~Bar~

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Necesito ser yo mismo de nuevo.

Sacar de mi mente y cuerpo todo rastro de él.

No soy gay, los hombres no me gustan.

Excepto Park Jimin...

Todos esos pensamientos gobernaban la mente de Jungkook, pasaba el tiempo y más confundido se sentía.

No quería ser como Yoongi, ser gay no es normal, es antinatural, su familia se hizo pedazos por esa causa y le dolía recordarlo.

Así que allí estaba él, en un bar, el más exclusivo de la cuidad, esperando su presa, iba dispuesto a acostarse con la primera mujer que se le insinuara.

Para que eso sucediera no pasó mucho tiempo, pues no solo era un hombre sexy y guapo, era Jeon Jungkook, el cantante más popular del momento y todo mundo lo conocía.

Dos chicas hermosas se acercaron a conversar con él, ambas con buen cuerpo y rostro perfecto, buena apariencia, no seria nada difícil olvidarse de Park Jimin con alguna de ellas o ambas.

Al menos eso fue lo que pensó pero esa noche todo podía pasar.

—Hola! Mi nombre es Soojin, podemos acompañarte?-Le dijo al oído agachándose para mostrar su escote, cosa que no pasó desapercibida por el castaño.

—Claro que si hermosa y tu amiga, cómo se llama?

—Me llamó Minnie, me invitas?.-Apuntó la bebida de Jungkook.

—Saben acá hay mucho ruido y me gustaría pasar un buen rato con ustedes para conocernos mejor, les parece si vamos a mi departamento?

—Oh enserio?-Dijo Soojin emocionada.

—Por supuesto preciosa, vamos, acompáñenme.

—Yo no puedo, preferiría quedarme aquí pero ve tú Soojin.

—Está bien amiga, nos vemos luego.-Se despidió y se fue de allí con la mano de Jungkook en su cintura.

...

Necesito ser yo mismo de nuevo.

Sacar de mi mente y cuerpo todo rastro de él.

No estoy enamorado, jamás de un heterosexual.

Excepto de Jeon Jungkook.

Vueltas y vueltas en su cama, las sabanas estaban todas enredadas, no podía dormir pues Jungkook no salía de sus pensamientos.

Se prometió así mismo no buscarlo ni hablarle más, después de lo qué pasó estaba seguro que a Jungkook lo único que le importaba era que no lo vieran como un gay.

Jimin estaba en el fondo, nunca se había enamorado de alguien así pero para todo hay una primera vez.

Tan cerca y tan lejos, lo tenía a unos cuantos metros y era una tortura, afortunadamente en estos días que pasaron no habían coincidido y ya no lo seguía para fotografiarlo.

Decidió levantarse y salir a caminar para ver si lograba despejar su mente, así que se levantó y se dirigió a la salida despidiéndose de Taemin y Minho que estaban viendo películas en la sala.

—Saldré un rato chicos, si van a hacer puercadas se van a la habitación porque no quiero ver sus traseros al aire cuando regrese.

—Pues déjame decirte que te pierdes de una hermosa vista querido amigo.-Dijo Taemin alzando sus cejas.

—No me quiero imaginar nada! Diablos! Ya los imagine!

Salió riendo de allí y bajó por el elevador hasta salir del edificio, estaba frío pero le dio pereza regresar por un suéter y se fue caminando con la luz de la luna acompañándolo hasta llegar a el parque más cercano.

Mi Paparazzi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora