Apertura.

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Happiness is somewhere I have been before-
A blurry photograph that I have since ignored
I'll carefully adjust the aperture once more
Until I set the record straight

I'll brush aside the dim, make room for the bright
I'll be an editor, no, a curator of light



Ana cuadró los hombros, se ajustó la chaqueta negra básica que solía usar para trabajar en eventos y se acercó para anunciar que había llegado.

A los veinticinco años conciliaba su trabajo en una empresa de publicidad con algunas ocasiones en donde solía asistir a su amiga María en el estudio.

No lo hacía por dinero, había logrado hacer algunos de los cursos de fotografía que ella ofrecía y lo que comenzó como una clase que tomó para entretenerse se convirtió en muchos cursos más, inversión en equipos y todo el material que pudiera conseguir. Lo hacía porque realmente le gustaba.

No le disgustaba su trabajo en la empresa, le fascinaba el mundo de la publicidad, pero últimamente se descubría más interesada en hablar con los fotógrafos que contrataban, en seguir el proceso de las fotos seleccionadas que en realizar la función que realmente le correspondía allí.

- No puedo creer que me hayas liado así.

- Hola, Anita, yo también estoy de maravilla y encantada de trabajar contigo hoy.

- Vas a arrepentirte.

- Dios, hablas como si fuera yo la que estuviese a punto de casarse.

- Casarse. Una boda. María, déjame irme, por favor. -Suplicó Ana tratando de alejarse.

- Ey, Ey. Calma, respira. Es solo una boda.

- Una boda de la que seré culpable de arruinar todos los recuerdos y todo porque estás empeñada en romper no sé qué barreras imaginarias que, según tú, tengo.

- No son imaginarias, simplemente te niegas a acompañarme a un evento real o a una sesión seria. No pienso permitir que sigas escondiéndote en el estudio o que solo aceptes asistirme si es algo comercial o recreativo. Ana, vas a tener tu primera vez, de hoy no pasa- dijo en un tono más alto de lo deseado causando que el personal de catering las mirara de forma rara.

-Que no, no me refiero a esa primera vez, esa ya fue hace muchísimo y yo no tuve nada que ver. -trató de enmendar, fallando estrepitosamente.

- Brillante, María Martel. Ahora como castigo te tocará ir a traer todo del catering sola, ahí no pienso entrar- dijo con disgusto- Pero, dime ¿De verdad no podía ayudarte nadie más? ¿Qué hay de Paula?

- Gripe. Muy contagiosa. De las malas, malísimas.

- Hm... ¿Juan?

- Dolor de muelas. Casi no puede abrir la boca.

- ¿Rosa?- insistió.

- Eh...Pancreati... ¡Vale! Lo acepto, pero era la única forma de que te dejaras de esas chorradas de que no estás segura de si realmente sirves para esto, que es solo un hobbie, que lo que haces en el estudio es una tontería. De verdad Ana, confío en ti, he visto tu trabajo, la pasión que tienes por hacerlo aunque trates de disimular.

- ¿Ricky y Pablo, no? -Ana suspiró pesadamente.

- Sí, son monísimos, simpáticos, espontáneos, se quieren con locura. Es prácticamente imposible no empatizar con ellos. Te diría inclusive que te lo harán todo más sencillo. Además, ya sabes que si te sientes agobiada o algo, paras un ratito y me miras. Confía en mí y en ti sobretodo ¿vale?

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