¡Daddy! i want to play // kooktae +18

treinta y uno: ғᴀʀ ᴀᴡᴀʏ

Ya había caído la noche sobre las calles de Shanghai y las luces se habían prendido iluminando toda la ciudad. Jungkook había llegado al hotel después de estar varias horas fuera de él, tanto por trabajo como por su propia voluntad. Solamente quería algo de soledad para aclararse los pensamientos. Al entrar a la habitación, pudo ver que nadie se encontraba ahí y es más, las cosas de Taehyung tampoco estaban ahí.

La verdad es que no se esperaba menos. Tenía claro que su cara era la última que Taehyung quería ver en ese momento y casualmente, él tenía el mismo pensamiento. No quería encontrarse con Taehyung, no aún por lo menos. Pero cuando decidió que lo mejor sería tomar vino, al acercarse a la cómoda para coger la botella pudo observar un colgante de oro que reconocía perfectamente.

Aquel collar era de Taehyung y era un regalo por parte de Jungkook en su cuarto aniversario. No dudó ni un segundo en cogerlo y observarlo atentamente. ¿Lo habría dejado Taehyung accidentalmente ahí o fue a propósito? Mientras pensaba en una posible respuesta, se colocó el colgante alrededor de su cuello después de quitarse la americana y quedar solamente en camisa. Cogió su objetivo principal que era la botella de vino y se dirigió hacia el gran balcón.

Se sentó en una cómoda silla que se encontraba ahí y se dedicó a observar la ciudad y sus más pequeños detalles mientras echaba en una copa vino y bebía sin control alguno. La verdad es que aquello no era del todo malo, el vino estaba consiguiendo relajarlo y aunque seguía teniendo un lío de pensamientos en su cabeza, sus ojos sólo se centraban en mirar las luces de cada uno de los edificios, pensando en que cada una probablemente tendría su propia historia.

Por ejemplo, la luz proveniente de un lujoso apartamento enfrente de él sería seguramente de una habitación de una pareja de recién casados. Lo sabía porque ya había escuchado que la suit había sido reservada por una pareja cuando Jungkook se encontraba vagando por la calle. Pero a diferencia de lo que nos cuentan en todos los cuentos, esta no parece tener un final feliz. ¿Que cómo lo sabía? Pues era fácil. Había visto la sombra de lo que parecía ser una chica con una larga melena.

Después apareció un chico que solamente la seguía mientras ella se alejaba de él. El chico lo parecía querer agredirla ni mucho menos, era ella quien en un arrebato le golpeó el rostro y salió corriendo de ahí. La persiana rápidamente fue echada y la luz apagada. Jungkook pensó en lo diferente pero parecida que era esa situación comparada con la suya con Taehyung. Pero en este caso, ambos aceptaron terminar con todo.