El Secreto De Hal

25. Playa

- ¡Bruce! -El grito de Hal le despierta. El multimillonario salta de la cama y corre hacia el baño como alma que lleva el diablo. 

El piloto tiene la mirada perdida, se agarra con fuerza en una de las agarraderas con un calcetín blanco en la mano únicamente vestido con unos pantalones y un calcetín blanco.Le tiembla la pierna derecha mientras que la derecha está completamente inmóvil. Bruce corre hacia al piloto y le coge por los codos sosteniendo la mayoría del peso del otro hombre. 

La cara de Hal demuestra absoluto terror mientras su mirada está perdida por detrás de Bruce hacia la puerta del baño y se agarraba con una fuerza casi dolorosa sus brazos. Puede ver como al piloto le cuesta respirar mientras se mantienen quietos en el lavabo, frente a la ducha. El pelo de Hal gotea sobre su pecho que sube y baja rápidamente.

- No puedo.... mi pierna no... - Bruce mira de nuevo la pierna izquierda del otro hombre que sigue completamente inmóvil, muerta mientras la  otra aguantaba todo el peso de su cuerpo hasta que Bruce le ha atrapado.  Las lágrimas ruedan libremente por el rostro del piloto, la impotencia en su voz le rompe el corazón. 

- Vale, está bien, Hal. Vamos a volver a la came ¿vale? Voy a llamar a Leslie, a Zatana y Constantine, encontraremos una solucion ¿Vale? - La voz de Bruce es baja y suave como una manta, pero Hal solo puede negar con la cabeza. - Respira Hal. ¿Puedes hacer una silla con tu anillo o algo asi?

Hal asiente en silencio y cierra los ojos concentrándose a pesar de que su cara sigue inundada en saladas lágrimas calientes. Con respiración entrecortada y un ligero temblor el hombre castaño consigue crear una especie de sillón verde que les lleva a ambos hasta la cama de nuevo. 

Hal no le suelta en ningún momento. Ambos terminan sentados en la cama cuando el sillon verdoso se disuelve. 

- Antes de llamar a nadie... - Dice Hal con los ojos aún cerrados y un ligero temblor en su voz. - Necesito hacer algo. 

- Lo que necesites. - Contesta el multimillonario levantando la mano para limpiarle las lágrimas al piloto. 

- Necesito que me lleves a ver a alguien. - Dice el hombre con voz baja mientras Bruce le acaricia suavemente para deshacerse de las lágrimas. 

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- ¿Estás seguro de esto? - Pregunta el multimillonario entregando una muleta a Hal mientras el piloto intenta bajar del coche. Unas grandes gafas de sol cubren los enormes y preciosos ojos castaños del piloto. 

El hombre asiente mientras Bruce le ayuda a bajar del coche y le guía hacia la entrada de la modesta casa de Jim Jordan. El cálido aire de la ciudad mueve el despeinado cabello castaño del hombre mientras caminan hacia la puerta de su hermano pequeño.

El nerviosismo se remueve en su estómago cuando el sonido del timbre rebota haciendo eco en el interior de la casa. Bruce él esperan pacientemente encima del felpudo. El piloto tiene al multimillonario cogido por el brazo y aprieta un poco el agarre mientras oye los pasos de alguien acercándose a la puerta.

La puerta se abre y una mujer de cabello castaño sonríe.

- Hal. - Dice ella contenta con una enorme sonrisa da un paso hacia adelante y Hal se ve obligado a soltar al multimillonario para corresponder el abrazo de su cuñada. - Es bueno verte. 

Cuando se separan Hal vuelve a coger el brazo de Bruce instantáneamente y el multimillonario no le suelta mientras se presenta y le da la mano a la esposa de su hermano. Ella les deja pasar pocos segundos después y Hal se mantiene en silencio mientras Bruce le guía hasta el sofá de la pequeña y acogedora sala de estar.

Jim está sentado en el sillón al lado del sofá y se pone en pie en cuanto ve a Hal entrar en la sala, el saludo muere a la mitad en sus labios al ver la muleta con la que su hermano se mantiene en pie y el hombre que le guía a través de la casa.  

- ¿Qué ocurre? - Pregunta el pequeño de los Jordan cuando Hal está sentado en el sofá al lado de Bruce y la muleta reposando a un lado. Hal no se quita las gafas, sonríe de medio lado apretando el agarre en el brazo de Bruce. 

- Me muero. - Dice Hal simplemente y siente como Bruce se tensa bajo su toque. 

- ¿Qué? - Pregunta su hermano dejándose caer en el sillón de nuevo. 

- Me estoy muriendo y quiero que conozcas a mi hijo. 

- ¿Tu hijo? - Pregunta su hermano de nuevo igual de sorprendido. - ¿Tienes un hijo?

Hal le cuenta la historia a su hermano mientras Bruce se mantiene en silencio a su lado escuchando la historia, tensandose en algunas partes más que otras, pero sin intervenir. Su hermano pregunta hasta que no quedan más dudas y ya no sabe qué decir. 

- ¿Has venido para presentarme a tu hijo antes de morir?

 - Si. - Contesta sinceramente el piloto. La noticia ha impactado a su hermano y lo sabe aunque no le vea. 

Bruce y él se despiden poco después de tomarse una especie de té y vuelven al coche en silencio. Bruce conduce sin rumbo con la radio puesta y Hal se relame los labios escuchando la música con una mano acariciando la mano de Bruce.

- ¿Qué hora es? - Pregunta el piloto después de quitarse las gafas de sol y dejarlas cerca palpando frente a él hasta encontrar un lugar plano. 

- Las ocho. - Contesta el multimillonario distraídamente. - ¿Quieres ir a algún lugar más?

- A la playa, quiero ir a la playa. - Bruce mira al pilot con una ceja alzada durante unos segundos y cambia el rumbo hacia la playa. Bruce no pregunta el por qué, solo conduce en silencio mirando de reojo a su compañero varias veces. Hal tiene la cara más seria que le ha visto en años. 

Bruce aparca y ayuda al piloto a bajar del coche de nuevo Hal se ha quitado los zapatos en el coche y se baja descalzo apoyándose en la muleta como pudo. La impotencia que le provoca su pierna inmóvil le corroe y le invade, pero se esfuerza por ignorarla y empezar a acostumbrarse a pesar de que es el primer dia sabiendo que empeorara.

Hal suelta al multimillonario en cuanto siente la arena rozar el pie que siente. Camina sin dirección por la arena unos cuantos pasos y entonces se sienta en la arena dejando que la brisa marina le rodee. El aroma a sal y cuando cierra los ojos casi puede ver la playa infinita extendiéndose frente a él.

Bruce se sienta a su lado y le pasa el brazo por encima de los hombros al piloto tirando de él. Hla se deja abrazar por el murciélago y pone una mano en su rodilla acariciando por encima del tejado del hombre con el pulgar. 

- Dos días después de la muerte de mi padre, me escape de casa por la mañana y me fui a la playa. Me senté en la arena con los pies en el agua, estuve ahí quieto y en silencio hasta que Amber me encontró. 

Bruce sonríe y le acaricia el brazo a lentamente. 

- Gracias Bruce. - El multimillonario traga en seco mientras intenta retener las lágrimas.

- Hal... No hay nada que agradecer. -Asegura el multimillonario apretando el abrazo con fuerza.   

El ruido del oleaje les envuelve, la brisa marina y la sal inunda los sentidos del piloto que aún funcionan. La tranquilidad de una playa desierta en plena noche de finales otoño les da una intimidad poco frecuente y Hal está realmente tranquilo por primera vez en mucho tiempo. Está convencido de que podría dormirse sobre el hombro de Bruce en ese instante.

- Te quiero. - Suspira el hombre a su lado y al piloto se le aprieta el pecho impidiéndole respirar durante unos segundos. La mano de Hal se aprieta en la rodilla del murciélago.

- También te quiero Spook, pero probablemente deberíamos haber hablado de esto cuando no me estaba muriendo. ¿Recuerdas aquella lista que te mencione? Hoy he cumplido las tres últimas cosas de esa lista. - Hal palpa los hombros de Bruce hasta encontrar la nuca del otro hombre y arrastrarlo hasta que sus labios chocan.