La Cena.
"¿Cuántos años TIENES ?"
El ojiazul empezó a hiperventilar. Blaine aún lo mantenía agarrado por la cintura, pero lo miraba con curiosidad. Finalmente Kurt suspiró y bajó la mirada.
- Diecisiete. – Susurró lo más bajo posible. – DESDE la semana pasada.
Mierda. Pero es que es tan lindo y…. no puedo…. Mierda.
Blaine separó su cuerpo de Kurt con delicadeza. Veía como las mejillas del joven estaban rosas, y cómo sus ojos se reusaban a encontrarse con los de Blaine.
- Lo siento, Blaine, pero no pensé que te volvería a ver. – Dijo el castaño en voz casi inaudible.
- No… - Empezó a decir el mayor, pero se vio interrumpido por la puerta de la cocina que se abrió de golpe.
- ¡Blaine! Que gusto verte lindura. – Exclamó un joven alto, de ojos verdes, bastante apuesto, y que miraba a Blaine como si se lo fuera a comer.
- Sebastian. – Saludó Blaine, separándose más de Kurt. - ¿Qué haces aquí?
- Vine a buscar a tu hermano para ir al TRABAJO . – Se acercó y le dio un fugaz beso en los labios, dejando a Blaine sin respiración por la sorpresa. – Pero si me
recibes de esta manera no tengo problema en cancelar todo y arrastrarte a una habitación. – Pasó su mano por el pecho desnudo de Blaine.
Esto no PUEDE estar pasando.
Desde que su hermano le había presentado a su mejor amigo y compañero de trabajo: Sebastian Fabrey, quien era gay, a Blaine no le había quedado ninguna duda de
su sexualidad. Pronto se encariño bastante con Sebastian, y los últimos dos años había tratado por todos los medios de CONTROLARSE para no arrastrarlo a un lugar
oscuro donde no los pudieran molestar y….
- ¿No me vas a presentar a tu amigo? – La voz de Sebastian cortó el hilo de pensamientos del joven.
- ¿Eh? Oh.. si. Sebastian, él es Kurt Hummel un amigo de Santana, Kurt él es Sebastian Fabrey un amigo de Cooper.
- ¿Fabrey? – Preguntó Kurt, que no había hecho ningún además de sonrisa - ¿Conoces a Quin Fabrey?
- Sí, es mi hermana. Y ahora que me acuerdo escuche hablar de ti, ¿Estás en las ANIMADORAS con ella verdad?
- Sí. – Dijo con cierto aire orgulloso, que decayó al instante. – Bueno, estaba, me expulsaron ayer, por mi mala calificación en matemática.
- Y yo lo voy a ayudar. – Respondió Blaine, a quien le costaba armar una oración coherente, con la mano de Sebastian aún sobre su pecho.
- Qué lindo Blaine, siempre tan servicial. Creo que me voy a aprovechar de que seas tan atento para que me ayudes con algunas de mis necesidades.- Blaine se puso
rojo pero le sonrió a Sebastian, quien sentía la mirada de "te voy a matar lentamente" que le mandaba Kurt.
En eso la puerta de la cocina se abrió por segunda vez, dejando pasar a un chico rubio, alto, de piel blanca y con los labios bastante grandes. En cuanto su mirada se
posó en la mano de Sebastian en el pecho de Blaine, la sonrisa le desapareció de los labios, pero trató de que no se le notara.
- Samy. – Dijo Sebastian. - ¿Encontraste a Cooper?
- Está arriba, cambiándose.- Sebastian le sonrió y se acercó al oído de Blaine.
- Quiero verte en cuanto salga de trabajar mañana, en mi casa. - Blaine que tenía una sonrisa boba en el rostro asintió. Kurt que había ESTADO lo suficientemente
