Mi Paparazzi

~FINAL~

Era feliz junto a Jimin, no había parado de sonreír desde el día anterior, aun más con las interminables quejas del rubio por lo salvaje que había sido mientras le hacía el amor.

La causa: Tanto deseo acumulado...

Y ahora mientras iban en el avión de regreso a Corea estaba observado como su paparazzi descansaba mientras dormía y comenzó a recordar cómo fue que lo castigó para dejarlo tan agotado y se empezó a poner duro cuando las imágenes regresaron a su mente.

FLASHBACK

—Kookie era solo una pequeña broma, no es para tanto.-Sabía lo que le esperaba y se puso nervioso.

—Esto que haré te gustará tanto pero no sé cómo te sentirás mañana.-Le guiño un ojo mientras apretaba más el nudo en sus manos.

—No es necesario amarrarme con estas sábanas, no iré a ningún lado, lo prometo.-Sonrió.

—Cállate! Si hablas me obligaras a tomar medidas, no puedes hablar a menos que yo te de permiso.

—Qué? Desátame en este momento Jeon Jungkook!

—Te lo advertí, eres un malcriado y necesitas disciplina.

Se acercó a Jimin caminando de rodillas hasta donde estaba y lo tomó por la cintura para voltearlo boca abajo.

—Ahh! Jungkook! Qué haces?-Dijo con la cara hundida en la almohada.

Jungkook observó con lujuria el redondo trasero de Jimin mientras se sentaba sobre sus piernas, comenzó a masajearlo deseando penetrar su entrada de una vez pero eso no pasaría aun.

Alzo la mano y le dio tres nalgadas marcando un poco la zona, Jimin arqueó su espalda para alzar su rostro amenazando a Jungkook.

—Te juro que me vengaré!

—Silencio! -Azoto de nuevo y Jimin optó por callar.-Tienes que portarte bien.-Lo tomó de nuevo por la cintura y lo alzó dejando su entrada expuesta.

Se levantó y buscó algo en su bolso, mientras tanto Jimin no quería aceptarlo pero le estaba encantando ser dominado, los azotes en su trasero le habían dado una estimulante sensación de hormigueo provocándole una ereccion.

El no saber lo que Jungkook haría lo excitaba aun más, deseaba tocarlo pero esto era tan caliente que tan solo por esta ocasión se convertiría en el hombre más sumiso del mundo, solo por esa ocasión según él y después de ese día perdió la cuenta.

—Compré esto especialmente para nosotros, lubricante sabor chocolate, lo disfrutaras tanto como yo.-Destapó la botella y dejo caer el frió líquido de a poco en la entrada del rubio.

Le encantó ver cómo resbalaba de la botella gota por gota haciendo vibrar el agujero en cada caída, no pudo evitar presionar con un dedo formando pequeños círculos de estimulación alrededor de este.

Acercó su rostro y con ambas manos tomó sus glúteos para un mejor acceso, sacó su lengua y comenzó a estimular, el chocolate y el trasero de Jimin eran sus más grandes placeres, se sentía en el cielo.

Se estaba tomando su tiempo, no había prisa, quería disfrutar tanto de eso que había deseado al punto de botar a la basura su heterosexualidad.