-¡Ya voy mamá! - Le dije después de los cinco gritos que me había pegado para que bajara a almorzar.
Era domingo. Día especial para jugar minecraft como acostumbraba, pero... Hoy no sabía que me pasaba.
Termine de comer, casi sin hablar y me recoste en la cama. Lo único que hacía y quería hacer era mirar el techo, buscandole algo interesante. O no se... Seguramente el techo sería mucho más interesante que mis pensamientos o incluso que mi vida.
Últimamente me replanteaba cosas. Noches enteras sin poder dormir, pensando en cuando iba a poder encontrar esa persona que le diera algun sentido a mi vida.
Es decir... Tampoco me esforzaba en encontrarla y sabía que encerrado en mi habitación todos los días no lograria nada.
Mi autostima siempre fue muy baja, me caracterizo por ser el más timido de mi grupo de amigos. ¿Amigos? Pocos. Pero no pedía mucho más, siempre estaban cuando los necesitaba.
-¡Guillermo! - La voz de mi madre gritando me hizo salir de mi mundo de fantasia. - ¿No pensáis ayudarme con las maletas? - dijo.
Sabía que eso no era una pregunta y baje las escaleras. No quería que se enfadara.
Por cierto, teníamos que viajar a Madrid a visitar a sus padres. Es decir. Mis abuelos. Me encantaba ir a esa ciudad, me sentía tranquilo, lejos de todos mis temores. Allí nadie podría juzgarme, nadie me conocía a pesar que desde chico voy de visitas en vacaciones. Solo tenía dos amigos a los cuales veía muy de vez en cuando, me gustaba disfrutar de mi familia y estar siempre con ellos.
Cuando era chico siempre quise mudarme allí, pero mi papá no quería irse de mi casa, decía que ahí había fallecido su madre y le traía muy buenos recuerdos.
A mi madre tampoco se le hacía muy buena la idea, así que deje de insistir y empece a adaptarme al lugar donde vivía.
A los catorce años, entendiendo un poco más de la vida, me di cuenta que las cosas entre mi papá y mi mamá ya no funcionaban... Ella quería irse. Mi hermana también lo quería. ¿Pero yo? Yo, ya me había adaptado, ya no podía irme. Me cuesta mucho hacer amigos y lo había logrado, no sabía que hacer en otra ciudad. Personas nuevas. ¿Que dirían de mi? Iba a estar completamente solo.
Solo... Aunque tuviese amigos, siempre me sentía solo.
Estos últimos años cosas horribles rondaron mi mente. Cosas que no pude concluir por miedo. Si, miedo. Tantas cosas pude hacer y no las hice por esa sola razón. ¿Qué pensaran de mi? ¿Y si a nadie le gusta lo que hago? ¿Y si piensan que soy raro?
Solo pensaba en la opinión de los demas, mi palabra no tenía mucho valor en mi vida. Mi propia vida.
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La mejor decisión - Wigetta
FanfictionGuillermo, un chico de solo diesciseis años. Conoce a Samuel, pero no se da cuenta de que el, es el indicado.