A la mañana siguiente todos los chicos se pararon muy temprano a desayunar, tenían que regresar a sus casas a preparar todo para el regreso a sus respectivas ciudades.
S: Ya es tarde, muevan todos el trasero!—gritaba desde el auto.
B: Santana esas palabras!
S: Britt míralos no se mueven, perderemos el vuelo si no salimos ya!
B: Relájate son las 5: 30 el vuelo es a las 11!
S: ok—suspiro—tal vez un beso me calme—decía mirándola con picardía.
B: Sigue soñando Santana Lopez—bajaba del auto.
S: A dónde vas?—decía confusa.
B: Voy a apresurar a Quinn, ya sabes cómo es.
Brittany entro de nuevo a la cabaña en busca de la otra rubia, al entrar a la habitación se encontró con un momento demasiado bochornoso para todos… si Quinn Fabray y Rachel Berry se besaban apasionadamente…
B: Hay por dios chicas lo siento—decía aguantándose la risa.
R: Brittany! Deberías aprender a tocar puertas—decía exaltada mientras salía de la habitación—te espero en el auto Quinn.
Cuando Rachel salió las dos chicas no se aguantaron más y soltaron todas la risas que tenían guardadas en eso momento.
B: Pobre Rachel casi le da un infarto—decía limpiándose las lágrimas de tanta risa.
Q: Enserio, las próxima vez si deberías tocar—dijo haciendo la misma acción que la otra rubia.
B: Entonces va enserio? Ya sabes tú y Rach?
Q: No lo sé, si eso creo—decía bajando la mirada.
B: No te ves muy animada, que sucede?
Q: Es solo que intento decirme a mí misma que esto funcionara por qué en verdad ambas lo queremos, pero hay algo que me dice todo lo contrario, ella regresa a Nyada y yo a Yale, bueno no están muy cerca que digamos y sabes que uno de los peores enemigos en las relaciones es la distancia.
B: Por supuesto que lo sé, sabes que Santana y yo terminamos la primera vez por esa razón, es decir, estábamos cada quien en una punta del país. Pero por dios Quinn tú y Rach están a un par de horas eso es demasiada ventaja, estoy segura que sobrepasaran todos los obstáculos, tú lo acabas de decir ambas en verdad lo quieren.
Q: Dios Britt!! Eres la mejor—decía mientras la agarraba y le daba vueltas por toda la habitación.
S: Se puede saber qué haces con MI novia, Fabray—decía entrando a la habitación y observando toda la escena.
Q: No seas tan posesiva Lopez, esas actitudes pueden acabar una relación sabias?—decía desafiante en tono de burla.
S: Eres tan graciosa—dijo sarcásticamente—muévete y vámonos ya.
Q: Claro capitán—decía haciendo el típico saludo que acostumbran los militares.
El camino de vuelta fue rápido, los chicos decidieron aparcar en Mckinley para despedirse, hubo lágrimas, risas, suspiros. Pero todos sabían que regresarían otra vez.
R: No puedo creer que en verdad acabara—decía en el auto camino a su casa.
Q: Sabia que en cualquier momento Sue lo haría—suspiro—bueno llegamos.
R: Gracias por traerme, que vas a hacer?
Q: Pasare el día con mi mamá, mi vuelo sale hasta mañana.
