Aquí no sucedió nada.
Los chicos se despertaron gracias al sol que les pegaba en el rostro y el olor a café que subía por las ESCALERAS . Se vistieron y ambos comenzaron a hidratarse la
piel con algunas cremas. Kurt se miró al espejo y frunció el ceño.
- ¿Qué sucede? – Preguntó, Santana.
- Tengo los labios hinchados y rojos.– Contestó el castaño. Santana rió y puso su sonrisa de complicidad.
- Le PUEDES preguntar a mi tío la razón, yo solo vi cuando te estaba besando.
- ¿Qué Blaine qué?- La joven sonrió.
- Nos vino a despertar a eso de las ocho, me hice la dormida, nos tapó a los dos y me dio un beso en la frente. Cuando se acercó a ti… Bueno, la verdad me sorprendí
de que no te hubiera desnudado ahí mismo.
Ambos sonrieron, y al cabo de media hora bajaron hasta el comedor, donde un despeinado Blaine, con el torso desnudo y unos lentes de lectura grandes, de marco
negro y cuadrado, los esperaba con una TAZA DE CAFÉ en la mano y una revista en la otra.
Debo de admitir que la imagen de Blaine semidesnudo y con gafas es muy sexy.
Los chicos se sentaron en la mesa, y se sirvieron café. Blaine levantó la vista de su lectura.
- ¿Durmieron bien?
- Yo sí.– Dijo la joven. – Aunque Kurt estuvo soñando con Everett. – Agregó. Ambos la miraron, Blaine con una sonrisa y Kurt con su cara de "¿En qué demonios estas
pensando?". Santana miró a Kurt con una sonrisita al ver que se había ruborizado. - Hoy TIENES los labios muy hinchados Kurt ¿Qué te sucedió? – Dijo con tono
inocente.
Blaine se atragantó con el café, y su cara tomó un color escarlata. Miró a Kurt, y rápidamente desvió su atención otra vez a la revista. Santana estaba disfrutando de lo
lindo el ambiente que había ENTRE Kurt y su tío, y trataba de no reírse con todas sus fuerzas.
Pasaron en silencio el resto del desayuno. Blaine no había despegado los ojos de la revista, y Santana estaba ideando un plan para dejar a su tío solo con Kurt.
- Blaine ¿Tienes la tarde libre? – Preguntó de la nada.
- Sí, ¿Por?
- Así, ya que como no iremos al CLUB Glee, le podrías adelantar las clases a Kurt para ahora. Así tenemos el resto del día libre para ir de compras.
- Claro. No tengo problema. - Kurt asintió y le sonrió a su amiga.
- Ve a traer las cosas así empezamos.- El castaño corrió ESCALERAS arriba y agarró su morral. Cuando llegó al comedor se encontró con la mesa limpia, y sin
Santana. - Se fue a lo de Quin. – Respondió el morocho a la pregunta silenciosa del castaño. – Dijo que en cuanto terminemos te espera allí.
Te debo una amiga.
El ojiazul se sentó al lado de Blaine y sacó su carpeta de cálculos. Blaine se acercó a una distancia diminuta y comenzó a ojear las hojas.
- No es difícil.
- Pues yo todavía no entiendo la necesidad de agregarle letras.- Blaine río, tomó un lápiz y copió un ejercicio.
- Lo primero que debes hacer es despejar cada término lo más que puedas, para luego….- Kurt deja de mirarle los músculos de los brazos. Concéntrate en lo que te está