Will contó cómo Christina casi cae por el Abismo, ya que Eric la había empujado, la verdad, ni siquiera le sorprendió. Por otro lado la pelea había salido bien, en lo que cabe... no, fue fatal. Edward la destrozó.
Había pasado un tiempo y su cara por lo menos ya no estaba inflamada, los moretones y cortes permanecían, pero al menos ya no dolían tanto.
Ese día irían a la Valla. Cuatro llevaba un rato hablando. Cuando terminó su discurso, el tren frenó y todos empezaron a bajar.
Subieron por una escalera a una especie de plataforma que les daba una perfecta panorámica. Lo único que veían eran los Campos de Cordialidad, algunos camiones cosechando y uno que otro cordial.
—¿Qué hay allá?—, preguntó Tris, intentando ver más allá de los campos de Cordialidad.
—Monstruos—, rió Christina.
—Campos de Cordialidad—, dijo obvio Al.
—Lugares que nunca se recuperaron—, dijo Will, mirando hacia el frente.
—¿Tu sabes?—, Valentine habló por primera vez en todo el día, mirando a Cuatro inquisidora.
—Construyeron esa Valla por algo—, dijo él serio.
Touche.
( . . . )
Lanzaban cuchillos; como siempre, Cuatro hizo primero una demostración y luego fue el turno de los demás. Y como siempre, miró bien a Cuatro, su respiración, sus manos, sus rodillas. E imitó sus acciones para lanzar el cuchillo.
Practicó primero sin cuchillos, memorizando la forma de lanzar, el movimiento del brazo.
—Parece que la Hippie olvidó que estamos lanzando cuchillos—, se burló Peter, lanzando un cuchillo que fue a parar cerca de su objetivo.
—Cállate, bocazas.
Decidió que quería humillar a Peter. Tomó un cuchillo y finalmente lo lanzó, siguiendo lo que acababa de practicar. Este dio justo en el centro de su objetivo.
Tiró otro y éste acabó unos centímetros sobre el primero. Uno más y éste terminó en la cabeza del objetivo. Una sonrisa triunfal adornó su rostro, y Peter solo pudo rodar los ojos y seguir en lo suyo.
Al cabo de un rato todos empezaban a acertar al blanco. Todos, menos Al.
Eric se acercó a él, amenazante. No le puso atención a su conversación, no era de su incumbencia, siguió lanzando cuchillos.
—¡Dejen de lanzar!—, gritó Eric y sólo entonces prestó atención a la conversación.
Jugó con un cuchillo en su mano, viendo a Eric explicarle a Al lo que harían.
A ese pobre chico le va a dar un aneurisma del miedo que tiene. Rió para sí misma, viendo a Al parase frente a un blanco. ¿Qué mierda es un aneurisma?
—Cuatro, dame una mano aquí—, el moreno pareció considerarlo, soltó un suspiro y se levantó de donde estaba recostado, tomó unos cuchillos en sus manos y se paró en la línea de lanzamiento—. Te diré qué va a pasar: tu te pararás ahí mientras él lanza sus cuchillos. Si te veo respingar, estás fuera.
No lo hagas. No te incumbe. Es su problema, él se lo buscó. No te atrevas a hacerlo. Se regañó mentalmente, pero al parecer su lado "cordial" ganó.
—¡Basta!—, gritó justo a tiempo, evitando que Cuatro lanzara el primer cuchillo.
Por qué demonios lo estás haciendo. Se reprendió internamente y aún así siguió hablando.
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Bad Guy || Tobias Eaton (1)
Fanfiction[Terminada] Primer libro de la saga: "Young, Broke & Infamous" En las noches se escabullía fuera de los complejos de su facción, subía al tren que usaban los de Osadía y bajaba cerca de los edificios de Erudición; y al final regresaba caminando has...