Nunca sabes si será un amor imposible.

Día de fiesta.

Era sábado en la noche, y ya estaba por terminar mi primera semana de vacaciones, la banda ténia libre mi última semana de estancia en U.S.  y eso significaría tranquilidad, incluso habíamos hecho algunos planes para ir Utah y pasar unos días alla. Hasta que una llamada hizo cancelar todo. Resulta que un grupo amigo llamado  "Ida Mae" que por cierto ha tenido mucho éxito en los últimos años, invitó la banda de Eddy a una pequeña fiesta que darían en su apartamento el domingo por la noche.
Yo no estaba muy acostumbrada a ese ambiente, toda la primera semana estuvo llena de shows y festejos sin razón.
En verdad sentía que no podía más, Eddy me rogó para que fuera a dicho evento, pues  habría muchas personas importantes y grandes artistas que podia conocer y que probablemente podrían ayudarme a crecer laboralmente.
Estuve a punto de quedarme en casa, sin embargo eso último término de  convencerme. 

Y así fue como al día siguiente fuimos a tal fiesta, en un lugar muy lujoso; que en realidad era el apartamento de aquella banda.
Además de que el hecho de estar rodeada de personas influyentes y hablar con torpeza el idioma, me hacía sentir tremendamente insegura.

Los chicos no paraban de socializar e incluso me quedé sola en un momento,  mirando hacia abajo en dirección a mi bebida, moviendo la copa en círculos , "un poco muy" aburrida y todo por miedo a hablar.
De pronto, mi fastidio me hizo mirar al frente; un tipo distraído,  alto de melena larga, se encontraba sentado en un sofá, curiosamente parecía igual de enfadado que yo. Y no le quite la mirada de encima, su rostro me parecía tan  familiar que  mientras más tiempo lo miraba más intriga me causaba.
En realidad no sé cuánto tiempo me mantuve en tal posición, pero llegó un momento en el qué probablemente  el chico sintió mi mirada y sus ojos chocaron con los míos.
- ¡Dios que vergüenza!  Pensé.
Probablemente el tipo miro mi rostro avergonzado y entonces me sonrió mientras me miraba directamente a los ojos. Agaché la mirada ¡Y yo solo estaba que me deshacía!
Tenía tanto tiempo sin sentir algo así, el tema del ligue nunca se me ha dado bien. Y entonces  cuando regresé la mirada a aquel punto, él venía en mi dirección.
Yo sólo quería esconderme, entonces me di la vuelta y cuando dí el primer paso... él ya estaba atrás de mi, tocó mi hombro y dijo:
— ¡Oye! ¿ Por qué escapas?
— ¡¿Hola?!  No, no escapo. Respondí algo acelerada.
— !Hola! ¿ No eres de aquí cierto?
Dijo en tono burlón.  ¿ Cuál es tu nombre?
— No, vivo en Francia y mi nombre es Roxana, mucho gusto.
— ¿Entonces eres francesa ah? Pues mucho gusto, soy Samuel.

En ese momento mi mente enlazó todo, su rostro, su porte, su nombre, el ambiente, creía estar totalmente segura de que era Samuel Kiszka.

— ¡No! Nada de eso. Respondí nerviosa.
Soy Mexicana y radico en París.
— ¡ Genial! ¿Y a qué te dedicas?
— Soy diseñadora de modas, hago diseño textil, pero  ahora estoy trabajando en un proyecto como diseñador de marca propia.
— Que interesante, yo sólo soy músico.  Dijo riendo.
— Oh por supuesto, creo que casi todos aquí lo son.  Sonreí.
— Lo que más me intriga es ¿Que hace una diseñadora aquí  y sola?
—  Ah, no estoy sola. Acompaño a un amigo, es el vocalista de "Device Q".
— Oh! Claro, los ubico pero no los conozco. Yo toco el bajo en Greta Van Fleet.
— ¿Ah sí? Los he escuchado.  Contesté desinteresada.
— Se hace lo que se puede.   Contestó burlón.
Oye, me están esperando afuera, ¿ como te encuentro en Instagram? .

Le di mi perfil  y se acercó a mi mejilla para despedirse, con un ligero y cálido beso. Y yo sólo me quedé inmóvil.

— Te veré pronto Roxy.
Dijo alejándose.
Yo sólo me quedé callada sin poder moverme. Me sentía tan nerviosa y agitada que apenas podía respirar.