El Secreto De Hal

30. ¿Cuánto estas dispuesto a dar por una vida?

Es Zatana quien la encuentra. En realidad es Za'arah quien aparece en el apartamento de Zatana pocas semanas después de la última reunión de la Liga. La joven Maga intenta atrapar a la Diosa, pero esta es más rápida y la atrapa con el poder del anillo amarillo de su mano izquierda y un poco de su magia natural para bloquear los poderes de la heroína.

- Sabes lo que quiero. - La voz de la alienígena es siseante y ciertamente aterradora. La maga se remueve entre las amarillas cadenas que la mantienen prisionera y gruñe cuando estás se aprietan a su alrededor.

- Se que quieres salvar a tu amigo. - Comenta la alienígena moviéndose por su casa y dejando un pequeño frasco con un extraño líquido azulado en la mesita frente al sofá. - Puedo curarle. Sólo quiero ver a mi hijo. Tu me traes a mi hijo y yo te doy la cura. Te dejo este frasquito como muestra de buena fe es un medicamento de mi tierra que le ayudará, pero no le curará del todo.

- ¿Cómo se que no es una trampa? - La alienigena rueda sus extraños y aterradores ojos bajo la suave luz de la mañana que entra por su ventana y coge el bote de nuevo.

- Terrícolas. - Resopla ella como si reprochar antes de abrir el bote y pegar un trago. - Puedes investigarlo si gustas, si se lo entregas a mi hijo o a cualquier lantern confirmaran que es un medicamento de mi mundo. Hasta pronto joven bruja.

La diosa deja el pequeño bote donde estaba anteriormente y desaparece en un humo anaranjado justo a las cadenas y las magia que contenían a la heroína.

Zatana se acerca dudosa al pequeño frasco y lo coge delicadamente con gran cuidado, terriblemente dudosa. Guarda el pequeño frasco en su bolsillo derecho y coge su móvil.

- ¿Bruce? Tenemos que hablar. - La voz de Zatana es firme pero preocupada mientras le explica al murciélago lo que ha ocurrido y sale de su apartamento en dirección a la mansión de cierto héroe de Gotham.

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Bruce mira el pequeño frasco frente a el mientras Zatana investiga parte del contenido con su magia en otra parte de la cueva. El héroe de Gotham atrapa el frasco entre sus dedos haciéndolo girar un par de veces.

Si Hal toma esto podría matarle o darle un poco más de tiempo para encontrar una cura definitiva y atrapar a la alienígena. ¿Merece la pena el riesgo? Tal vez podría quitarle parte del dolor que no pueden quitarle los poderes de Gabriel. Tal vez esas horribles manchas en sus brazos desaparecen y Hal deja de arrancarse la piel intentando eliminar el picor y el dolor de estas.

Za'arah no tiene motivos para intentar acabar con la vida de Hal antes de tiempo, quiere que el joven sufra y es el el único puente que tiene para alcanzar a su hijo. Pero si ha seguido el rastro de la magia de Zatana debe saber que la están buscado y por lo tanto que el piloto ha pedido ayuda. Hal vez todo esto sea una trampa

Es decisión de Hal, pero incluso con los poderes de Gabe, Zatana y Constantine intentando curarle esa especie de enfermedad ha avanzado demasiado rápido y el policía espacial lleva dos días en una especie de sueño febril del que no consigue despertar.

Leslie viene a verle dos veces por día, pero ni siquiera ella, con años de experiencia a sus espaldas, sabe que esta pasando con el piloto y mucho menos si despertara en algún momento antes de que este envenenamiento termine de la forma más fatídica e insoportable que Bruce pueda imaginar.

Hal no puede tomar la decisión así que la vida del hombre está en sus manos. Como tomar una decisión así, como aceptar la posibilidad de que podría estar matando a Hal.

- ¿Qué harás? - Pregunta la princesa amazona acercándose a el dejando a Zatana junto a Clark. Bruce suspira sin saber que decirle a la amazona.

- No lo sé. - Admite el murciélago sin despegar la vista del frasquito entre sus dedos. La amazona pone su firme mano sobre el hombro del héroe de Gotham a pesar de que no consigue que el hombre deje de mirar el líquido azulado.

- ¿Quieres mi opinión? - Bruce se gira en la silla clavando su vista en su compañera con una ceja alzada y ella entiende la confirmación. - Deberías dárselo. En el peor de los casos dejará de sufrir.

- Ese es un bonito eufemismo, Diana. - Comenta el murcielago volviendo a mirar hacia el frasco. - No quiero perderle.

Diana abraza sus hombros con fuerza. Bruce se levanta rápidamente, ha tomado una decisión. Diana grita preguntas a su espalda, pero Bruce le ignora entrando en el ascensor con el frasco firmente apretado en su palma.

La habitación piloto está al lado de la silla al final del pasillo en la segunda planta. Bruce camina velozmente por el pasillo y entra a la habitación del piloto en completo silencio, durante unos segundos permanece quieto viendo en silencio como el adolescente vigila a su padre con su mirada bicolor clavada en el hombre castaño quispe se removida en una febril pesadilla con las manos atadas para que no se rasque las manchas y las heridas que adornaban su piel.

- Gabe. - El adolescente mira al compañero de su padre en silencio antes de levantarse de la cama y seguir al hombre hasta el pasillo quedándose a pocos pasos de la puerta cerrada de la habitación del piloto. Bruce le explicó todo y le entregó el pequeño bote al muchacho quien miró el frasquito con sus grandes ojos bicolor. - No quiero presionarte, pero me gustaría saber tu opinión.

Gabriel asintió sin despegar la vista del líquido azulado, hizo volar el pequeño frasquito entre su manos, sus ojos se iluminaron en un azul cielo que rodeó al pequeño frasquito durante unos segundos antes de atraparlo entre sus manos de nuevo. - Ella dice la verdad, es un medicamento de mi planeta. Dáselo, no le matará.

- Bien. - El hombre héroe suspira ante la confirmación y coge el frasco cuando el adolescente se lo ofrece. - La doctora Thompkins se encargará an cuanto llegue.

- Puedo conseguir más. - Bruce le mira altamente confuso. - Cuando Hal enfermó sospeche que podría ser un veneno queya existía en mi planeta y le pedí al linterna Gardiner que me trajera todos los libros que pudiera, esta en uno de los libro este es un medicamento común en mi planeta. Si se lo pides a alguno de los lanterns pueden traer más sin problemas.

- Les informaré ahora mismo. - Asegura el murciélago antes de retirarse de nuevo a la cueva para mandar un mensaje a los tres green lanterns.