treinta y seis: ʙᴀʙᴇ ɪᴍ ʜᴇʀᴇ

9.8K 909 202
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las siete de la mañana, las puertas de la habitación 207 fueron cerradas una última vez por Jeon Jungkook, quien junto a los demás empresarios, volvían a corea después de ese largo viaje de negocios que aunque había sido el primero para el joven c...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las siete de la mañana, las puertas de la habitación 207 fueron cerradas una última vez por Jeon Jungkook, quien junto a los demás empresarios, volvían a corea después de ese largo viaje de negocios que aunque había sido el primero para el joven chico, no sería el último, no cabía duda.

Se encontraba cansado, muy cansado y demolido por aquellas semanas tan duras y si eso fuera poco, la noche anterior apenas había podido dormir. Un horrible sentimiento de angustia le carcomía por dentro, y estuvo pensando en ello casi toda la noche. Y bueno, las copas de vino que tomó no ayudaron para quedarse dormido al instante.

—Anímate, hoy vuelves a tu casa —dijo felizmente Hyungsik golpeándole suavemente la espalda y colocándose junto a él mientras andaban hacia la recepción para esperar al resto.

—¿Eh? —Jungkook le miró desorientado, con los ojos medio cerrados y enrojecidos por el cansancio. Se frotó el rostro en un intento de despejarse antes de pasar sus manos por su cabello, escuchando la risa de Hyungsik de fondo.

—¿Qué hiciste anoche para estar así? Ni que salieras de fiesta —rió de nuevo aunque calló cuando Jungkook le clavó una fría y seria mirada—. ¿No saliste verdad? Porque entonces me parece muy feo que no me hayas invitado.

—No salí, pero si lo hubiera hecho no te habría invitado ni a ti ni a los demás. No sabiendo lo que ocurrió la última vez que salí con vosotros.

Jungkook se dio la vuelta y se apoyó contra el mostrador, colocándose la capucha de la negra sudadera que le doblada el tamaño. Ese día había decidido vestirse más cómodo que de costumbre ya que ya no le importaban las entrevistas ni las cámaras, solamente se preocupaba por su comodidad.

—Oh vamos Jeon, no puedes seguir enfadado con nosotros por eso.

—Pero es que tengo motivo, vosotros tenéis parte de culpa por lo sucedido porque no me parasteis cuando debisteis.

—Esto ya lo hablamos, ¿por qué sacas de nuevo el tema? Así nunca lo superarás.

—¿Ves esto? —Jungkook apartó un poco su sudadera, dejando al descubierto su cuello y unas tenues marcas rojas ahí—. Esta mierda sigue aquí y ya ni me importa esconderlo porque me hace recordar cada día mi error, y de verdad que prefiero eso a actuar como si nada hubiera pasado cuando he perdido a Taehyung por ello.

¡Daddy! i want to play // kooktae +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora