siempre venía con mi madre, mi abuela, o simplemente solo, pero me encantaba.

¿Que hacía aquí? Lo último que recordaba es estar tirado en mi cama, con una enorme sonrisa... Pero este lugar llamaba enormemente mi atención, me sentía calmado, me senté en el banco y mire hacia la nada, porque en verdad no había nada, solo cielo ese cielo que me transmitia una paz enorme, podría quedarme en ese lugar para siempre, pero sentía la presencia de alguien más, ese alguien me hablaba, o al menos yo sentía eso, su respiración, su aroma, todo estaba tan cerca de mi y a la vez tan lejos que siquiera podría verlo. 

-Guillermo. -Sentí que alguien susurraba mi nombre. -No lo hagas. -¿Qué no debía hacer?

-¿QUÉ? ¿QUIÉN ERES? -No entendía quien me hablaba, en realidad no entendia que estaba haciendo en este lugar. 

Solo una gran pausa, quería hablar pero no me salian las palabras, quería moverme pero no podía controlarme a mi mismo, solo estaba quieto en ese banco, en ese parque. De pronto vi una figura acercarse, no estaba muy seguro de lo que era, cada vez se acercaba más y pude notar que era una persona, no me resultaba muy familiar. Cada vez estaba más y más cerca mío, se me hacía tan conocido, ese pelo, esa mirada, su cara... ¿SAMUEL? ¿POR QUÉ SAMUEL ESTABA AQUÍ CONMIGO? nunca hable con ese tío. Esa voz... esa voz era la de Samuel, ahora podía reconocerla.

-¡Guillermo! ¡Guillermo! Despierta hijo, que ya es tarde. -La voz de mi madre interrumpio lo que al parecer era un sueño.

-Eh... Va-Vale. -Respondí. ¿Que había sido eso?

Decidí no darle importancia a esto, o al menos no por el momento. Empece a guardar rápidamente la ropa en el bolso, ya estaban todos listos, al parecer la alarma de mi móvil no funciono y me había quedado dormido. Baje hacia el primer piso, salude a toda mi familia, me daba mucha tristeza tener que esperar dos meses para volver a verlos, pero en fin, que estas minis-vacaciones acortaban bastantante el tiempo de espera. 

Subimos al auto de mi abuelo que nos llevaria a donde teniamos que coger el bus que nos llevaria de nuevo a mi pueblo. Miraba cada una de las calles con mucha desilusión. La puerta del restaurante donde habíamos conocido a los chicos. La calle donde Frank me beso y por fin, el parque. Al pasar por el parque mi corazón comenzo a latir a una velocidad que no es ni medio normal, sentí un vacío en el estomago y mi respiración era un poco más agitada. Me hizo recordar ese sueño, el banco, el parque... Samuel. ¿Por qué Samuel? Me repetia una y mil veces pero no encontraba respuesta alguna. 

Llegamos muy rápido, por suerte el bus ya se encontraba y pudimos subir al instante. 

-Espero que no te moleste pero... -Me dijo Alejandro sentandose al lado de mi hermana. 

-Venga tío, que mala gente eres. -Le dije. Mientras me reía. 

Me senté con mi madre, obviamente me quede con el lugar de la ventanilla, sabía que a ella no le molestaria. Me puse mis auriculares y me meti en mi mundo, desde que paso lo de Frank no había tenido tiempo para pensar en las cosas que habían sucedido todos estos días. Mi mente volaba, mil cosas daban vueltas en mi cabeza. Se me venía a la cabeza la imagen de Frank y yo besandonos, como me agarro tan suavemente de la cintura y yo corrí mi cara porque me daba verguenza. No pude evitar que se formace una sonrisa en mi rostro. Fue algo tan único... En verdad ¿Fue tan único? Quizas solo me apresuraba con el tío, fue solo un beso, no conocía su personalidad, no sabía nada de el, pero lo poco me había gusta y mucho. 

"Eres diferente a los demas" Esas palabras que Frank me había dicho retumbaban en mi cabeza ¿Ser diferente es bueno? Yo siempre quise ser igual al resto, pero en este momento ser diferente me había jugado a favor, aunque sea solo por una vez. Pase la mitad del viaje pensando en ese chico que se había llevado tantas miradas y suspiros en apenas dos días que nos conociamos y en realidad lo seguía haciendo aun estando lejos de mi.

El sueño. Trataba de no acordarme de esto, pero es que era inevitable ¿Por qué me sentía tan feliz allí? Solo estabamos el y yo. Pero su voz, esa voz tan calida y contenedora me hacía sentirme completo, fue un tanto extraño, demasiado. Esos ojos marrones, su profundidad, quería perderme en ellos y no volver jamas, transmitia tranquilidad, algo que nunca había sentido. Pero... ¿Por qué Samuel? De vuelta la misma pregunta, no fue un sueño como cualquier otro, fue especial, pero fue con el ¿Qué tiene que ver con mi vida? Lo único que sabía de el eran por los comentarios que me hacía Alejandro, pero nada más. Aun así me dormi pensando en ese sueño que tuve y querría volver a soñar una y otra vez. 

No tengo mucho tiempo y por eso no estoy subiendo el nuevo capítulo, cualquier cosa lo voy a decir por twitter @MundoYTArg, pero entre hoy y mañana seguro este.

Gracias z4

La mejor decisión - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora