Capítulo 04

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-Waaaah!!!!-.

Nada más que sollozos se oían en aquella casa a esa hora de la mañana. Una pobre madre abrazaba a su, no tan pequeño hijo, como si de un bebé se tratace. Con una disimulada, pero gran fuerza lo arrullaba sobre su regazo al compás de los lloriqueos que no daban señales de querer terminar.

-Cariño, vamos. Se que es difícil pero ya llevas 2 horas así y ya vendrán por él- habló pausadamente aquel hombre en un intento de calmar a su desesperada esposa-.

-Eomma, estás mojando mi camiseta- el pobre chico ya no sentía el tracero al estar sentado por tanto tiempo en aquel regazo, temía en que no lo quisiera soltar para cuando llegaran por él.

Con preocupación miró a su padre con el fin de pedir ayuda. Éste, ya un poco harto, subió al cuarto de su hijo, en busca de uno de sus tantos peluches. Irónicamente, en su mayoría de conejos.

Al llegar a la sala con él, en un fugaz movimiento, intercambió a su hijo por el afelpado conejito, lo cual solo causó sollozos más audibles en la triste mujer, quien solo abrazó aún más fuerte el esponjoso peluche.

...

-V-Vamos eomma, me vas a arrancar el brazo-. El más joven se encontraba a punto de entrar en la furgoneta, hasta que su madre lo atrapó del brazo con la escusa de despedirce por milecima vez.

-S-Solo uno m-más y ya cariño- balbuceaba la pobre, aferrada a su pequeño mientras aún sostenía al felpudo conejito en su mano.-No olvides que te amo mucho. Llámame cuando quieras, no importa la hora, ¿Sí?-.

Y con todo el dolor se su alma, lo  dejó ir...

-"Cuidate mucho..." -.

...

-Vaya que tiene fuerza tu madre- habló un adolorido Sungdeuk, quien se tocaba el hombro a causa de los jalones que recibió al momento que Sunhee lo alejó de su hijo.- Creo que en verdad nunca se a separado de ti, ¿No es así?-.

-Bueno, no realmente, es una madre muy sobreprotectora- habló con un poco de vergüenza.- Si no fuera por mi padre, no estaría aquí-.

La verdad es que al momento de descubrir lo mucho que le apasionaba el canto, la incertidumbre se hizo presente de inmediato. Era conciente que debido a su particular vida, la fama no era una opción. Intentó buscar otras cosas que le llamaran la atención, pero ninguna pasó a ser más que un simple hobby. Nada lo emocionaba más que pensar en ver a miles de personas disfrutar de su voz. Aunque el nerviosismo se hacía presente al imaginarse delante de un público enorme.

Jamás había socializado con nadie ajeno a su familia. Algunos de sus vecinos le saludaban cuando lo veían en el jardín, pero no pasaban de un simple "hola", "cómo estás", "hoy es un lindo día". Menos había hablado con alguien de su misma edad.

La intriga y nerviosismo lo comenzó a incomodar "¿Cómo serán mis compañeros?", "¿Les agradaré?", "¿Cómo les hablo?"

Miles y miles de preguntas viajaron a lo largo de su mente, las cuales fueron disminuyendo. No debía de preocuparse, ellos serían sus primeros amigos, solo debía ser él mismo, tal vez hablar sobre videojuegos. No podía ser tan difícil, después de todo compartian una misma pasión. No había nada que temer. Todo estará bien...

....

Ya una semana había transcurrido desde aquel desastroso día.

Flashback...

Al momento de llegar al recinto no había pasado nada fuera de lo normal. Los reunieron a todos en una misma sala, en donde presentaron a distintos trabajadores de la empresa, además de ellos mismos.

Parte de mi 🐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora